Por Beniezu
Es importante indagar
en el concepto de “Democracia” en
general y en el de la llamada
‘‘Democracia burguesa’’ en particular que sin duda es uno de los conceptos más
significativo y emblemáticos para
entender el conjunto de la ideología política burguesa que impera en las sociedades Occidentales. Y esta tarea
es importante desde la necesidad de poseer
una perspectiva objetiva de la política,
entendiendo esta no desde una visión cerrada y limitada a un solo punto de vista sino que es necesario contemplarla desde una
visión amplia comparativa y global y para ello es necesario el conocimiento de ‘‘las otras’’ versiones del mundo
conceptual político.
De momento vamos a bucear lo más hondo
posible en la ideología dominante de
nuestro entorno esa que el Poder suele describir
como la “versión oficial” de los conceptos, hechos y acontecimientos políticos-económicos-sociales
etc. Con el fin de acumular conocimientos que serán el necesario equipaje para el viaje del saber cuyo destino final
será la de disponer un criterio propio personal de las distintas realidades
circundantes concretas, que solo podrá
estar vasado en el contraste la síntesis
y la resolución cognoscitiva sobre las diferentes ‘‘verdades oficiales’’ de otras y variadas
interpretaciones que se dan sobre cualquier concepto y sobre todo sobre los
conceptos políticos que siempre serán susceptibles de ser manipulados.
Cuando solo se conoce y se asimila una
sola versión de una presunta realidad socio política y se la da como correcta, se
estará condicionado por el no
conocimiento de otras versiones de la
realidad, independientemente de que estas sean “reales” o “falsas”, términos
estos ambiguos y siempre condicionados, cosa que condicionara al sujeto a la
subjetividad en los criterios propios pues se estará condicionado por el factor
del desconocimiento de otras “posibles
verdades”. Su conocimiento nunca será ni objetivo ni universal, será
partidista y subjetivo además de incompleto porque toda aquella presunta ‘‘verdad’’ en su concepción política e
ideológica, es variable y siempre
condicionada ideológicamente por el poder del Estado que es el que la genera y
expande como la ideología conceptual dominante que pretenderá dominar en el
ámbito de su espacio de dominio expandiéndola a través de sus aparatos
institucionales, mediáticos, culturales, publicidad etc. imponiéndola con rango de oficialidad de ‘‘verdadera’’ y de legitima.
Y por tanto esta presunta y
circunstancial ‘‘verdad’’ nunca
será absoluta sino variable relativa y
condicionada por la ideología dominante que es expandida por el Estado y por
ende su contenido ideológico será susceptible
de mudar cuando el propio poder Político del Estado y su control, también mudan
de contenido y orientación haciendo que se implante un nuevo modelo de hacer
política y de entender el mundo conceptual, es decir de una nueva ideología
dominante.
Y así cuando el poder político del
Estrado cambia y ha pasando a un sujeto político con identidad política ‘‘contraria” en contenidos ideológicos, la ideología dominante
que se expandirá por el territorio será sustancialmente diferente y
contradictoria. Y es importante conocer que el ‘‘contrario’’ político del Poder
de la burguesía instalado en las
sociedades Occidentales solo podrá ser
la clase trabajadora portadora potencialmente de su propio mundo conceptual
sustancialmente diferente y contradictorio de la ‘‘verdad’’ que expande la
ideología burguesa sencillamente porque los intereses de ambas clases sociales son
diferentes y antagónicos. Y la naturaleza de esos intereses diferentes y
contradictorios serán los que marquen las diferencias ideologicas. Porque no
olvidemos que las “ideologías “son la expresión y la definición del poder de una
u otra clase social.
También hay quien define los conceptos y
sobre todo este concepto de ‘‘Democracia’’
de una forma ambigua e interclasista, que siempre será una versión incompleta y
manipulable. Modelo este al cual la burguesía suele recurrir y oficializar ideológicamente
para evitar entrar en el reconocimiento de las clases sociales. Ejemplo grafico
de esto es la visión sesgada que la enciclopedia
mediática Wikipedía utiliza para expandir
y definir los conceptos políticos. Y así nos dice que ‘‘Democracia”
es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad
En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de
participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes .’’
Wikipedía, igual que la Real Academia de la Lengua Española,
cumplen su papel de transmitir y legitimar la ideología dominante burguesa que bajo
el prurito del academicismo que bajo la tutela y el control del Estado, define y blinda los
conceptos políticos siempre en interés propio como clase social dominante. Pero, claro
muy sutilmente, con verdades a medias y ambigüedades interesadas. Fijémonos en
el empleo interclasista de los conceptos, el
‘‘conjunto de la sociedad.’’ y el
de ‘‘pueblo.’’, términos genéricos que incluye a la
totalidad
de la población de un Estado como el
único sujeto político protagonista en los entramados de la liza
electoral y de su concepción de la democracia y donde todos los
sujetos de un Estado parecen
ser que se desenvuelven en armonía y en
igualdad de intereses con sus circunstancias
sociales de acceso a las riquezas igualitarias
y en idílica convivencia, donde sus más apremiantes necesidades
materiales y
sociales, nos pretenden decir, parece que están resueltos y cubiertos
por
igual, y por unos idénticos representantes político, es decir que la
clase trabajadora compuesta
por pobres y explotados tienen al mismo representante
político que desde el Gobierno va defender los intereses de los
explotadores,
empresarios, banqueros , el FMI etc.
Toda esta desquiciada y descomunal
falacia pretende pintarnos una irreal sociedad sin clases sociales ni castas privilegiadas,
todos ricos felices e iguales socialmente, en una sociedad
compuesta por ‘‘ciudadanos’’ termino
interclasista este muy del gusto de la burguesía. Pero todo es una irreal e interesada descripción expandida
mediáticamente y escrita sobre el papel de
sus propias leyes para nada imparciales porque la sangrante realidad de las
desigualdades que provocan la miseria y la explotación va por el camino de la
realidad.
Y esta visión política intencionadamente irreal no es
para nada banal ni casual, y ni tampoco un lapsus en la narración, es totalmente
intencionada para brindar el discurso político del interclasismo, teoría esta que
es la base de la ideología burguesa que
domina la sociedad Occidental. Y aquí hemos llegado al meollo de la cuestión, esa
de que es un engaño político descomunal considerar
a la totalidad de la sociedad como un único sujeto político, esa intencionada e
interesada costumbre de los ideólogos burgueses de denominar a la sociedad en su conjunto
configurada políticamente como ‘‘pueblo’’
o ‘‘ciudadanía’’, ignorando la
realidad sangrante de que las sociedades
controladas por la burguesía están divididas en clases sociales, los que
dominan y explotan y los dominados y explotados.
Y una
vez clarificadas estas importantes cuestiones ideológicas nos hará más
accesibles al conocimiento de aquellos conceptos
estereotipados expandidos por la ideología burguesa para que podamos
hacerlos
transparentes. Y ya desde aquí ya podemos preguntarnos ¿Tenemos acaso
claro cuáles son los máximos fundamentos del
concepto de Democracia y cuál es la ralla roja que le
diferencia de la llamada Dictadura? Y también, ¿ Acaso hemos
pensado en profundidad en si esos términos que comúnmente definen la
Democracia y la Libertad son los mismos que representan
y satisfacen a la mayoritaria clase trabajadora
y asalariada que a los que representan a la clase burguesa y
empresarial ? ¿Acaso el concepto de la ‘‘Democracia’’ es un valor
común para todas las
clases sociales y demás sectores de la sociedad
?
Es evidente que es una descomunal incongruencia
que en política sea el mismo amigo y testaferro el que se ocupa de dejar felices y satisfechos a empresarios, banqueros
y oligarcas y a la vez a las clases trabajadoras,
a los desahuciados y parias de la tierra. Como si todos serian hermanos e hijos
de un mismo padre bondadoso llamado
Estado capitalista. Cuando la realidad es que el Sistema capitalista burgués
genera dos mundos diferenciados y enfrentados en una lucha llamada Lucha de
clases (cada vez más radical) que incluye también un enfrentamiento conceptual e ideológico que hace
que la ideología burguesa se niegue a reconocer y se ufana por ocultar la
realidad de las clases
sociales y de la lucha de clases para
sustituirlo por una imagen irreal de una
inexistente concordia de clases
inventándose el concepto de ’’Ciudadanos’’.
La llamada “Democracia Burguesa’’, no
es un concepto de democracia universal, es
un concepto referente a la clase
social que la ha escrito e impuesto para defender sus intereses de clase. Y lo
hace para imponerla y para dominar en todos los ámbitos de la sociedad
capitalista actual, en lo económico en lo político, en lo cultural etc. a
través de sus resortes de poder y control del Estado, y básicamente lo hace para
satisfacer a la propia burguesía a costa del trabajador que es la clase social
que generadora de riqueza con su
trabajo.
El fundamento de la ideología dominante
burguesa cuando concibe tan solo a una sola clase social ‘’ciudadana’’ lo hace para así ignorar la cruda realidad de las
diferencias sociales y escabullirse de
su absoluta responsabilidad como
clase social privilegiada causante de
las penalidades de la clase trabajadora de la cual se nutre tras exprimirla. Y
aunque la ignora absolutamente en su relato político, bien que se suele
aprovechar de su existencia como “clase
social sin derecho a ser reconocida como tal” La derecha o la clase social
burguesa en su praxis política, como es evidente, la ignora totalmente pero eso
no es obstáculo para que se beneficie y en exclusividad como la máxima destinataria
de sus políticas a costa de los trabajadores.
Y tras este preámbulo demos pues un repaso a las
‘’maravillosas’’ esencias políticas del mal
llamado “Mundo libre Occidental “y a su cacareada
‘’democracia burguesa ’’que
fundamentalmente se asiente en diversos tópicos que son ensalzados y
sublimizados hasta la saciedad por sus escribientes y adalides de contrata por supuesto, al servicio de esta
ideología burguesa y que podríamos resumirlas en algunos de sus tópicos
más cacareados y emblemáticos.
1)
El ‘‘democrático’’ sufragio universal y la ‘‘libertad’’ de partidos políticos
2)
La ‘‘delegación’’ de la voluntad popular – la soberanía
– en el poder ejecutivo.
3)
La ‘‘libertad’’ de expresión o de prensa
4)
La ‘‘independencia’’ de los poderes del Estado
El “sufragio universal” es descrito por la mediática Enciclopedia Wikipedía de esta forma: “El sufragio universal consiste en la dotación del derecho
al voto a toda la población adulta independientemente de su raza sexo,
creencias o condición social de un Estado”
una forma muy sutil y ambigua de describir toda una teoría política que carga numerosos
desatinos y carencias. El mal llamado “sufragio universal burgués” que no es
tan universal ni tan democrático como lo define el propio concepto sino profundamente
sectario y clasista. Veamos esto, este
sufragio esta vasado en la concurrencia electoral de los partidos políticos a los que se les considera
representativos de una identidad política concreta de las diversas que van a
concurrir en la liza electoral
determinada. Y va ser el propio partido político, su naturaleza y composición,
el factor determinante en el juego político el que va determinar la naturaleza
del propio “sufragio universal”
Definamos pues los fundamentos teóricos del propio partido político para después aclarar el autentico significado del concepto ‘’libertad de partidos políticos’’. Veremos cuál es su función y cuáles son los valores que definen y les diferencian a unos de los otros en la llamada concurrencia electoral. Teóricamente se supone que cada partido es una agrupación organizada y representativa de los diversos intereses propios de un grupo, nacionalidad, etnia o clase social concreta que configuran lo que llamaremos una identidad política concreta y diferenciada de otros grupos políticos.
Simplificando podríamos definir al partido como la herramienta política que representa los intereses de una identidad política concreta y diferenciada, y cuya finalidad suele ser la de utilizar los mecanismos de la democracia y del sufragio electoral para alcanzar los poderes políticos en base a una mayoría conseguida en las urnas para la implementación y la defensa de esos intereses diferenciados, pues cada partido compite electoralmente con los otros partidos para poner en práctica su propio programa.
Y es interesante que incidamos en los factores de la identidad y de la representatividad de cada partido, para entender la función sociopolítica misma del
partido. Y sobre el factor de identidad diremos que es aquello que une a todos los partidarios o miembros de un
mismo partido, siendo a la vez aquello
que los separa y enfrenta del partido contrario o diferente. Y este antagonismo
es consustancial a todo partido político
es decir siempre habrá otra u
otras que explican la razón de ser de todo partido político.
Y de
ahí el fundamento de la existencia del Partido
político porque si solo habría una única
identidad política en la sociedad significaría que en esta impera el equilibrio
y la armonía política y nadie se organizaría en un partido para conquistar lo
que ya posee o existe, pues sería obvio
que los intereses de una comunidad social ya estarían a salvo por ser única y colectiva esa identidad. Pero
infelizmente nos encontramos en una sociedad donde conviven múltiples intereses
diferenciados, sobre todo, económicos y políticos. Y esto que parece obvio,
como iremos viendo, es una de las clave de las marrullerías ideologías de la política
burguesa.
La identidad
es pues el factor que une a un colectivo concreto, y es la suma de todos
aquellos factores o intereses comunes, económicos,
profesionales, culturales políticos, de clase social etc. Ejemplo: un partido
republicano tiene su razón de ser la de enfrentarse a otro contrario con
identidad de partido monárquico. Un partido con identidad nacionalista que
procura la independencia de su país se enfrentara a otro/os partidos con identidad nacionalista-
anexionista que niegan este derecho. Partidos burgueses identificados con la supremacía
de su clase social burguesa como clase dominante a costa de la clase
trabajadora se enfrentaran a aquellos partidos socialista-comunistas que aspiran
a una sociedad sin clases donde la dirección política este en manos de la clase
trabajadora mayoritaria etc.etc. Vemos pues que es el antagonismo de identidades políticas lo que determina y
define la naturaleza real del partido político.
Y
respeto a esta identidad cada partido tiene su propio proyecto político que
siempre tendrá enfrente o al lado otros partidos. Serán enemigos cuando sus
proyectos son contrarios y antagónicos y serán amigos cuando hay afinidades en
sus respectivos proyectos. Y si hablamos de proyectos políticos debemos hablar de
la “alma mater” universal que da
vida y contenido a la propia política, debemos hablar de la sustancia y la raíz
que determina toda expresión política, hablemos del ESTADO, su función, su
naturaleza, su composición, y sobre todo al servicio prioritario de quien esta,
que en las sociedad modernas solo puede estar al servicio de la burguesía como
clase social, o al servicio de la clase trabajadora como la parte más
mayoritaria del pueblo.
Y esta realidad del
Estado, axioma diríamos por su evidencia, es ocultada con denuedo por la ideología
burguesa, pretendiendo ocultar su mayor “pecado” político a los ojos de sus víctimas
con el fin de ocultar la puerta de su
libertad que supone ocultar la realidad de la función del Estado, porque el Estado es la puerta y a la
vez la llave de la emancipación o de la
esclavitud, dependiendo al servicio de qué
intereses o clase social se posicione. Y es esta evidencia del papel del Estado lo
que la burguesía intenta ocultarla y gracias a sus marrullerías ideológicas
y técnicas de manipulación mediática lo
suele conseguir con bastante éxito.
De ahí que la burguesía considera al partido político como una institución más
al servicio del Estado, de un Estado a su servicio, como clases social exclusivamente
para hacerlo operativo y legitimarlo, solo para hacer presuntos “retoques” en
sus gobiernos cambiantes ( cambiar algo para que todo siga igual) y no como una
herramienta para representar y alcanzar una identidad política contraria a la
establecida en su sentido amplio, es decir para alcanzar el poder del Estado y
transformarlo radicalmente de identidad y de representatividad. La
burguesía en sus proclamas electorales, no menciona ni por asomo, la
posibilidad de conquistar el poder del Estad, porque este poder es de su
exclusividad.
Es obvio que en el
Estado español no es legal un Partido Republicano que propugne la abdicación o
la caída de la Monarquía, es obvio que existe una carencia de libertad efectiva
( simplemente son tolerados por que están incapacitadas e inoperantes) para
aquellos partidos políticos cuya identidad política sea contraria al orden político
establecido y determinado por la forma y contenido del Estado Monárquico, y no
debemos olvidar que en política es la propia naturaleza del Estado el que determina aquellos aspectos
fundamentales del desarrollo del bienestar social que se posicionara
inequívocamente al servicio de que clase social estará.
Lo cual ya nos está clarificando al Estado
burgués como un Estado fallido en
libertades en tanto en cuanto imposibilita
competir democráticamente otras opciones políticas diferentes a la suya. Y como
si no podremos llamar al modelo de Estado burgués que no permite de hecho que
el sector más mayoritario y desfavorecido de la sociedad pueda organizarse en torno a su propia identidad
diferenciada y concurrir a unas elecciones que le posibiliten la toma del poder
político para poder emanciparse. Este impedimento que niega la llave de su
libertad estará condenando a la clase trabajadora en su conjunto a ser sujetos sin el derecho a
emanciparse, a ser una clase social condenada al ostracismo político y social de por vida
Y así
el concepto que el Sistema burguesía tiene del partido y de su “Concurrencia
electoral” es el de considerarlo a este como
una institución más, dentro y afín al Sistema, a su Sistema burgués, y al Estado que lo
implementa para evitar precisamente que un partido anti sistema con su programa
cuestione el Sistema y al Estado que lo mantiene. Y esto quiere decir que las
posibilidades de hacer reformas profundas desde dentro del Sistema, es de hecho
nula, Solo se podrán cambiar a unos individuos de “diferentes” partidos, pero
todos ellos representan a la misma identidad burguesa y a su modelo de
Estado.
Y tras
aclarar el concepto de la identidad
veamos el concepto de la representatividad que por lógica parece que ambos valores deberían ir juntos e inseparables, y sería impensable la
existencia de un partido político sin una identidad,
pero en la práctica y en la sociedad burguesa esta identidad de partido es ocultada en
innumerables ocasiones por razones de estrategia política, apoyándose en una identidad
ambigua o interclasista y de la
misma forma es muy frecuente que ocurra lo contrario, es decir que algún partido adopte una identidad falsa con lo cual se torna en un falso representante con el fin de engañar al votante desviando sus
votos hacia una identidad ajena a sus intereses. Y estas prácticas políticas
retorcidas degradan el concepto mismo de
la identidad y de la representatividad. Sobre todo entre la clase trabajadora a
la que se procura confundirla con sus marrullerías.
Veamos en primer lugar el caso del partido que
oculta su identidad, ejemplo; en la
llamada democracia burguesa y su “libertad de partidos políticos”, existen
muchos y variados partidos a competir en el sufragio universal, pero, ¿A qué identidad representan estos partidos? La inmensa mayoría
representan a la burguesía como clase social, desde el momento en que
legitimaban el Estado burgués sin cuestionarlo siquiera tímidamente, cosa que
nunca lo dirán públicamente, por razones obvias pues necesitan el boto mayoritariamente
obrero y sería absurdo que se desenmascarasen diciendo, “votarnos a nuestro partido que representa la identidad de la burguesía
y nuestro propósito es alcanzar el poder para el beneficio de esta clases
social”. Cada uno de estos partido representa a sectores diferenciados de
esta identidad burguesa con intereses económicos diferenciados nacionales e
internacionales, lobbies y grupos de poderes financieros industriales
especulativos etc. en pugna por hacerse con cotas de gobierno propio como
herramienta exclusiva para el enriquecimiento personal del sector de la
burguesía al que representan, pretendiendo
arramplar cotas de gobierno para
hacer buenos y prósperos negocios
¿Podemos hablar de “libertad de partidos” cuando todos
estos partidos representan al mismo
padrón de identidad, cuando todos ellos tienen una causa común,
una sola identidad política y
es su defensa a ultranza del Estado burgués?
Un Estado que está a su servicio de su clase
social, y que les permitirá su desenvolvimiento
en seguridad como no podría ser de otra
forma pues el Estado está diseñado a su
medida de clase dominante para mantener controlada y desorientada a la clase
social trabajadora como la fuente de su
riqueza pero a la vez sin olvidar que es su enemiga potencial.
Y aquí en el escenario de la competencia
electoral y de su presunta libertad de partidos para participar en su
juego electoral no solo está el factor obstruccionista de las
limitaciones legales esta también el
factor económico. Veamos esto,
supongamos un partido de izquierdas con
identidad de clase obrera y con un programa de ruptura democrática con el
Sistema capitalista o simplemente pretende someterlo a cambios profundos que
van a obstaculizar notablemente los movimientos y las ganancias del capital,
ocurrirá que este partido de izquierda nunca podría competir electoralmente con
los partidos burgueses porque no dispone de medios económicos ni mediáticos para
entrar en campaña electoral ni siquiera para hacerse conocer. Ni prensa, ni TV.
ni radio ni dinero para publicidad porque no podemos olvidar que los poderes
mediáticos están en manos del Sistema capitalista y de sus recursos económicos,
y es obvio que boicotearan y demonizaran
sin piedad a sus enemigos políticos. Es obvio que nadie se eche piedras a su
propio tejado.
Sería un
partido invisible, ninguneado y
demonizado hasta su desaparición, pues el Sistema está montado para que
solo
los partidos de la clase pudiente burguesa, los suyos, dispongan de los
medios económicos para dejarse
ver y promocionarse y los bancos y empresarios para subvencionar solo a
los de
su clase cosa que lo hacen con profusión
donde el clientelismo el soborno y la
predicación a cambio de la subvención esta a la orden del día. En estas
condiciones la llamada libertad de partidos y su sufragio universal
no deja de ser una burda tomadura de pelo. Pero la burguesía a sabido
resolver esta carencia de partidos de izquierdas
auténticos en la concurrencia electoral,
creando y fabricando a su medida y control unos partidos llamados de
izquierda de “Cartón piedra”.
Y aquí ya entramos en el apartado del partido que
esgrime una falsa identidad, en este
caso una identidad de “obrerista y socialista”, pero que está
plenamente al servicio del Estado y del Sistema burgués. Con esta farsa la
burguesía consigue engañar al mundo del trabajo por partida doble, en la
ilusión de que tiene a mano y en quien recurrir a un partido de identidad
izquierdista que le va representar ante la avaricia del capital y sus
atropellos y también dar el pego de que se encuentra
en una democracia libre y plural, un escenario político donde tiene la
opción de escoger a un partido de “izquierdas”
al “Socialista Obrero Español” o
en su lugar a un Partido de la derecha más
casposa, al PP neo franquista. Les hace creer que pueden escoger entre lo positivo y lo negativo.
(1)
Y si ocurrió con el llamado PSOE que tras
haber sido aupado al Gobierno por unas
masas ingenuas, estas descubren treinta años después que este partido es tan corrupto e
impresentables como su presunto contrario del PP, de que ambos, el PPSOE , son
de la misma identidad burguesa amigos del capital. Y curiosamente los poderes
de este Estado han sabido sacar provecho político del escenario de frustración
surgido tras ser descubierto el burdo
montaje de la falsa identidad del PSOE, y lo han hecho tergiversando la
realidad pues no en vano disponen de laboratorios de manipulación psicológica
como la fundación FAES del PP y la de IDEAS del PSOE para estas labores de vaciar
y manipular los cerebros de sus descuidadas victimas que les permitirán sacar réditos
políticos de la energía generada por la frustración y el desencanto de aquellas
masas de votantes desengañados para encauzarla a su propio molino, al molino
del “apoliticismo” .
Y esta
jugada consiste en que el Sistema aproveche la frustración y el desengaño de
aquellos votantes que auparon al gobierno
a un partido con falsa “identidad socialista” y que tras sentirse frustrados
engañados y marcados por la decepción de
“su partido” en quien confiaron, ya solo les queda el desprecio hacia los
conceptos de “socialismo”, del
“partido político” y de la propia “política” a los que en adelante los
van considerar como simples valores negativos
generadores de corrupción, como algo que
en adelante habría que despreciar.
Actitud esta que es el caldo de cultivo del llamado “apoliticismo”, una actitud que carga en sí mismo una cierta dosis
del llamado “analfabetismo político” que el Sistema expande con profusión para
crear presas fáciles para la manipulación posterior a las masas. (2)
Así
pues hemos expuesto que el llamado “sufragio
universal” no lo es tanto así por
las limitaciones que genera una inexistente libertad, y por sus limitaciones que
son encubiertas pero reales, porque la burguesía es consciente del enorme
riesgo que supondría dar facilidades al enemigo de clase permitiéndole competir
en igualdad de condiciones y en un escenario de transparencia informativa donde
ambas partes explicasen sus programas ante las masas, que pondría al
descubierto las diferencias de intereses antagónicos entre las partes. Es decir
donde un partido de identidad socialista explicaría a los trabajadores el programa
progresista de su partido que persigue el fin de la dominación de las
oligarquías, el fin de su hegemonía , la nacionalización de los bancos, de los
servicios estratégicos de la economía y los servicios públicos, persiguiendo la
corrupción de los políticos etc. etc. Y sobre todo haciendo ver a los
trabajadores que el nuevo gobierno se pondría a su servicio primordial y bajo su propio control tras
creando los mecanismos pertinentes para crear un poder auténticamente popular.
La burguesía no es democrática porque si, no
lo es por pragmatismo, porque una autentica democracia le producirá la pérdida de su control político y ello se traduciría
en pérdidas económicas pues las políticas sociales que
beneficiarían al trabajador inevitablemente se traducen en menos ganancia para
el capital, y es sabido que su razón de ser es la ganancia y el lucro a costa
del trabajo de otros. No es democrática porque esta favorecería a sus enemigos
de clase trabajadora de la que se nutre y le interesa que siga siendo exprimida
y doblegada y sin recursos democráticos que le permitan alcanzar cotas de poder,
pues de eso depende su propia existencia. Hará lo todo posible para evitar que
no se cambie el establishment que le mantiene como clase dominante y seguirá elaborando
las leyes que beneficien a su clase social, leyes que cada vez serán más
restrictivas y opresivas para los trabajadores pues el Sistema ya hace tiempo que comenzó a degenerarse.
Una libertad autentica
de partidos donde todas las opciones e intereses políticas tengan las mismos
derechos y facilidades de promocionarse y alcanzar el poder político ( esta sería
la autentica definición de democracia ) sería la ruina del modelo del
Estado burgués, lo saben y han dejado constancia de su brutalidad en su
curriculum histórico reciente de golpes
de estado, de contrarrevoluciones, y de boicot generalizados en campañas
nacionales e internacionales, comandadas, como no, por el Imperialismo burgués
hegemónico de los EEUU. Venezuela y otros Estados en Latinoamérica son ejemplos
actuales y sangrantes del talante
“democrático” de unas burguesías que no
saben perder unas elecciones.
Otra de las “joyas “democráticas
cantadas por la burguesía es la llamada ‘‘delegación’’ de la voluntad popular soberana en el poder ejecutivo. El concepto de “soberanía” seria ciertamente atractivo y deseable
cuando su contenido fuese entendido en sus términos justos y no fuese
manipulado descaradamente hacia intereses descaradamente partidistas y
torticeros. Veamos esto con la Constitución española neo franquista de 1978 que
nos dice con ironía que “la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los
poderes del Estado” En esta definición, que
ya viene cargada con el estereotipo
interclasista de “pueblo”, que tal y como anteriormente se ha expuesto, este
llamado “pueblo” no es tal sino un valor ambiguo y confuso. Porque no es un
valor que conforme una identidad absoluta, sino más bien un conjunto de identidades diferenciadas, dos clases
sociales antagónicas y en conflicto constante,
e incluye también varias nacionalidades diferenciadas y en constante
reclamo y tensión, esto es obvio a pesar de la cerrazón e imposición neo
franquista de los que escribieron el código de obligado cumplimiento llamado “Constitución
Española”. Que no olvidemos la escribieron los neo franquistas
Si ya la “Carreta del Estado” de partida erro con una Constitución y su modelo de
Estado que impuso a la población de unos
pueblos que aun estaban temblorosos de las brutalidades del Dictador,
y a los que fue fácil engañar ofreciéndoles ventanas en lugar de puertas .Y para mas desgracia con la traición de una
izquierda que ayudaron a consumir la canallada. Quien se equivoca de camino está
condenado a volver al punto de partida y comenzar de nuevo. Quien no conoce su
historia también está obligado a repetirla. Franco nos prometía aquello del “Destino en lo universal de España” una
ilusión para idiotas que encubría y hacia felices a una minoritaria casta de asesinos y
canallas que engoraban a dos carrillos mientras quitaba de en medio a quien no era sumiso y protestaba .Porque
aquel “destino” que prometía Franco no se refería a los pueblos sometidos del
Estado, ni tampoco el destinatario era una España real, ambos conceptos
entonces solo existían en la enfermiza cabeza del dictador y sus lacayos que
poco les importaba que sus "argumentos” o disculpas para dominar a sangre
y fuego fuesen creíbles o no, sabedores de que el pueblo entiende , y muy bien,
los definitivos argumentos del miedo y el terror.
Y aquellos “argumentos” aun pesan en el subconsciente
histórico del españolito medio, como una losa paralizante deuda histórica familiar
de la que da miedo encarar pero que va ser necesario hacerlo para bien del
futuro de todos. Es como una herida heredada sin cicatrizar, se trata aun, de aquella herida que hablaba el corazón
de Antonio Machado de las dos Españas existentes, las eternas castas dominantes
y depredadoras vestidas de religión y patrias subliminares contra los pueblos
sencillos y trabajadores amantes de una paz eternamente imposible. Es una deuda que las
generaciones actuales debemos
definitivamente terminar de pagarla con nuestra praxis de lucha política
para reescribir la historia justa y
definitiva. Pero para ellos antes debemos
reencontrar la verdadera historia, conocer la descomunal farsa que nos contaron
sobre la llamada “Transición” para encontrar la autentica senda de la paz y la libertad.
El futuro de este Estado corrupto hasta la saciedad ya está
encaminado hacia un imparable e incierto devenir tal y como al día de hoy lo
podemos comprobar viendo su descomposición institucional social y política
carcomida sobre todo por una endógena corrupción, con los enormes problemas
causados por una realidad plurinacional
y por los conflictos sociales derivados de la lucha de clases que evidencian
que la “Transición” del 1978 se está derrumbando
por meritos propios
En nosotros esta que el cambio sea positivo y
definitivo y no derive en un cambio de cara Gatopardiano, cambiar algo para que
todo siga igual, es decir, dejando al Estado Monárquico neo franquista y sus
poderes facticos intactos. Y todo indica que el Régimen trabaja con denuedo en
esa senda pretendiendo implementar una
Segunda Transición, y para evitar esa presunta y desastrosa deriva es
imprescindible conocer la realidad de lo que fue aquella primera Transición. Si ya de partida heredamos una “soberanía”
contaminada de falsedades e imposiciones forzosas que podríamos
esperar del fruto que “emana” de aquella presunta “soberanía” de un Estado Monárquico que forma parte sustancial de los “Atados y bien atados” franquistas.
Y por cierto este Estado
y sus poderes nunca”emano” de una inexistente soberanía popular tal como los escribientes
de la Constitución nos cuentan tal así…“la soberanía nacional reside en el pueblo
español del que emanan los poderes del Estado” porque es obvio que el
Estado monárquico “emano” de la
voluntad de Franco, implementado más tarde por sus testaferros neo franquistas.
Este es el orden de los hechos, y a partir de ahí “emanan todos los poderes del Estado” totalmente contaminados por su origen franquista. Así pues y por
estas tierras La “voluntad popular” es un mero estereotipo que no puede delegar
absolutamente nada a un Estado prefabricado por los herederos del Dictador a su
medida. Y con este curricum el lector ya podrá tener una idea de la naturaleza de
los consiguientes “Poderes ejecutivos” que tenemos por aquí (3)
Hablar de La libertad de expresión o de prensa por estas tierras suena
a chiste. Abundan, eso sí, infinidad
de medios de expresión TV. Prensa, radios, cine etc. pero no confundamos la
cantidad con la calidad, porque todos
ellos o al menos los más poderosos e
influyentes son afines al Estado
Monárquico y a su ideología dominante, utilizados sus recursos mediáticos, no para la
información objetiva e imparcial, sino como armas para la manipulación
monocolor y la expansión de su ideología dominante como pensamiento único que abarque todo el
espectro de la opinión, sobre todo para su aplicación práctica de crear
tendencias electorales durante todo el ano, es decir haciendo campaña electoral los 365 días del año a
favor de la legitimación democrática del Estado Monárquico heredado del
franquismo y de la propia identidad
burguesa
Porque no olvidemos la obviedad de que los
detentadores del capital, los propietarios de esos medios, siempre se
posicionaran políticamente al lado del capitalismo y de los intereses de su propia clase social
burguesía y sobre todo del Estado Monárquico heredado de Franco. Sería una muestra de descomunal ingenuidad
pensar que un medio informativo de
prensa, radio, TV etc. cuyos
propietarios o sus consejos de administración
que pertenecen al mundo del capital y las finanzas, pudieran dedicarse a tirar piedras a su propio tejado que cubre
sus interese económicos para posicionándose al lado de las reivindicaciones y de las
luchas políticas de los trabajadores, es decir hacia postulados de izquierda,
que cuestionen la legitimidad del Estado porque estas luchas siempre serán
la expresión de la lucha de clases , de
una lucha entre los trabajadores y la burguesía, y los propietarios de los
medios de comunicación siempre estarán
en el bando de la burguesía a no ser que algún medio concreto, haya sido
financiado y administrado directamente por los propios trabajadores.
Cosa muy difícil por las
presiones y dificultades de financiación de todo tipo que el propio Sistema
ejercería sobre ese medio al que lo considerarían rebelde y un enemigo a abatir y que no tardaría en
ser asfixiado o cerrado ‘’legalmente‘ ’sin más
con las siempre recurrentes acusaciones de “alentar el terrorismo” u
otras similares tal y como ocurrió con el diario EGIN, y varias radios y
publicaciones en Euskara Herirá que fueron financiadas por subscripción popular.
Así pues, la tan cacareada”Libertad de prensa” no deja de ser una
falacia más del Régimen. Y no solo porque los empresarios de los medios regionales
o nacionales pertenecen al bando empresarial capitalista, enemigo estructural
de la clase trabajadora que les obligara siempre a ser parciales e interesados
en el tratamiento de las noticias, siempre en pro de la “causa del capital” sino
que además, en esta etapa del capitalismo neoliberal avanzado, el espacio
mediático global ya hace un tiempo que está copado y controlado por los grandes
oligopolios y agencias mediáticas
mundiales que pretenden crear y modelar las mentes con un pensamiento único
uniformizado y controlado, sobre todo en
los temas informativos internacionales que siempre son distribuidos con
un tratamiento parcial e ideológico
favorable a los intereses geoestratégicos de Occidente que son marcados en las siniestras oficina del
Imperialismo hegemónico de los EEUU.
Ejemplos gráficos los tenemos en las
vergonzosas y tendenciosas informaciones
sobre las guerras que últimamente están ocurriendo en el mundo, en la
antigua Yugoslavia, en Irak, Palestina,
Libia, Siria, Ucrania etc. Cuya versión de los hechos es una burda e
imaginaria novela partidista favorable siempre a las turbias maniobras
de la
OTAN en esos territorios pero que los medios de todo el espectro
mediático
Occidental repiten sumisos como papanatas. Y en Venezuela, donde la
demonización del Chavismo es una autentica declaración de guerra
mediática abanderada por los oligopolios mediáticos Occidentales,
siempre coincidentes, que al unisonó nos bombardean las imaginarias
maldades
del Chavismo exclusivamente para crear un caldo de cultivo partidista y
mediático que favorezca la caída del Chavismo. Todo, descaradamente
promocionado y financiado por los EEUU que harán lo que sea para
recuperar
aquella Venezuela neocolonial anterior absolutamente vendida al
Capitalismo
Yanqui. (4)
La
llamada independencia de poderes es uno más de los tópicos de la ideología dominante burguesa pues
no son ni por asomo independientes. El legislativo, el ejecutivo y el judicial,
son los tres poderes que deberían conforma un Estado llamado democrático y que
suele ser el órgano político superior de una
sociedad organizada. Un Estado que solo puede estar al servicio
prioritario de la clase social burguesa o al servicio de la clase social
trabajadora, lo cual invalida cualquier opción de independencia política, es
decir la posibilidad de tomar una postura de neutralidad. El Estado estará
siempre comprometido políticamente en favorecer primordialmente a una de las
dos clases sociales que conforman nuestra sociedad, un estado neutral, apartidista, independiente, solo puede
existir en la cínica propaganda política de la ideología burguesa, muy
consciente de ello pero lo hace por razones pragmáticas obvias.
El lector tiene suficiente material teórico expuesto
anteriormente que corrobora esta idea de la inexistente independencia de los
poderes en cualquier Estado, sea del signo que sea. Ni en las Democracias
burguesas donde sus poderes son dependientes de los intereses de la minoritaria
clase burguesía, ni en las Democracias
Populares donde sus poderes son dependientes de los intereses de la mayoritaria
clase trabajadora. Ya de partida toda Constitución es escrita para favorecer
primordialmente a una clase social determinada, y nuca a las dos a la vez
porque sus interese son antagónicos.
Un Estado al servicio exclusivo de los
intereses de una presunta ciudadanía
interclasista es una falacia puesto que los intereses de ambas clases sociales
son antagónicos e irreconciliables
Mientras la burguesía engorda y existe gracias a lo
que exprime a los trabajadores estos sufrirán
como clase social de las carencias que
la burguesía se apropia para su propio enriquecimiento y despilfarro. Solo tenemos que ver las
históricas y sangrantes diferencias sociales
de ayer hoy y también en el futuro si no lo remediamos antes.
Y esta realidad es lo que hace y define al Estado como el órgano rector que va regular
el dominio de una clase sobre la otra, buscando su estabilidad y dominio permanente, controlando y dominando
a la parte contraria en los esquemas surgidos por la lucha de clases. En
aquellos episodios conflictivos derivados de esas luchas es el Estado quien
dirime lo “justo” y lo “injusto” con sus leyes y con su monopolio de la violencia
y nadie duda de que toma partido abiertamente hacia el Sistema empleando
su violencia a la que considera legal .El poder siempre tendrá la “Razón de
Estado”- Cuando la lucha de clases es desproporcional, la violencia del Estado
es también desproporcionada porque en
realidad está en juego y en cuestión la “razón
de Estado”. Incluso se saltan sus propias leyes, es en realidad un Estado
de guerra donde se juegan el Poder político y no suelen mostrar debilidad ante
sus enemigos de clase.
La película historica “ Sacco y Vanzetti”, 1971,
de Giuliano Montaldo, es una excelente explicación practica y pedagógica del
cinismo de la burguesía (en este caso en los EEUU en 1920) y la farsa de su
modelo de “Estado de Derecho” y de su presunta
“División de Poderes” cuando la
estabilidad del Sistema corre peligro. Cosa que ocurrió en aquellos convulsos
años de los años 20 y sus radicales luchas obreras. El Sistema quiso dar un
escarmiento para atemorizar a un
movimiento obrero muy radicalizado ejecutando a
Sacco y Vanzetti, dos líderes obreros anarquistas, en una farsa de
juicio acusándoles de ser ladrones y asesinos con falsas pruebas montadas. Al
Poder judicial no le importo dar el veredicto de culpables sabiendo que eran
inocentes, porque estaba en juego el “Interés de Estado“y había que actuar en
consecuencia.
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