miércoles, 9 de marzo de 2016

EL MITO DE LA LLAMADA “DEMOCRACIA” OCCIDENTAL

                                 
             Se  habla mucho del concepto de democracia pero ¿Acaso tenemos certeza de conocer en profundidad su significado,  o simplemente nos limitamos a engullir este y otros conceptos similares  sin más eludiendo la necesaria digestión de su contenido ideológico en nuestros cerebros? Porque estamos hablando de mensajes  conceptuales que la ideología dominante burguesa expande en nuestro entorno descargando sus valores, que son los suyos ,los de una privilegiada clase social y no son los  de la inmensa mayoría de la sociedad trabajadora.Cerebros que no caen en la cuenta de que esos valores conceptuales no son ni absolutos ni imparciales ni permanentes, sino todo lo contrario. Cerebros que sin duda están confinantes y desprotegidos porque ni por casualidad se les ocurre pensar que eso pueda  ocurrir siquiera. 
Por Beniezu



           Es importante indagar en el concepto de “Democracia” en general y en el de la llamada ‘‘Democracia  burguesa’’ en particular que sin duda es uno de los  conceptos más  significativo y emblemáticos  para entender el conjunto de la ideología política burguesa que impera  en las sociedades Occidentales. Y esta tarea es importante  desde la necesidad de poseer una  perspectiva objetiva de la política, entendiendo esta no desde una visión cerrada y limitada  a un solo punto de vista  sino que es necesario contemplarla desde una visión amplia comparativa y global y para ello es necesario el conocimiento de ‘‘las otras’’ versiones del mundo conceptual político.
        De momento vamos a bucear lo más hondo posible en la ideología dominante  de nuestro entorno esa que el Poder suele  describir como la “versión oficial” de los conceptos, hechos y acontecimientos políticos-económicos-sociales etc. Con el fin de acumular conocimientos que serán el necesario equipaje  para el viaje del saber cuyo destino final será la de disponer un criterio propio personal de las distintas realidades circundantes  concretas, que solo podrá estar vasado en el contraste  la síntesis y la resolución cognoscitiva  sobre  las diferentes ‘‘verdades oficiales’’ de otras y variadas interpretaciones que se dan sobre cualquier concepto y sobre todo sobre los conceptos políticos que siempre serán susceptibles de ser manipulados.

         Cuando solo se conoce y se asimila una sola versión de una presunta realidad socio política y se la da como correcta, se estará condicionado por el no conocimiento de otras versiones de la realidad, independientemente de que estas sean “reales” o “falsas”, términos estos ambiguos y siempre condicionados, cosa que condicionara al sujeto a la subjetividad en los criterios propios pues se estará condicionado por el factor del desconocimiento de otras “posibles verdades”. Su conocimiento nunca será ni objetivo ni universal, será partidista y subjetivo además de incompleto porque toda aquella presunta ‘‘verdad’’­ en su concepción política e ideológica,  es variable y siempre condicionada ideológicamente por el poder del Estado que es el que la genera y expande como la ideología conceptual dominante que pretenderá dominar en el ámbito de su espacio de dominio expandiéndola a través de sus aparatos institucionales, mediáticos, culturales, publicidad etc. imponiéndola con  rango de oficialidad de ‘‘verdadera’’ y de legitima.




             Y por tanto esta presunta y circunstancial ‘‘verdad’’­ nunca será absoluta sino variable  relativa y condicionada por la ideología dominante que es expandida por el Estado y por ende su contenido ideológico será  susceptible de mudar cuando el propio poder Político del Estado y su control, también mudan de contenido y orientación haciendo que se implante un nuevo modelo de hacer política y de entender el mundo conceptual, es decir de una nueva ideología dominante.
          Y así cuando el poder político del Estrado cambia y ha pasando a un sujeto político con identidad política ‘‘contraria” en contenidos ideológicos, la ideología dominante que se expandirá por el territorio será sustancialmente diferente y contradictoria. Y es importante conocer que el ‘‘contrario’’ político del Poder de la burguesía  instalado en las sociedades Occidentales  solo podrá ser la clase trabajadora portadora potencialmente de su propio mundo conceptual sustancialmente diferente y contradictorio de la ‘‘verdad­’’ que expande la ideología burguesa sencillamente porque los intereses de ambas clases sociales son diferentes y antagónicos. Y la naturaleza de esos intereses diferentes y contradictorios serán los que marquen las diferencias ideologicas. Porque no olvidemos que las “ideologías “son la expresión y la definición del poder de una u otra clase social.
           También hay quien define los conceptos y sobre todo este concepto de ‘‘Democracia’’­ de una forma ambigua e interclasista, que siempre será una versión incompleta y manipulable. Modelo este al cual la burguesía suele recurrir y oficializar ideológicamente para evitar entrar en el reconocimiento de las clases sociales. Ejemplo grafico de esto es la visión sesgada que  la enciclopedia mediática Wikipedía utiliza para expandir y definir los conceptos políticos. Y así nos dice que  ‘‘Democracia” es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes .’’
           Wikipedía, igual que la Real Academia de la Lengua Española, cumplen su papel de transmitir y legitimar la ideología dominante burguesa que bajo el prurito del academicismo que bajo la tutela y el  control del Estado, define y blinda los conceptos políticos siempre en  interés  propio como clase social dominante. Pero, claro muy sutilmente, con verdades a medias y ambigüedades interesadas. Fijémonos en el empleo interclasista de los conceptos, el ‘‘conjunto de la sociedad.’’ y el de  ‘‘pueblo.’’,  términos genéricos que incluye a la totalidad de la población de un Estado  como el único sujeto político protagonista en los entramados de la  liza electoral  y de su concepción de la democracia y  donde todos los sujetos de un Estado parecen ser que se desenvuelven en armonía  y en igualdad de intereses con sus  circunstancias sociales de acceso a las riquezas  igualitarias y en idílica convivencia, donde sus más apremiantes necesidades materiales y sociales, nos pretenden decir, parece que están resueltos y cubiertos por igual, y por unos idénticos representantes político,  es decir que la clase trabajadora compuesta por  pobres y  explotados tienen al mismo representante político que desde el Gobierno va defender los intereses de los explotadores, empresarios, banqueros , el FMI etc.  
           Toda esta desquiciada y descomunal falacia  pretende  pintarnos una irreal  sociedad  sin clases sociales ni castas privilegiadas, todos ricos  felices  e iguales socialmente, en una sociedad compuesta por ‘‘ciudadanos’’ termino interclasista este muy del gusto de la burguesía. Pero todo es una irreal e interesada descripción expandida mediáticamente y escrita sobre el papel de  sus propias leyes para nada imparciales porque la sangrante realidad de las desigualdades que provocan la miseria y la explotación va por el camino de la realidad.
       Y esta  visión política intencionadamente irreal no es para nada banal ni casual, y ni tampoco un lapsus en la narración, es totalmente intencionada  para brindar el  discurso político del interclasismo,  teoría esta que es la  base de la ideología burguesa que domina la sociedad Occidental. Y aquí hemos llegado al meollo de la cuestión, esa de que es un engaño  político descomunal considerar a la totalidad de la sociedad como un único sujeto político, esa intencionada e interesada costumbre de los ideólogos burgueses  de denominar a la sociedad en su conjunto configurada políticamente como ‘‘pueblo­’’ o ‘‘ciudadanía­’’, ignorando  la realidad sangrante  de que las sociedades controladas por la burguesía están divididas en clases sociales, los que dominan y explotan y los dominados y explotados.
            Y una vez clarificadas  estas importantes cuestiones ideológicas nos hará  más accesibles al conocimiento de aquellos conceptos estereotipados expandidos por la ideología burguesa para que podamos hacerlos transparentes. Y ya desde aquí ya podemos preguntarnos  ¿Tenemos acaso  claro cuáles son los máximos fundamentos del concepto de  Democracia y cuál es la ralla roja que  le  diferencia  de la llamada Dictadura? Y también, ¿ Acaso hemos pensado en profundidad en si esos términos que  comúnmente definen la  Democracia y la Libertad son los mismos que representan y satisfacen a la mayoritaria clase trabajadora  y asalariada  que a los  que representan a la clase burguesa  y empresarial ? ¿Acaso el concepto de la  ‘‘Democracia­’’ es un valor común para todas las  clases sociales y demás sectores de la sociedad ?
             Es evidente que es una descomunal incongruencia que en política sea el mismo amigo y testaferro el que se ocupa de dejar  felices y satisfechos a empresarios, banqueros y oligarcas  y a la vez a las clases trabajadoras, a los desahuciados y parias de la tierra. Como si todos serian hermanos e hijos de un  mismo padre bondadoso llamado Estado capitalista. Cuando la realidad es que el Sistema capitalista burgués genera dos mundos diferenciados y enfrentados en una lucha llamada Lucha de clases (cada vez más radical) que incluye también  un enfrentamiento conceptual e ideológico que hace que la ideología burguesa se niegue a reconocer y se ufana por ocultar la realidad de las clases sociales y de la lucha de clases para sustituirlo  por una imagen irreal de una inexistente concordia de clases  inventándose el concepto de ’’Ciudadanos’’.
        La llamada “Democracia  Burguesa’’, no es un concepto de democracia universal, es  un concepto referente  a la clase social que la ha escrito e impuesto para defender sus intereses de clase. Y lo hace para  imponerla y  para dominar  en todos los ámbitos de la sociedad capitalista actual, en lo económico en lo político, en lo cultural etc. a través de sus resortes de poder y control del Estado, y básicamente lo hace para satisfacer a la propia burguesía a costa del trabajador que es la clase social que generadora de  riqueza con su trabajo.

            El fundamento de la ideología dominante burguesa cuando concibe tan solo a una sola clase social ‘’ciudadana’’ lo hace para así ignorar la cruda realidad de las diferencias sociales y escabullirse de  su  absoluta responsabilidad como clase social privilegiada  causante de las penalidades de la clase trabajadora de la cual se nutre tras exprimirla. Y aunque la ignora absolutamente en su relato político, bien que se suele aprovechar de su existencia como “clase social sin derecho a ser reconocida como tal” La derecha o la clase social burguesa en su praxis política, como es evidente, la ignora totalmente pero eso no es obstáculo para que se beneficie y en exclusividad como la máxima destinataria de sus políticas a costa de los trabajadores.


                Y tras este preámbulo demos pues un repaso a las ‘’maravillosas’’ esencias políticas del  mal llamado “Mundo libre Occidental “y  a  su cacareada ‘’democracia burguesa ’’que fundamentalmente  se asiente  en diversos tópicos que son ensalzados y sublimizados hasta la saciedad  por sus escribientes  y adalides  de contrata por supuesto, al servicio de esta ideología burguesa y  que  podríamos resumirlas en algunos de sus tópicos más cacareados  y emblemáticos.
1)    El  ‘‘democrático’’ sufragio universal y la ‘‘libertad’’ de partidos políticos
2)    La ‘‘delegación’’ de la voluntad popular – la soberanía  – en el poder ejecutivo.
3)    La ‘‘libertad’’ de expresión o de prensa
4)    La ‘‘independencia’’ de los poderes del Estado
              El “sufragio universal” es descrito por la mediática Enciclopedia Wikipedía de esta forma: “El sufragio  universal consiste en la dotación del derecho al voto a toda la población adulta independientemente de su raza sexo, creencias o condición social de un Estado” una forma muy sutil y ambigua de describir toda una teoría política que carga numerosos desatinos y carencias. El mal  llamado “sufragio universal burgués” que no es tan universal ni tan democrático como lo define el propio concepto sino profundamente sectario y clasista. Veamos esto,  este sufragio esta vasado en la concurrencia electoral de los  partidos políticos a los que se les considera representativos de una identidad política concreta de las diversas que van a concurrir en la  liza electoral determinada. Y va ser el propio partido político, su naturaleza y composición, el factor determinante en el juego político el que va determinar la naturaleza del propio “sufragio universal”  
          
           Definamos pues los fundamentos teóricos del propio partido político para después  aclarar el autentico significado del concepto ‘’libertad de partidos políticos’’. Veremos cuál es su función y cuáles son los valores que definen y les diferencian a unos de los otros en la llamada concurrencia electoral.  Teóricamente se supone que cada partido es una agrupación organizada y representativa de los diversos intereses propios de un grupo, nacionalidad, etnia o clase social concreta que configuran lo que llamaremos una identidad política concreta y diferenciada de otros  grupos  políticos.

   Simplificando podríamos definir al partido como la herramienta política que representa los intereses de una identidad política concreta y  diferenciada, y cuya finalidad suele ser la de utilizar los mecanismos de la democracia y del sufragio electoral para alcanzar los poderes políticos en base a una mayoría conseguida en las urnas para la implementación y la defensa de esos intereses diferenciados, pues cada partido compite electoralmente con los otros partidos para poner en práctica su propio programa.
         Y es interesante  que incidamos en los factores de la  identidad  y de la  representatividad de cada partido, para entender la función sociopolítica misma del partido. Y sobre  el factor de identidad diremos que es aquello que une a todos los partidarios o miembros de un mismo  partido, siendo a la vez aquello que los separa y enfrenta del partido contrario o diferente. Y este antagonismo es consustancial a todo partido político  es decir  siempre habrá otra u otras que explican la razón de ser de todo  partido político.  
         Y de ahí  el fundamento de la existencia del Partido político porque  si solo habría una única identidad política en la sociedad significaría que en esta impera el equilibrio y la armonía política y nadie se organizaría en un partido para conquistar lo que ya posee  o existe, pues sería obvio que los intereses de una comunidad social ya estarían a salvo por ser  única y colectiva esa identidad. Pero infelizmente nos encontramos en una sociedad donde conviven múltiples intereses diferenciados, sobre todo, económicos y políticos. Y esto que parece obvio, como iremos viendo, es una de las clave de las marrullerías ideologías de la política burguesa.
               La identidad es pues el factor que une a un colectivo concreto, y es la suma de todos aquellos  factores o intereses comunes, económicos, profesionales, culturales políticos, de clase social etc. Ejemplo: un partido republicano tiene su razón de ser la de enfrentarse a otro contrario con identidad de partido monárquico. Un partido con identidad nacionalista que procura la independencia de su país se enfrentara a otro/os  partidos con identidad nacionalista- anexionista que niegan este derecho. Partidos burgueses identificados con la supremacía de su clase social burguesa como clase dominante a costa de la clase trabajadora se enfrentaran a aquellos partidos socialista-comunistas que aspiran a una sociedad sin clases donde la dirección política este en manos de la clase trabajadora mayoritaria etc.etc. Vemos pues que es el antagonismo  de identidades políticas lo que determina y define la naturaleza real del partido político.
         Y respeto a esta identidad cada partido tiene su propio proyecto político que siempre tendrá enfrente o al lado otros partidos. Serán enemigos cuando sus proyectos son contrarios y antagónicos y serán amigos cuando hay afinidades en sus respectivos proyectos. Y si hablamos de proyectos políticos debemos hablar de la “alma mater” universal que da vida y contenido a la propia política, debemos hablar de la sustancia y la raíz que determina toda expresión política, hablemos del ESTADO, su función, su naturaleza, su composición, y sobre todo al servicio prioritario de quien esta, que en las sociedad modernas solo puede estar al servicio de la burguesía como clase social, o al servicio de la clase trabajadora como la parte más mayoritaria del pueblo.
             Y esta realidad del Estado, axioma diríamos por su evidencia, es ocultada con denuedo por la ideología burguesa, pretendiendo ocultar su mayor “pecado” político a los ojos de sus víctimas con el fin de ocultar  la puerta de su libertad que supone ocultar la realidad de la función del Estado, porque el Estado es la puerta y a la vez  la llave de la emancipación o de la esclavitud, dependiendo al servicio de qué   intereses o clase social  se posicione.  Y es esta evidencia del papel del Estado lo que la burguesía intenta ocultarla y gracias a sus marrullerías ideológicas y  técnicas de manipulación mediática lo suele conseguir con bastante éxito.
          De ahí que la burguesía considera  al partido político como una institución más al servicio del Estado, de un Estado a su servicio, como clases social exclusivamente para hacerlo operativo y legitimarlo, solo para hacer presuntos “retoques” en sus gobiernos cambiantes ( cambiar algo para que todo siga igual) y no como una herramienta para representar y alcanzar una identidad política contraria a la establecida  en su sentido amplio, es decir para alcanzar el poder del Estado y transformarlo radicalmente de identidad y de representatividad. La burguesía en sus proclamas electorales, no menciona ni por asomo, la posibilidad de conquistar el poder del Estad, porque este poder es de su exclusividad.
            Es obvio que en el Estado español no es legal un Partido Republicano que propugne la abdicación o la caída de la Monarquía, es obvio que existe una carencia de libertad efectiva ( simplemente son tolerados por que están incapacitadas e inoperantes) para aquellos partidos políticos cuya identidad política sea contraria al orden político establecido y determinado por la forma y contenido del Estado Monárquico, y no debemos olvidar que en política es la propia naturaleza del  Estado el que determina aquellos aspectos fundamentales del desarrollo del bienestar social que se posicionara inequívocamente al servicio de que clase social estará.
             Lo cual ya nos está clarificando al Estado burgués  como un Estado fallido en libertades en tanto  en cuanto imposibilita competir democráticamente otras opciones políticas diferentes a la suya. Y como si no podremos llamar al modelo de Estado burgués que no permite de hecho que el sector más mayoritario y desfavorecido de la sociedad pueda  organizarse en torno a su propia identidad diferenciada y concurrir a unas elecciones que le posibiliten la toma del poder político para poder emanciparse. Este impedimento que niega la llave de su libertad estará condenando a la clase trabajadora  en su conjunto a ser sujetos sin el derecho a emanciparse, a ser una clase social condenada al ostracismo  político y social de por vida
         Y así el concepto que el Sistema burguesía tiene del partido y de su “Concurrencia electoral” es  el de considerarlo a este como una institución más, dentro y afín al Sistema, a su Sistema burgués, y al Estado que lo implementa para evitar precisamente que un partido anti sistema con su programa cuestione el Sistema y al Estado que lo mantiene. Y esto quiere decir que las posibilidades de hacer reformas profundas desde dentro del Sistema, es de hecho nula, Solo se podrán cambiar a unos individuos de “diferentes” partidos, pero todos ellos representan a la misma identidad burguesa y a su modelo de Estado.
         Y tras aclarar el concepto de la identidad veamos el concepto de la representatividad que por lógica parece que  ambos valores deberían ir juntos e inseparables, y sería impensable la existencia de un partido político sin una identidad, pero en la práctica y en la sociedad burguesa esta identidad de partido es ocultada en innumerables ocasiones por razones de estrategia política, apoyándose en una identidad ambigua o interclasista y de la misma forma es muy frecuente que ocurra lo contrario, es decir que algún  partido adopte una identidad falsa con lo cual se torna en un falso representante con el fin de engañar al votante desviando sus votos hacia una identidad ajena a sus intereses. Y estas prácticas políticas retorcidas  degradan el concepto mismo de la identidad y de la representatividad. Sobre todo entre la clase trabajadora a la que se procura confundirla con sus marrullerías.
            Veamos en primer lugar el caso del partido que oculta su identidad, ejemplo;  en la llamada democracia burguesa y su “libertad de partidos políticos”, existen muchos y variados partidos a competir en el sufragio universal, pero, ¿A qué identidad  representan estos partidos? La inmensa mayoría representan a la burguesía como clase social, desde el momento en que legitimaban el Estado burgués sin cuestionarlo siquiera tímidamente, cosa que nunca lo dirán públicamente, por razones obvias pues necesitan el boto mayoritariamente obrero y sería absurdo que se desenmascarasen diciendo, “votarnos a nuestro partido que representa la identidad de la burguesía y nuestro propósito es alcanzar el poder para el beneficio de esta clases social”. Cada uno de estos partido representa a sectores diferenciados de esta identidad burguesa con intereses económicos diferenciados nacionales e internacionales, lobbies y grupos de poderes financieros industriales especulativos etc. en pugna por hacerse con cotas de gobierno propio como herramienta exclusiva para el enriquecimiento personal del sector de la burguesía al que representan, pretendiendo  arramplar  cotas de gobierno para hacer  buenos y prósperos negocios
          ¿Podemos hablar de “libertad de partidos” cuando todos estos  partidos representan al mismo padrón de identidad, cuando todos ellos tienen una causa común,  una sola identidad  política y es su defensa a ultranza del Estado burgués? Un Estado que está a su  servicio de su clase social, y que les  permitirá su desenvolvimiento en seguridad  como no podría ser de otra forma pues  el Estado está diseñado a su medida de clase dominante para mantener controlada y desorientada a la clase social trabajadora como  la fuente de su riqueza pero a la vez sin olvidar que es su enemiga potencial.
            Y aquí en el escenario de la competencia electoral y de su presunta libertad de partidos para participar  en su  juego electoral no solo está el factor obstruccionista de las limitaciones legales esta también  el factor económico.  Veamos esto, supongamos  un partido de izquierdas con identidad de clase obrera y con un programa de ruptura democrática con el Sistema capitalista o simplemente pretende someterlo a cambios profundos que van a obstaculizar notablemente los movimientos y las ganancias del capital, ocurrirá que este partido de izquierda nunca podría competir electoralmente con los partidos burgueses porque no dispone de medios económicos ni mediáticos para entrar en campaña electoral ni siquiera para hacerse conocer. Ni prensa, ni TV. ni radio ni dinero para publicidad porque no podemos olvidar que los poderes mediáticos están en manos del Sistema capitalista y de sus recursos económicos, y es obvio que  boicotearan y demonizaran sin piedad a sus enemigos políticos. Es obvio que nadie se eche piedras a su propio tejado.
           Sería un partido invisible, ninguneado y demonizado hasta su desaparición, pues el Sistema está montado para que solo los partidos de la clase pudiente burguesa, los suyos,  dispongan de los medios económicos para dejarse ver y promocionarse y los bancos y empresarios para subvencionar solo a los de su clase  cosa que lo hacen con profusión donde el clientelismo  el soborno y la predicación a cambio de la subvención esta a la orden del día.  En estas condiciones la llamada  libertad de partidos y su sufragio universal no deja de ser una burda tomadura de pelo. Pero la burguesía a sabido  resolver esta carencia de partidos de izquierdas auténticos  en la concurrencia electoral, creando y fabricando a su medida y control unos  partidos llamados  de izquierda de “Cartón piedra”.

   
            Y aquí ya entramos en el apartado del partido que esgrime una falsa identidad, en este caso una identidad  de “obrerista y socialista”, pero que está plenamente al servicio del Estado y del Sistema burgués. Con esta farsa la burguesía consigue engañar al mundo del trabajo por partida doble, en la ilusión de que tiene a mano y en quien recurrir a un partido de identidad izquierdista que le va representar ante la avaricia del capital y sus atropellos y también dar el pego de que se encuentra en una democracia libre y plural, un escenario político donde tiene la opción de escoger a un partido de “izquierdas” al “Socialista Obrero Español” o  en su lugar a un Partido de la derecha más casposa, al PP neo franquista. Les hace creer que  pueden escoger entre lo positivo y lo negativo. (1)
            Y si ocurrió con el llamado PSOE que tras haber  sido aupado al Gobierno por unas masas ingenuas, estas descubren treinta años después  que este partido es tan corrupto e impresentables como su presunto contrario del PP, de que ambos, el PPSOE , son de la misma identidad burguesa amigos del capital. Y curiosamente los poderes de este Estado han sabido sacar provecho político del escenario de frustración surgido  tras ser descubierto el burdo montaje de la falsa identidad del PSOE, y lo han hecho tergiversando la realidad pues no en vano disponen de laboratorios de manipulación psicológica como la fundación FAES del PP y la de IDEAS del PSOE para estas labores de vaciar y manipular los cerebros de sus descuidadas victimas que les permitirán sacar réditos políticos de la energía generada por la frustración y el desencanto de aquellas masas de votantes desengañados para encauzarla a su propio molino, al molino del “apoliticismo” . 
        Y esta jugada consiste en que el Sistema aproveche la frustración y el desengaño de aquellos votantes  que auparon al gobierno a un partido con falsa “identidad  socialista” y que tras sentirse frustrados  engañados y marcados por la decepción de “su partido” en quien confiaron, ya solo les queda el desprecio  hacia los  conceptos de “socialismo”, del “partido político” y de la propia “política” a los que en adelante los van  considerar como simples valores negativos generadores de corrupción,  como algo que en adelante habría que despreciar.  Actitud esta que es el caldo de cultivo del llamado “apoliticismo”, una actitud que carga en sí mismo una cierta dosis del llamado  “analfabetismo político” que el Sistema expande con profusión para crear presas fáciles para la manipulación posterior a las masas. (2)
          Así pues hemos expuesto que el llamado “sufragio universal” no lo  es tanto así por las limitaciones que genera una inexistente libertad, y por sus limitaciones que son encubiertas pero reales, porque la burguesía es consciente del enorme riesgo que supondría dar facilidades al enemigo de clase permitiéndole competir en igualdad de condiciones y en un escenario de transparencia informativa donde ambas partes explicasen sus programas ante las masas, que pondría al descubierto las diferencias de intereses antagónicos entre las partes. Es decir donde un  partido de identidad socialista explicaría a los trabajadores el programa progresista de su partido que persigue el fin de la dominación de las oligarquías, el fin de su hegemonía , la nacionalización de los bancos, de los servicios estratégicos de la economía y los servicios públicos, persiguiendo la corrupción de los políticos etc. etc. Y sobre todo haciendo ver a los trabajadores que el nuevo gobierno se pondría a su  servicio primordial y bajo su propio control tras creando los mecanismos pertinentes para crear un poder auténticamente popular.
          La burguesía no es democrática porque si, no lo es por pragmatismo, porque una autentica democracia le producirá la  pérdida de su control político y ello se traduciría  en pérdidas  económicas pues las políticas sociales que beneficiarían al trabajador inevitablemente se traducen en menos ganancia para el capital, y es sabido que su razón de ser es la ganancia y el lucro a costa del trabajo de otros. No es democrática porque esta favorecería a sus enemigos de clase trabajadora de la que se nutre y le interesa que siga siendo exprimida y doblegada y sin recursos democráticos que le permitan alcanzar cotas de poder, pues de eso depende su propia existencia. Hará lo todo posible para evitar que no se cambie el establishment que le mantiene como clase dominante y seguirá elaborando las leyes que beneficien a su clase social, leyes que cada vez serán más restrictivas y opresivas para los trabajadores  pues el Sistema ya hace tiempo que comenzó a degenerarse.
            Una libertad autentica de partidos donde todas las opciones e intereses políticas tengan las mismos derechos y facilidades de promocionarse ­y alcanzar el poder político ( esta sería la autentica definición de democracia ) sería la ruina del modelo del Estado burgués, lo saben y han dejado constancia de su brutalidad en su curriculum  histórico reciente de golpes de estado, de contrarrevoluciones, y de boicot generalizados en campañas nacionales e internacionales, comandadas, como no, por el Imperialismo burgués hegemónico de los  EEUU.  Venezuela  y otros Estados en Latinoamérica son ejemplos actuales y sangrantes  del talante “democrático” de unas  burguesías que no saben perder unas elecciones.
            Otra de las “joyas “democráticas cantadas por la burguesía es la llamada  ‘‘delegación’’ de la voluntad popular soberana en el poder ejecutivo. El concepto de “soberanía” seria ciertamente atractivo y deseable cuando su contenido fuese entendido en sus términos justos y no fuese manipulado descaradamente hacia intereses descaradamente partidistas y torticeros. Veamos esto con la Constitución española neo franquista de 1978 que nos dice con ironía que “la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado” En esta definición, que ya viene  cargada con el estereotipo interclasista de “pueblo”, que tal y como anteriormente se ha expuesto, este llamado “pueblo” no es tal sino un valor ambiguo y confuso. Porque no es un valor que conforme una identidad absoluta, sino más bien un conjunto de identidades diferenciadas, dos clases sociales antagónicas y en conflicto constante,  e incluye también varias nacionalidades diferenciadas y en constante reclamo y tensión, esto es obvio a pesar de la cerrazón e imposición neo franquista de los que escribieron el código de obligado cumplimiento llamado “Constitución Española”. Que no olvidemos la escribieron los neo franquistas
           Si ya la “Carreta del Estado” de partida  erro con una Constitución y su modelo de Estado  que impuso a la población de unos  pueblos que aun  estaban temblorosos de las brutalidades del Dictador, y a los que fue fácil engañar ofreciéndoles ventanas en lugar de puertas .Y  para mas desgracia con la traición de una izquierda que ayudaron a consumir la canallada. Quien se equivoca de camino está condenado a volver al punto de partida y comenzar de nuevo. Quien no conoce su historia también está obligado a repetirla. Franco nos prometía aquello del “Destino en lo universal de España” una ilusión para idiotas que encubría y hacia felices  a una minoritaria casta de asesinos y canallas que engoraban a dos carrillos mientras quitaba de en medio  a quien no era sumiso y protestaba .Porque aquel “destino” que prometía Franco no se refería a los pueblos sometidos del Estado, ni tampoco el destinatario era una España real, ambos conceptos entonces solo existían en la enfermiza cabeza del dictador y sus lacayos que poco les importaba que sus "argumentos” o disculpas para dominar a sangre y fuego fuesen creíbles o no, sabedores de que el pueblo entiende , y muy bien, los definitivos argumentos del miedo y el terror.
            Y aquellos “argumentos” aun pesan en el subconsciente histórico del españolito medio, como una losa paralizante deuda histórica familiar de la que da miedo encarar pero que va ser necesario hacerlo para bien del futuro de todos. Es como una herida heredada sin cicatrizar, se trata  aun, de aquella herida que hablaba el corazón de Antonio Machado de las dos Españas existentes, las eternas castas dominantes y depredadoras vestidas de religión y patrias subliminares contra los pueblos sencillos y trabajadores amantes de una  paz eternamente imposible. Es una deuda que las generaciones actuales  debemos definitivamente terminar de pagarla con nuestra praxis de lucha política para  reescribir la historia justa y definitiva.  Pero para ellos antes debemos reencontrar la verdadera historia, conocer la descomunal farsa que nos contaron sobre la llamada “Transición”  para  encontrar la autentica senda de la paz y la libertad.
          El futuro  de este Estado corrupto hasta la saciedad ya está encaminado hacia un imparable e incierto devenir tal y como al día de hoy lo podemos comprobar viendo su descomposición institucional social y política carcomida sobre todo por una endógena corrupción, con los enormes problemas causados por una  realidad plurinacional y por los conflictos sociales derivados de la lucha de clases que evidencian que la “Transición”  del 1978 se está derrumbando por meritos propios
          En nosotros esta que el cambio sea positivo y definitivo y no derive en un cambio de cara Gatopardiano, cambiar algo para que todo siga igual, es decir, dejando al Estado Monárquico neo franquista y sus poderes facticos intactos. Y todo indica que el Régimen trabaja con denuedo en esa senda  pretendiendo implementar una Segunda Transición, y para evitar esa presunta y desastrosa deriva es imprescindible conocer la realidad de lo que fue aquella  primera Transición.  Si ya de partida heredamos una “soberanía” contaminada de falsedades e imposiciones forzosas  que  podríamos esperar del fruto que “emana” de aquella  presunta “soberanía” de un Estado  Monárquico que forma parte sustancial de los “Atados y bien atados” franquistas.
           Y por cierto este  Estado y sus poderes nunca”emano” de una inexistente soberanía popular tal como los escribientes de la  Constitución nos cuentan tal así…“la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado” porque es obvio que el Estado monárquico “emano” de la voluntad de Franco, implementado más tarde por sus testaferros neo franquistas. Este es el orden de los hechos, y a partir de ahí “emanan todos los poderes del Estado” totalmente contaminados  por su origen franquista. Así pues y por estas tierras La “voluntad popular” es un mero estereotipo que no puede delegar absolutamente nada a un Estado prefabricado por los herederos del Dictador a su medida. Y con este curricum el lector ya podrá tener una idea de la naturaleza de los consiguientes “Poderes ejecutivos” que  tenemos por aquí (3)
          Hablar de La libertad de expresión o de prensa por estas tierras suena a chiste. Abundan, eso sí, infinidad de medios de expresión TV. Prensa, radios, cine etc. pero no confundamos la cantidad con la calidad,  porque todos ellos  o al menos los más poderosos e influyentes  son afines al Estado Monárquico y a su ideología dominante, utilizados  sus recursos mediáticos, no para la información objetiva e imparcial, sino como armas para la manipulación monocolor y la expansión de su ideología dominante como  pensamiento único que abarque todo el espectro de la opinión, sobre todo para su aplicación práctica de crear tendencias electorales durante todo el ano, es decir haciendo  campaña electoral los 365 días del año a favor de la legitimación democrática del Estado Monárquico heredado del franquismo y de la propia  identidad burguesa
          Porque no olvidemos la obviedad de que los detentadores del capital, los propietarios de esos medios, siempre se posicionaran políticamente al lado del capitalismo  y de los intereses de su propia clase social burguesía y sobre todo del Estado Monárquico heredado de Franco.  Sería una muestra de descomunal ingenuidad pensar que un medio informativo de  prensa, radio, TV etc.  cuyos propietarios o sus consejos de administración  que pertenecen al mundo del capital y las finanzas,  pudieran dedicarse  a tirar piedras a su propio tejado que cubre sus  interese económicos  para posicionándose  al lado de las reivindicaciones y de las luchas políticas de los trabajadores, es decir hacia postulados de izquierda, que cuestionen la legitimidad del Estado porque estas luchas siempre serán la  expresión de la lucha de clases , de una lucha entre los trabajadores y la burguesía, y los propietarios de los medios de comunicación  siempre estarán en el bando de la burguesía a no ser que algún medio concreto, haya sido financiado y administrado directamente por los propios trabajadores.   
                   
               Cosa muy difícil por las presiones y dificultades de financiación de todo tipo que el propio Sistema ejercería sobre ese medio al que lo considerarían rebelde  y un enemigo a abatir y que no tardaría en ser asfixiado o cerrado ‘’legalmente‘ ’sin más  con las siempre recurrentes acusaciones de ­“alentar el terrorismo” u otras similares tal y como ocurrió con el diario EGIN, y varias radios y publicaciones en Euskara Herirá que fueron financiadas por subscripción popular.
          Así pues, la tan cacareada”Libertad de prensa” no deja de ser una falacia más del Régimen. Y no solo porque los empresarios de los medios regionales o nacionales pertenecen al bando empresarial capitalista, enemigo estructural de la clase trabajadora que les obligara siempre a ser parciales e interesados en el tratamiento de las noticias, siempre en pro de la “causa del capital” sino que además, en esta etapa del capitalismo neoliberal avanzado, el espacio mediático global ya hace un tiempo que está copado y controlado por los grandes oligopolios y agencias  mediáticas mundiales que pretenden  crear  y modelar las mentes con un pensamiento único uniformizado y controlado, sobre todo en  los temas informativos internacionales que siempre son distribuidos con un  tratamiento parcial e ideológico favorable a los intereses geoestratégicos de Occidente que  son marcados en las siniestras oficina del Imperialismo hegemónico de los EEUU.
             Ejemplos gráficos los tenemos en las vergonzosas y tendenciosas informaciones  sobre las guerras que últimamente están ocurriendo en el mundo, en  la antigua Yugoslavia, en Irak, Palestina, Libia, Siria,  Ucrania etc. Cuya  versión de los hechos es una burda e imaginaria novela partidista favorable siempre a las turbias maniobras de la OTAN en esos territorios pero que los medios de todo el espectro mediático Occidental repiten sumisos como papanatas. Y en Venezuela, donde la demonización del Chavismo es una autentica declaración de guerra mediática  abanderada por los oligopolios mediáticos Occidentales, siempre coincidentes, que al unisonó nos bombardean las imaginarias maldades del Chavismo exclusivamente para crear un caldo de cultivo partidista y mediático que favorezca la caída del Chavismo. Todo, descaradamente promocionado y financiado por los EEUU que harán lo que sea para recuperar aquella Venezuela neocolonial anterior absolutamente vendida al Capitalismo Yanqui. (4)
          La llamada independencia de poderes es uno más de los tópicos  de la ideología dominante burguesa pues no  son ni por asomo independientes. El legislativo, el ejecutivo y el judicial, son los tres poderes que deberían conforma un Estado llamado democrático y que suele ser el órgano político superior de una  sociedad organizada. Un Estado que solo puede estar al servicio prioritario de la clase social burguesa o al servicio de la clase social trabajadora, lo cual invalida cualquier opción de independencia política, es decir la posibilidad de tomar una postura de neutralidad. El Estado estará siempre comprometido políticamente en favorecer primordialmente a una de las dos clases sociales que conforman nuestra sociedad, un estado  neutral, apartidista, independiente, solo puede existir en la cínica propaganda política de la ideología burguesa, muy consciente de ello pero lo hace por razones pragmáticas obvias.
         El lector  tiene suficiente material teórico expuesto anteriormente que corrobora esta idea de la inexistente independencia de los poderes en cualquier Estado, sea del signo que sea. Ni en las Democracias burguesas donde sus poderes son dependientes de los intereses de la minoritaria clase  burguesía, ni en las Democracias Populares donde sus poderes son dependientes de los intereses de la mayoritaria clase trabajadora. Ya de partida toda Constitución es escrita para favorecer primordialmente a una clase social determinada, y nuca a las dos a la vez porque sus interese son antagónicos. Un Estado al servicio exclusivo  de los intereses de una  presunta ciudadanía interclasista es una falacia puesto que los intereses de ambas clases sociales son antagónicos e irreconciliables
             Mientras  la burguesía engorda y existe gracias a lo que exprime a los  trabajadores estos sufrirán como clase social de las carencias que la burguesía se apropia para su propio enriquecimiento y despilfarro. Solo tenemos que ver las históricas y sangrantes diferencias sociales  de ayer hoy y también en el futuro si no lo remediamos  antes.  Y esta realidad  es lo que  hace y define al  Estado como el órgano rector que va regular el dominio de una clase sobre la otra, buscando su estabilidad  y dominio permanente, controlando y dominando a la parte contraria en los esquemas surgidos por la lucha de clases. En aquellos episodios conflictivos derivados de esas luchas es el Estado quien dirime lo “justo” y lo “injusto” con sus leyes y con su monopolio de la  violencia  y nadie duda de que toma partido abiertamente hacia el Sistema empleando su violencia a la que considera legal .El poder siempre tendrá la “Razón de Estado”- Cuando la lucha de clases es desproporcional, la violencia del Estado es también  desproporcionada porque en realidad está en juego y en cuestión la “razón de Estado”. Incluso se saltan sus propias leyes, es en realidad un Estado de guerra donde se juegan el Poder político y no suelen mostrar debilidad ante sus enemigos de clase.
        La película historica “ Sacco y Vanzetti”, 1971, de Giuliano Montaldo, es una excelente explicación practica y pedagógica del cinismo de la burguesía (en este caso en los EEUU en 1920) y la farsa de su modelo de “Estado de Derecho” y de su presunta  “División de Poderes”  cuando la estabilidad del Sistema corre peligro. Cosa que ocurrió en aquellos convulsos años de los años 20 y sus radicales luchas obreras. El Sistema quiso dar un escarmiento  para atemorizar a un movimiento obrero muy radicalizado ejecutando a  Sacco y Vanzetti, dos líderes obreros anarquistas, en una farsa de juicio acusándoles de ser ladrones y asesinos con falsas pruebas montadas. Al Poder judicial no le importo dar el veredicto de culpables sabiendo que eran inocentes, porque estaba en juego el “Interés de Estado“y había que actuar en consecuencia.  

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