miércoles, 26 de febrero de 2014

“Jordi Évole, el tonto útil del Régimen”



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  • "La conclusión es que el pupilo de la Sexta ha aportado aún más desinformación sobre el golpe de Tejero y compañía".

  • "Un capotazo más de la Sexta al sistema que vivimos, esa cadena del Grupo Planeta que te vende un chiste de Bárcenas por las noches y el diario La Razón por las mañanas, lo importante es vender, claro".

Por Héctor Braojos Muñoz
La noche del domingo 23 de febrero de 2014 pudiera ser perfectamente la noche de los santos inocentes.
 El equipo de Salvados, después de anunciar a bombo y platillo lo fantástico y genial que sería su programa con análisis sesudos sobre el 23F, ha resultado ser una broma de mal gusto sobre el grave golpe de estado que se produjo en España en 1981, en el cual hay innumerables dudas aún clasificadas. Algo que ha recordado al experimento de Orson Welles y su Guerra de los Mundos, salvando las distancias de que Jordi Évole es periodista y no cineasta, aunque el periodismo es algo que se le ha olvidado este domingo faltando a su profesionalidad.
Después de tenernos enganchados a la televisión con graves acusaciones a personalidades de la vida pública de España, ha resultado que todo es mentira, una estafa, un falso documental, una broma del graciosillo Jordi Évole, mezclando datos de verdad con datos de mentira. La conclusión es que el pupilo de la Sexta ha aportado aún más desinformación sobre el golpe de Tejero y compañía. Menudo favor a los espectadores que confiaban en que los datos de Salvados estaban contrastados con la realidad, más favor aún a la monarquía, que cualquiera que dude sobre su actividad en el golpe puede ser tachado de conspiranoico como el programa falso de Jordi.
A pesar del debate de después para hacer una reflexión con un toque progre, sobre la manipulación, la censura, la legitimidad de la monarquía o sobre la Constitución, lo que va a quedar es que todo ha sido una broma, que cualquier duda sobre el 23F es toda una conspiración “como lo de Évole”, un montaje.
El capítulo de Salvados más esperado de este año se ha saldado con un chorreo de críticas en las redes sociales que estaban ardiendo, con toda la razón del mundo, por jugar con la historia y por hacer gracias sobre algo tan serio y grave como es un golpe de estado fascista, como aquel que inició una guerra con otro golpe a la democracia en 1936, es más práctico para la tele entretener y mentir que analizar y explicar. Un flaco favor al periodismo y a contribuir a entender el 23F que quedará como documento audiovisual para reirse de los que dudan de la historia oficial el día del golpe.
En un vídeo de la Sexta, Jordi Évole, sabiendo la que le venía encima ha respondido previamente:
“Bueno pues ya acabáis de ver Operación Palace, yo sé que en este momento habrá espectadores, pues que estarán contentos con lo que han visto porque se lo han pasado bien y otros, pues que se sentirán engañados y me querrán matar”… “como mínimo nosotros hemos reconocido que era mentira lo que hemos contado y que seguramente ha habido otras veces que también les han contado mentiras y nadie se lo ha dicho. Para hacer este programa, Operación Palace, nosotros nos hemos basado en un documental titulado Operación Luna, que explicaba la llegada del hombre a la luna también como si hubiese sido algo falso, nosotros hemos cogido la fecha del 23 de febrero, que también arroja muchos interrogantes y hemos hecho el mismo experimento.”
¿En serio comparan la llegada del hombre a la luna con las conspiraciones clasificadas del 23F? Parece que la audiencia es el verdadero objetivo del programa y no aclarar dudas, más allá de eso, lo que ha contribuido este Salvados es a echar más sombras y alabanzas al Rey, un respaldo más a la sacro santa Transición, modélica y perfecta que nos quieren inculcar, la de las responsabilidades y los pactos, que mancilla la dignidad de todos los asesinatos de la ultra derecha y el miedo que se vivía en España con una represión sistemática a los movimientos sociales, pero Jordi Évole se ríe de todo, todo por la audiencia, ya tiene una fama consolidada por su labor de periodismo, pero como es de “izquierdas” pues no pasa nada, se le consiente todo, habrá que ver si esto le afecta en su carrera y en la valoración general.
Al final, lo que ha conseguido Salvados es plantear que menos mal que tenemos un cargo de jefe del estado que no podemos votar: la monarquía. Que realmente paró el golpe, y nuestros políticos estuvieron a la altura, en un momento preciso en que la casta política, el Régimen del 78 y la monarquía están en una delicadísima situación por falta de apoyos debido a la crisis y las continuas faltas de respeto hacia la ciudadanía. Un capotazo más de la Sexta al sistema que vivimos, esa cadena del Grupo Planeta que te vende un chiste de Bárcenas por las noches y el diario La Razón por las mañanas, lo importante es vender, claro.
En definitiva, que no se enfade Jordi Évole si a partir de ahora no se le toma en serio y pierde seguidores por bromas tan absurdas e incomprensibles como esta. Una broma sin gracia para acabar la semana y un tiempo valioso perdido en la caja tonta.


 Silvia Cobo, autora del libro ‘Internet para periodistas’, aseguraba que Évole cayó en el error de “romper el pacto con el espectador”, que debe ser “sagrado”.
“El lector tiene que saber siempre que lo que está leyendo es una pieza de ‘periodismo’ o ‘ficción’”, escribe en su blog, en la que analiza el programa de ayer.

Operación Palace, ¿un falso Salvados?

Operación Palace - "Tejero aceptó inmediatamente participar en la operación del 23F" - YouTube 2014-02-24 00-55-27
Hace un rato que ha acabado Operación Palace ese falso documental que ha promocionado Jordi Evole y Salvados de LaSexta. Hay ahora mismo una encendida discusión en Twitter sobre la oportunidad o no de este falso documental han producido en Salvados.
Yo lo he vivido así. Hasta hoy no me había enterado de su emisión. Sí, raro, pero es así. He cambiado a las 21.30 a LaSexta para ver el Salvados de turno. Solo con el inicio y la voz en Off del reportaje me he percatado que no debía ser Salvados… pero al entrar en twitter he visto a Jordi Évole promocionándolo como si de un Salvados se tratatase. Así que he empezado a verlo -tableta en mano- y claro, he alucionado bastante… La historia partía de la publicación de unos documentos por parte del gobierno alemán (creo que también dijeron que del EEUU) sobre que el Rey había mostrado su “comprensión” hacia los golpistas del 23F.
Bien. Hice una búsqueda en Google y sí, había sido publicadas varias referencias a Die Spiegel en 2012, pero no me he entretenido a buscar la fuente alemana, iba pillando datos al vuelo. Luego salían todos esos señores políticos de la transición… pero cuando han explicado lo de la búsqueda de un director de Cine (¿Flotats? No, por dios, un catalán nooooo!!!) para producir el falso golpe de estado… en fin…. aquello ya sonaba a monarquía bananera… ¡y Garci en un búnker!  “Demasiado bueno para ser verdad”…. y ya cuando ha salido el policia hablando en inglés… ese elemento que hace que todo sea mucho más creíble si lo dice un tio hablando en inglés…
Bueno… ya era como muy evidente… y en Twitter había de todo, gente flipando, gente rajando, gente sumándose a la fiesta. Al final se ha desvelado el misterio: era Welselada en toda regla.

Romper el pacto con el espectador

En cuanto ha acabado el programa me he hecho a mi misma esta pregunta: ¿Es lícito romper el pacto con el espectador de “Salvados” que espera “realidad” para ofrecerle “ficción” con envoltorio de “realidad”? Y he compartido mi duda en Twitter.
Algunos me han argumentado que no era un “Salvados” y que así se había promocionado. Bien. Yo no me había enterado durante la semana, pero esta noche cambié de canal a las 21.30 para ver Salvados como cada domingo. Y allí me encontré ese programa. Entré en twitter y allí estaba Évole promocionando su programa como es habitual.
Claro que La Sexta puede hacer las Welesadas que desee, a nadie le niego que no puedan hacer un falso documental sobre lo que les dé la gana, pero el hecho que intentaran dejar claro de no mezclarlo con la marca “Salvados” da pistas de que sabían que estaban jugando con algo sensible.
En la carrera me decían algo así como que se pueden hacer muchos experimentos de formatos y géneros en el periodismo siempre que se respete algo sagrado: el pacto con el lector. El lector tiene que saber siempre que lo que está leyendo es una pieza de “periodismo” o “ficción” (ya sabemos que no siempre el periodismo… ¡ay!,pero no quiero irme del tema).
Así pues tienes a una audiencia que esperaba un programa de realidad en su horario habitual. Pensemos en la gente que ha cambiado de canal o se han ido a dormir. Pues no han pillado el tema.
No critico que hayan hecho un falso documental de este tema, sino que me plantea mis dudas que lo hayan hecho en el horario y con “apariencia” de Salvados (mismo horario, presentador animando como de costrumbre en redes, etc).
Si se hubiera hecho en otro horario y otro día, desprovisto de las “estructuras” por así decirlo, que caracterizan a el programa Salvados dedicado a reportajes periodísticos de actualidad, no se hubiese roto tal pacto con el espectador y por tanto el espectador no hubiera tenido esa predisposición a creer todo lo que “Salvados” expone y personificado -para bien y para mal- en la cara de su presentador, Jordi Évole.
Comentando por Whatsapp con unos amigos que no son periodistas, no entendían la gracia del tema y se han sentido engañados.

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