No, Alejandro Sanz no ha detenido una agresión machista.
"Querido” Alejandro Sanz:
Recientemente
se ha hecho viral la noticia de que, en medio de un concierto, viste a
un hombre pegar a su mujer, paraste de cantar y te encaraste con él. Y
yo no me lo creo.
No me creo
nada. No me creo tu torpe lavado de cara. No me creo que, con los focos
en la cara y la adrenalina del concierto vieras una agresión machista y
saltara el justiciero feminista que llevas dentro. No me lo creo.
“No soporto
que se maltrate a nadie y menos a una mujer”. A ver, Alejandro, eso que
acabas de hacer se llama sexismo benevolente. Ese “a las mujeres no se
les pega” me recuerda peligrosamente a aquel video súper machista de
unos niños a los que se invitaba a pegar a una mujer y no lo hacían por
que “a las mujeres no se les pega ni con una flor”. Esta estructura no
ataca al patriarcado, lo perpetúa.
No se está
haciendo una crítica a la agresividad en la masculinidad hegemónica, a
los mitos del amor romántico, ni a los roles de género. Se está
pretendiendo proteger a la mujer desde la idea de que es débil e
inferior.
No me lo
creo por que yo he sido víctima de violencia machista. Mi maltratador
jamás me tocó un pelo en público. Es muy importante para un maltratador
mantener la imagen de la pareja perfecta en público. Es importante para
él que nadie te crea cuando lo cuentas. La mera idea de que un
maltratador vaya a agredir a su víctima delante de miles de personas es
simplemente ridícula. Y muchísimo menos pegar a su pareja en primera
fila de un concierto.Y no sólo no me creo tu montaje de la agresión
machista por que lleves años demostrando que, más que estar en contra
del machismo, lo promueves y te lucras con él. No me lo creo por que te
es conveniente.
Te venía muy bien este lavado de cara después de las críticas que has recibido por el machismo de tu último tema.
Sí me creo
tus letras sexistas. Me creo cómo promueves la cultura de la violación
con tu último tema, cuando la cantante quiere “dar un paso atrás” y tu
le contestas que “no debería haberte tentado” y que “le gusta jugar”. Me
creo cómo enalteces el amor romántico que nos somete y asesina a
diario. Me creo la cosificación y sexualización de las mujeres en tus
videos. Me creo tu machismo. Me lo creo. Lo conozco demasiado bien, lo
vivo a diario y me lo creo.
Me lo creo
yo y se lo creen todas las mujeres y todos los hombres que te escuchan,
que normalizan la cosificación de la mujer e internalizan las dinámicas
de dominación que propones. Se lo creen las míctimas de una agresión
sexual.
ujeres que
en tus letras ven confirmadas las estructuras culturales que las
culpabilizan cuando son víctimas de una agresión sexual.
Y aquí
estás tú, el héroe, el de la conciencia social. Perpetuando la narrativa
hegemónica de cómo es una relación de maltrato para seguir lucrándote a
base de promover el patriarcado.
El tema huele, Alejandro, apesta desde lejos. Y espero que no se lo crea nadie.
Lidia Infante
(origen del artículo: locasdelcoño.com)
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