Cuando los pueblos no olvidan los criminales tiemblan.
Y una muestra de eso es como huyen hacia otras tierras buscando no los encuentren
cuando llegue la hora de la verdadera justicia.
Por esos los Aznar o los Felipillos se refugian del otro lado del Atlantico en ese gran
deposito de grandes criminales que es Estados Unidos. El basusrero del mundo.
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