El presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria Miguel Ángel Revilla siempre ha tratado de ocultar su pasado franquista. Incluso en su biografía“Revilla. Políticamente incorrecto”, obra de Virginia Drake, él mismo relata que cuando estudiaba en la Universidad del País Vasco montó un sindicato antifranquista, por lo que llegaron a detenerle.
Miente. Siempre fue un fascista.
De adolescente fue miembro de la Organización Juvenil Española y pasó a ser el niño mimado de los fascistas cántabros, que en 1973 le nombraron delegado comarcal de Torrelavega del Sindicato Vertical. En tal condición participó en numerosos actos públicos del régimen, en los que hablaba de “exportar y actualizar el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera”. En una de sus arengas dijo: “Tenemos que hacer comprender al mundo que el pensamiento Joseantoniano, adecuadamente actualizado, tiene plena vigencia en el contexto actual”.
El 15 de julio de 1973 el “Diario Montañés” se hizo eco de una conferencia suya sobre “España, en la encrucijada de la Europa comunitaria” en la sede de la Jefatura Local del Movimiento. En su discurso pidió a los fascistas que se mantuvieran “inflexibles” en los principios del Régimen impuesto el 18 de julio de 1936: “Tenemos una ideología que siempre he pensado que era exportable en función naturalmente, de una actualización del pensamiento de José Antonio”.
Su retórica se componía de las típicas frases vacías del franquismo: “Somos una unidad de destino en lo universal, tenemos pleno derecho a proclamarlo, a mantener la soberanía de nuestro esquema institucional y de nuestro contenido espiritual”.
Revilla es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y diplomado en Banca y Bolsa por la Universidad del País Vasco. De 1979 a 1982 fue profesor de Estructura Económica en la Escuela Superior de Dirección de Empresas de Santander, antes de acceder a la Universidad de Cantabria, donde ejerció como profesor de Política Económica y Hacienda Pública hasta 1995.
Al mismo tiempo, fue director del Banco Atlántico en Torrelavega.
De 2003 a 2013 fue presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria en coalición con el PSOE y tampoco ha logrado silenciar los escándalos de su gestión de gobierno. Dejó un agujero de 440 millones de euros en las cuentas públicas. Algunos ejemplos del despilfarro registrado durante su primer paso por la Presidencia de Cantabria son típicos e iguales a todos los demás.
Revilla dilapidó más de un millón de euros para construir un aeródromo en una zona en la que no pueden aterrizar las avionetas debido a la proximidad de un parque eólico.
En 2004 su gobierno gastó 35 millones de euros en un proyecto de fibroyeso que acabó en la ruina. El gobierno autónomo compró el 30% del capital social de una empresa que no llegó a producir nada y acabó en suspensión de pagos tras haber despedido a 77 trabajadores.
En 2007 creó la Fundación Comercio Cantabria para “dinamizar el comercio” en la región. Tras gastar más de 20 millones de euros, apenas 500 de los 9.000 comercios cántabros se afiliaron a la entidad.
Pablo Coto, que presidió el Consejo Económico y Social del Gobierno de Revilla, se gastó 25.000 euros en copas y comilonas. El gasto fue imputado a la tarjeta de crédito del organismo, al igual que ocurrió con otros miles de euros destinados a pagar taxis y conductores. Coto fue cesado por el gobierno de Revilla dos años después de que se conociese este despilfarro.
En su última legislatura fraccionó pagos para ocultar los gastos en comilonas y dietas. Entre 2003 y 2011 diversos contratos fraccionados del Gobierno de Revilla intentaron camuflar gastos de hasta 10,5 millones de euros. La empresa que recibió los contratos diseñó todas las campañas electorales del Partido Regionalista de Revilla, el PRC.
Durante su presidencia regional, las empresas públicas autonómicas no pararon de crecer, pasando de 32 en 2007 a 45 en 2011. Entre otras cosas servían para ocultar facturas por 200 millones de euros. Una empresa pública del Gobierno de Revilla pagó la decoración de casas de sus directivos. El coste superó los 35.000 euros, cargados a los presupuestos públicos.
Revilla despotrica sobre las preferentes, pero bajo su mandato Caja Cantabria emitió 143 millones de euros en participaciones preferentes. En 2011, cuando ocupaba la Vicepresidencia del Gobierno regional, Caja Cantabria emitió otros 30 millones de euros en preferentes a través de una filial en las Islas Caimán denominada Cantabria Capital Limited.
En 2010 Revilla aprobó una subida del tramo autonómico del IRPF. Excluyó de ella a los integrantes de su gobierno, fijando el aumento impositivo ligeramente por encima de sus salarios.
En marzo de 2011 concedió un permiso para que Cantabria explorase la energía por fracturación hidráulica, más conocida como fracking. Dos años después, el propio Revilla no ha dudado en presentarse en manifestaciones contra dicha técnica de producción energética.
En 2009 Revilla afirmó que “hay un millón y medio de españoles que no quiere trabajar”. Refiriéndose a los desempleados, el entonces mandatario de Cantabria afirmó que no tener trabajo durante un año conduce a“costumbres nocivas, como salir por las tardes a jugar la partida o al bingo”.
Junto con Pablo Iglesias, Revilla es el mejor ejemplo de que a los políticos de hoy los fabrica la televisión, especialmente La Sexta. Sus apariciones en la caja tonta comenzaron en 2007 con Buenafuente, de La Sexta, donde participaba una vez al mes en una sección fija dedicada a comentar la actualidad.
Desde septiembre de 2010 fue invitado habitual en El programa de Ana Rosa y en febrero de 2011 se convirtió en colaborador de La Noria, ambos emitidos en Telecinco.
Desde 2013 participó en el programa La Sexta Noche, se incorporó como tertuliano a Las mañanas de Cuatro y ha colaborado de forma esporádica en Abre los ojos y mira de Telecinco.
También ha pasado como invitado por Todo va bien, Viajando con Chester en Cuatro y Hable con ellas en Telecinco. En noviembre de 2014 estrenó en Telecinco un programa propio: Este país merece la pena.
http://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2015/08/revilla-el-fascista-mas-simpatico.html