Julio Suárez ha luchado por levantar un documental en homenaje a una de las mujeres más valientes y coherentes de la televisión española: Lolo Rico. Dos generaciones fuimos afortunadas por su manera madura y respetuosa de tratar a los niños, y todo gracias a programas como La cometa blanca o La bola de cristal, su más famosa herencia.
Entre otras cosas, la experiencia de Lolo Rico es un ejemplo de que aunque parezca que en España gozamos de una envidiable libertad de expresión, en realidad no la hay. Todo lo que ella sufrió con el PSOE de González es solo un ejemplo. De todo esto y mucho más habla Suárez en esta entrevista para cuartopoder.es.
– Explícanos el título de tu documental Lolo Rico: La mirada no inventada.
– El título hace referencia a la personalidad y a la obra de Lolo, porque durante el recorrido de toda su vida y sus creaciones ha demostrado tener una mirada real, sincera y valiente, una mirada femenina y sin engaños, una mirada no inventada.
– Este documental ha sido posible gracias al crowdfunding, a mucha gente que ha cofinanciado su producción. Otro caso reciente es B, la película sobre Bárcenas que también ha sido ninguneada por TVE. ¿Sin el crowdfunding era inviable, igual que en el caso de B?
– Hombre, inviable del todo, no. Hay otros sistemas, pedir un préstamo, buscar el amparo de casas comerciales o tener la gran suerte de encontrar un productor. Aunque para un proyecto como éste, la opción del productor hubiese sido misión imposible. Todas ellas pertenecen al sistema con el que algunos, dentro de este mundillo, queremos romper, ya que hacer un cine diferente es posible y hay que cuestionar directamente las formas, mediaciones y estructuras del cine actual.
El crowdfunding te permite tener contacto directo con el que será después tú público; tener una visión clara de la repercusión que puede levantar el proyecto y crear un ambiente de promoción y pre-distribución interesante. En nuestro caso era la fórmula ideal, ya que nuestra intención era reunir a esa generación de niñas y niños que crecieron con el programa de La bola de cristal, ellos debían ser la base de nuestra promoción y distribución. Los teníamos que hacer directamente partícipes de este proyecto porque nadie mejor que esa generación, que comprendió los miles de mensajes de Lolo y su equipo, para promocionar y ayudar a la distribución de este film. Además de conseguir el objetivo económico, claro.
– ¿Cual fue su presupuesto final y en qué se gastó principalmente?
“El gasto principal de la película ha sido para pagar a TVE por diez minutos de imágenes de recurso” |
– Se echa de menos más material del programa, de TVE. En la presentación del documental, en el Koldo Mitxelena, dijisteis que habéis tenido problemas con el pago de derechos. ¿Qué pasó?
– Cuando empezamos este proyecto, Lolo me comentó que tenía un amigo en TVE, el cuál nos ayudaría con el tema de las imágenes de recurso. Efectivamente, fui a ver a esa persona a Prado del Rey y mantuvimos una reunión. En ella, me propuso dos caminos del cual sólo podía escoger uno. El primero era hacer una co-producción con TVE, para lo que debía presentar el proyecto y esperar a que ellos dieran el visto bueno. El segundo era que por dos o tres pases del documental en la programación de TVE, nos cedían las imágenes gratuitamente, era como un intercambio comercial. Claramente decidimos el segundo, ya que no queríamos que TVE se apoderase de nuestro proyecto y elegimos la segunda propuesta porque nos dejaba un camino más libre a la hora de la creación, además de ser un claro ejemplo de lo que nosotros creemos como cine diferente, un intercambio en vez de transacciones dinerarias. Así quedó el acuerdo, sin escrito, solo de palabra. Por dos pases en TVE de nuestro documental, el ente público nos cedía todas las imágenes que utilizásemos. Solo debíamos pagar la utilización de la sala para buscar esas imágenes y la digitalización de las mismas. Una factura mínima.
Cuando llegó el momento, enviamos un pre-montaje del documental a TVE para que revisase el proyecto final y así concedernos la cesión gratuita de las imágenes que habíamos utilizado. Empezaron a pasar días, semanas y meses. El amigo de Lolo, responsable del equipo comercial de TVE, me comentaba que estaban mirando con los de programación para ver donde encajaban el film. Así estuvimos nueve meses. Finalmente, en una reunión tensa, en el despacho de este señor, me comentaron que el departamento de programación no quería emitir el documental. Al suceder esto, él se veía en la obligación de facturar los derechos de las imágenes. Me presentaron las tasas, dos mil cuatrocientos euros por minuto de imagen. Habíamos utilizado diez minutos. Esta partida no la teníamos presupuestada, así que me tocó rascarme el bolsillo. Negociamos un contrato, todo a la baja que pude, pero ello nos censuró poder vender el documental a otras televisiones o distribuidoras de salas comerciales.
– Se echa en falta también a algunos de los que hicieron de La bola un hito musical. Me refiero principalmente a Alaska y también a Kiko Veneno, Santiago Auserón, Loquillo… ¿Por qué están ausentes?
– El documental es sobre la vida y obra de Lolo Rico. Y respecto a toda su obra tocamos La bola de cristal, que fue su programa más aclamado y que consiguió gran repercusión. Pero tenía claro que este hecho no podía quitar protagonismo a la figura de Lolo, principal eje del film, ya que no era un documental sobre La bola de cristal. Las imágenes del programa fueron seleccionadas para acompañar el discurso de los entrevistados, dejar constancia del programa y atraer lo suficiente, tanto al público conocedor como al desconocedor, que surgiera el deseo de verlo en la actualidad.
Fíjate que tampoco damos protagonismo a La Bruja Avería. Algunos de los entrevistados en el documental hablan de Alaska, de Kiko Veneno, de La Bruja Avería… pero son referencias. Solo concedemos un pequeño sketch de lo absurdo a Javier Gurruchaga, porque es unos de los entrevistados y está hablando precisamente del trabajo realizado en el programa. En definitiva, si algún día se hace un documental sobre ese programa, será ahí donde entrarán todos esos personajes. Aunque me da la sensación que algunos renunciarán a ello, ya que su pensamiento ideológico ha ido por el camino contrario al del programa y no los veo yo recordándolo.
– No fue la derecha la que se cargó La bola, sino la supuesta izquierda. Hay dos figuras oscuras muy destacadas en el documental. Una es la de Luis Solana, censor que no permite críticas al felipismo ni a la traición del PSOE con la entrada de España en la OTAN. Otra es Pilar Miró, que no le daba importancia al programa, al ser matinal e infantil, hasta que vio a su hijo Gonzalo siguiéndolo. Entonces le preocupó su contenido.
“Pilar Miró empezó a prohibir cosas y Lolo no lo permitió. Ese fue el motivo del cierre” |
Pilar Miró no veía nunca el programa, pero su hijo Gonzalito, que incluso iba al plató donde se grababa, sí lo veía. Así que un día Pilar o madrugó y vio a su hijo que miraba La bola o alguien le puso sobre aviso de lo que pasaba en el programa. El caso es que empezó a prohibirles cosas y Lolo nunca lo permitió, ya que pensaba que si dejaba pasar una sola prohibición, debería entonces dejarlas pasar siempre. Y Lolo no quería hacer a su equipo cortar nada. Ese fue el motivo del cierre.
Después, le ofrecieron hacer los Spitting Images, lo que llamaríamos después Los Guiñoles, programa ideado en el Reino Unido. Lolo y su equipo hicieron algunos dibujos e incluso crearon algún personaje y realizaron algún programa piloto para ver como daban delante de cámara. Y ahí es donde entra la figura de Luis Solana, director de TVE en la etapa siguiente a Pilar Miró. Sin saber por qué, a Lolo le prohibieron hacer el programa. Fue un tema que llegó hasta el Congreso, pero a Lolo nunca le dieron una explicación y Luis Solana nunca quiso recibir a Lolo. Solo como anécdota puedo comentar, ¿dónde se acabó emitiendo Los Guiñoles? En Canal +, con participación del Grupo Prisa. Cada cual que saque su conclusión. El caso es que dos personas del PSOE, supuestamente de izquierdas, impedían el trabajo de Lolo Rico en TVE.
– Lolo Rico dice que los poderosos no quieren nunca hacer una televisión pública. Y a pesar de todo que sigue creyendo en la tele, aunque no en quien la hace. ¿Estás con ella?
– Si, además la televisión es el medio más poderoso que hay, es el que puede llegar a más gente. Imagínate que se hiciera una televisión pública destinada a dar servicio a la población, a ser rica en cultura, a sensibilizar y a ofrecer conciencia. Automaticamente, dejaríamos de tener una población borreguil, la gente pensaría, analizaría. Y eso es lo más peligroso para el poder.
El objetivo actual de los que hacen la televisión pública, así como las privadas, es el de entretener, el ofrecerte una programación lo suficientemente basura como para hacer que no pienses, que no analices, solo colocarte delante del televisor y callar.
– Rico es una mujer que nace en el seno de una familia conservadora, cuya madre la saca de Bellas Artes al ver, escandalizada, a una modelo que posa desnuda ante los alumnos. ¿Cómo era esa familia? ¿Era poderosa, rica, culta?
– La familia de Lolo Rico era una familia de clase media conservadora. Su padre era abogado y la única fuente de ingresos familiar. Eso en la época de la dictadura franquista ya hacía situarte por encima de mucha gente. Su padre, la única persona culta de la familia, fue quién le ofreció a Lolo todos sus libros para leer y quién la incitó al tema de la pintura. La figura de su padre fue la máxima influencia familiar de Lolo.
– El enorme valor de esta mujer se corrobora cuando recordáis que se separó con siete hijos y se enfrentó a un país machista y reaccionario donde pasó de ser la Señora de Alba a Lolo Rico, guionista, realizadora y comunista.
– Sí, muchas veces he pensado: ¿cómo lo pudo hacer? Tuvo siete hijos y una vida conyugal nada fácil, donde el solo hecho de trabajar fuera de casa era mal visto por su marido, la familia y la iglesia. Aún así, educó a sus siete hijos, al mismo tiempo que escribía cuentos, realizaba programas infantiles y militaba clandestinamente en el PCE. Todo un claro ejemplo de valor y coraje. Lolo me comentó que tuvo alguna ayuda y la suerte de tener unos hijos maravillosos.
– Mucha suerte, porque presentarse en TVE sin saber escribir un guión y ser contratada es de traca. Solo pasaba en aquellos inocentes y precarios años, ahora sería impensable.
– Eran los inicios de TVE y faltaban ideas y personas con ideas. El objetivo consistía en rellenar una programación y era, en parte, fácil ser contratado si ofrecías alguna idea. Lolo siempre había sido una gran lectora y ya había escrito algún relato que otro, lo que la convertía en una buena candidata a un puesto de trabajo.
– Una de las claves de legado de Lolo Rico, y que recuerdan varios entrevistados, es que a los niños de entonces no nos trató como a idiotas, sino exactamente igual que a los adultos. ¿Por qué todavía hoy, y a pesar de ese oasis que fue La bola, los siguen tratando como a idiotas?
– Bueno, es la forma de preparar a un público borreguil ya desde pequeños. Es decir, preparar a los niños en telespectadores del futuro. Como dice Lolo en el documental, mantener la infancia de por vida, y eso es muy perverso.
– En el documental, Rico se indigna especialmente cuando recuerda que ella no podía decir la palabra capitalismo ni reconocer tranquilamente que era comunista sin que saltaran las alarmas entre sus superiores. ¿España era ya una democracia de “baja intensidad”?
“El régimen español siempre ha sido una democracia de intensidad cero, una transición prolongada” |
– El citado Carlos Fernández Liria dice que fue un hito lograr emitir un programa de cuatro horas “con guionistas de extrema izquierda”. ¿Compartes eso de “extrema izquierda”?
– Bueno, la expresión de “extrema izquierda” no la dice Liria. Él se está refiriendo a lo que decía un periodista del ABC respecto a los guionistas del programa. Si analizamos qué es ser de “extrema izquierda” desde el punto de vista de un periodista de derechas, sí, lo eran.
– ¿Qué le dirías a los que defienden que La bola de cristal era manipuladora y aleccionadora, más o menos una máquina de hacer pequeños comunistas?
– Pues que siguen con el mismo discurso que en la dictadura. Todo lo que sea hacer algo diferente, que despierte en la persona el arte de pensar, de crear panoramas mentales para el análisis a través de lo que ve y oye, todo eso, para la gente de derechas, es romper el sistema que ellos tienen establecido. Por lo que van a utilizar todos los medios posibles para destruir cualquier programa que no siga los patrones clásicos del capitalismo.
La bola de cristal te invitaba a leer, a conocer, a entender, a no ser burro. Te hablaban de historia y de arte. Te enseñaba los valores de la amistad. Si eso era una maquina de hacer pequeños comunistas, ¡que la mantengan engrasada y en funcionamiento!
– Uno de los momentos más emotivos del documental es cuando Rico habla de su marcha del programa. Dice que si aceptas un solo corte de censura, nunca será la única vez, vendrán más. ¿Crees que tiene razón o fue demasiado extremista al abandonar?
“Cuando uno trabaja en libertad y la expresa, el que recibe el mensaje queda alucinado. Ese fue el éxito de La bola de cristal” |
– ¿Dónde podremos ver el documental próximamente? ¿Se emitirá en alguna cadena? ¿Internet?
– El documental se va a proyectar en presentaciones culturales por diferentes ciudades del estado español, según nos lo vayan solicitando todas las personas que lo deseen. Aquí tenéis un calendario que se va ir actualizando.
También se va a ver en festivales. Y dentro de unos años se verá por internet. El acuerdo que firmamos con TVE no nos permite venderlo a una cadena de televisión, ni proyectar el documental en el circuito de salas comerciales de cine. De momento es lo que tenemos, hasta que suceda, y así lo esperamos, algún cambio político y sobre todo un cambio en la dirección de la televisión pública.
IVáN REGUERA | Publicado: - Actualizado: 10:17
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