domingo, 2 de noviembre de 2014

Ante los sucesos de Catalunya

Mucho se está hablando estos días acerca del futuro referéndum catalán, previsto para poco más de un mes, el día 9 de noviembre. Y lo peor es que de todos estos análisis, vemos como muchos de ellos, si no la mayoría de ellos, se están realizado de una forma tajante, ortodoxa y con un perfil cerrado y concluyente, lo que nos parece un tremendo error y debido a lo cual hemos decidido que nosotrxs no podemos ofrecer una respuesta en este sentido, por el carácter erróneo de este.
Nadie duda ni del carácter burgués de quienes potencian esta consulta (CiU, ERC) ni de los intereses políticos de la burguesía catalana a la hora de fomentar principios políticos como estos. Está claro que este referéndum, al igual que el reciente referéndum nacional convocado en Escocia por el SNP de Alex Salmond parten de los principios políticos de la burguesía nacional y local, y que por tanto, la clase trabajadora no puede ni debe bajo ninguna circunstancia aceptar ni ponerse bajo las ordenes ni a la zaga de la burguesía, ni la local ni la estatal. 
De todas formas  y aunque aceptamos que un análisis y un punto de vista en este sentido es políticamente correcto y acertado, entendemos que formularlo así y de una forma concluyente en estos momentos es equivocado, al considerar que es un análisis demasiado precipitado, algo que se adelante demasiado a los sucesos  políticos que van a acontecer en este mes que viene  y que la situación política correcta sobre el 9N se tendrá que valorar en su justa medida el 9N, sin por ello posicionarnos contra la burguesía catalana y la estatal como contrarias a los intereses de la clase trabajadora. 
En este sentido, desde NNBES consideramos y barajamos tres posibles escenarios políticos como resultado de la situación política que se está viviendo en  Catalunya:
1) Que la burguesía o más bien el bloque burgués por el sí se radicalice. En este sentido las organizaciones populares, sociales y de corte anticapitalista que participan en este bloque, como es el caso de las CUP (al igual que el SSP en el caso escocés) ya han llamado abiertamente a la desobediencia ante los tribunales de justicia para tirar hacia adelante hasta el final. Esta influencia y una presión de las bases de los partidos burgueses podría desencadenar que Artur Mas se decidan por convocar el referéndum pase lo que pase. En ese caso el gobierno central de Rajoy optaría, como ya ha amenazado el ministro de exteriores Margallo por suspender la autonomía y sustituir a las instituciones políticas catalanas actuales, lo cual no se podría hacer sin la presencia de coacción de los cuerpos policiales y represivos. 
En este escenario, que generaría una explosión social de respuesta no solo en Catalunya si no en el resto del estado,  el análisis en contra del referéndum como elemento contrarrevolucionario habría quedado superado por la realidad. No obstante no creemos que este sea un marco posible, ya que a la misma burguesía empresarial y financiera catalana no  le interesa lo mas mínimo la independencia (como ya ha quedado evidenciado en las amenazas y chantajes de Sabadell, Caixa, Planeta..) y porque ni a la burguesía catalana ni a la española les interesa un estallido social, y menos aun en una situación como la actual donde los ánimos de la clase trabajadora están más que levantados a causa de los recortes y de la crisis, tanto del gobierno Mas como del de Rajoy.

De cualquier forma, no hay que perder la vista de que nuestro país no es el Reino Unido, y mientras que en el anterior el derecho de consulta se ha permitido, en nuestro país, con unas instituciones de clara herencia fascista, ni los más mínimos derechos democráticos son permitidos. Estar en contra de la postura reaccionaria del gobierno central es una postura anti imperialista que debe ser tenida en cuenta a la hora de posicionarse políticamente en este asunto.
2) Otro posible marco es que el bloque burgués por el sí al referéndum, ante una posible consecuencia penal y judicial por sus acciones ante la inmovilidad del gobierno central, a última hora ceda en sus pretensiones políticas y retire su campaña soberanista sobre el referéndum. Este marco político tampoco parece muy posible, ya que ello generaría una pérdida de popularidad importante que ahora mismo CiU, el representante mayoritario de la burguesía soberanista catalana, no se puede permitir, dado la impopularidad de los recortes de Artur Mas y especialmente ahora tras la reciente crisis política del máximo estandarte histórico de su partido, el ex president Jordi Pujol, que ha generado toda una ola de desconfianzas contra la corrupción en el seno del partido y de sus máximos dirigentes. 
3) Quizá habría, en este caso una tercera vía que, de hecho, ha sido ya sugerida desde algunos sectores políticos de la burguesía catalana, ante la encrucijada. Esta opción sería convocar unas nuevas elecciones generales en Catalunya, o algún tipo de consulta política a la ciudadanía,  en las cuales vaya inmerso en el programa político de los partidos el sí o el no a la independencia...de forma que un voto favorable o desfavorable a determinado partido es un voto sí o no a la independencia...de esa forma si el bloque soberanista sale elegido podría decir que ha ganado el si porque el pueblo ha votado por la independencia...Así,  no esta técnicamente mintiendo aunque lo esté haciendo realmente.
Desde NNBES no tenemos el inexistente don de la adivinación y no podemos garantizar al 100% cuál de estos marcos va a ser el que finalmente resulte, pero en cualquier caso, y precisamente por eso consideramos que lo más adecuado es hacer un llamamiento a la prudencia en las organizaciones revolucionaria de todo el estado. En nuestro colectivo siempre ha estado presente el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos del mundo, un derecho natural que ya ha sido reivindicado con anterioridad por todos los ideólogos revolucionarios del siglo XIX y XX, un derecho contra la opresión, la injusticia y el imperialismo que no tiene cuestionamiento de ningún tipo. Por ello, respetamos el derecho a decidir del pueblo catalán, y que este decida, libremente y sin chantajes (como ha ocurrido recientemente en Escocia) su futuro. 
No obstante, esta realidad anti imperialista no puede cegarnos en el hecho de que estas maniobras políticas están bajo dirección de la burguesía, catalana en este caso, y que dado que la confluencia de intereses con la burguesía de todo el estado es total, nos parece que ello no obedece más que a una maniobra de distracción y de dispersión de la clase trabajadora, tanto catalana como estatal, por parte de ambas burguesías, para mantener la agenda política ocupada en asuntos como estos en lugar de protestar contra la crisis, la corrupción, las instituciones heredadas del feudalismo y del fascismo y las injusticias sociales. No debemos cerrar los ojos y dejarnos llevar por las pasiones desatadas bajo intereses burgueses de ambos lados. 
En todo caso, tampoco podemos confirmar al 100% la actitud de la burguesía españolista liderada por el PP, el cual es capaz de provocar un estallido social y una respuesta incluso militar ante cualquier intentona que implique romper España. Recordamos a sus predecesores políticos cuando afirmaban aquello de “Antes una España roja que rota”.
El fanatismo y la torpeza ideológica de esta clase burguesa es tal que podrían ellos mismos poner en bandeja el motivo definitivo para una quiebra del orden social que han mantenido bajo la amenaza de la represión, y que podría ser quebrado precisamente por un abuso desmedido de esta en un caso como este. 
Al final, lo que decimos es que no se debe forzar una respuesta cerrada y prematura ante un conflicto que esta de todo menos clausurado y cuyo final, en este mes que queda es, cuanto menos, dudoso. Llamamos a las organizaciones revolucionarias de todo el estado a mantenerse alerta, abiertos y despiertos, no cerrar vías por culpa de análisis ortodoxos, y si, así fuera, fomentar las contradicciones y la crisis interna en el bloque dominante de la burguesía española, en un momento en el que los casos constantes de corrupción, crisis, despidos, desahucios y represión diaria y desmedida hacen que cualquier chispa, pueda encender la pradera. 
Preparemos la mecha. 

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