Una obra que descubre el secreto mejor guardado de la dictadura franquista
Por Amadeo Martínez Inglés (*) - Canarias-semanal.org
Tras
varios meses de titánica lucha contra la censura borbónica todavía imperante en
España, el libro La muerte de “El
Senequita” ha sido por fin ¡publicado!
Durante años y años en este país, tanto en el franquismo como en la posterior democracia sobrevenida, la muerte del infante D. Alfonso de Borbón “El Senequita”, hermano del actual rey de España Juan Carlos I, acaecida en extrañas circunstancias en marzo de 1956, ha constituido un profundo e inmarcesible misterio histórico del que han huido, para evitarse graves problemas personales, tanto historiadores como periodistas e investigadores.
Desde aquella
tremenda y ya muy lejana mañana del 30 de marzo de 1956 en la que el régimen
franquista español, a través de una escueta Nota de su Embajada en Lisboa,
comunicara al mundo entero la trágica y sorprendente muerte de D. Alfonso de
Borbón, hijo del entonces pretendiente a la corona de España, D. Juan de
Borbón, los españoles hemos sido sistemáticamente engañados sobre tan triste
como rocambolesco acontecimiento que, con toda seguridad, cambió radicalmente
la historia de este país. Tanto unos (los prebostes de la dictadura) como los
otros que vinieron después (los gerifaltes de la nueva y discapacitada
democracia coronada) no dudaron en sumarse a la muy conveniente (para ellos) y
angelical teoría de que aquella desgraciada y traumática desaparición obedeció
a un inesperado y fatal accidente. En el curso de un supuesto “juego de niños”
entre los dos hermanos Borbón (Juan Carlos y Alfonso) y con una pistola de por
medio: la del cadete Juan Carlos, actual rey de España.
En este libro el
autor que suscribe, después de más de veinte años de investigaciones sobre
aquél sorprendente hecho, después de haber remitido a las Cortes Españolas en
varias ocasiones el espectacular resultado de las mismas que apuntaban a una
clara responsabilidad personal del monarca español, después de poner a
disposición del Fiscal General del Estado portugués, en septiembre de 2008, un
prolijo Informe con el fin de que la Justicia lusa abriera el procedimiento
investigador que no realizó en 1956 y después de recibir a principios del
pasado año 2013 una muy valiosa información procedente de testigos personales
de aquella tragedia… arroja de una vez sobre tamaño suceso borbónico, tras décadas
de secretos y oscurantismos institucionales, la esplendorosa luz de la verdad y
el rigor histórico. Caiga quien caiga, sin miedos ni tabúes de ninguna clase.
Como, por otra parte, ha hecho siempre en todos sus trabajos.
Pues sí, sí,
amigos, ciudadanos en general de este atolondrado país enfangado en la
corrupción, la crisis, la pobreza, el amiguismo, el nepotismo y el expolio
institucional…
¡SÍ, SÍ SE PUEDE!
Hasta publicar
un libro en el que se demuestra hasta la saciedad que el actual Jefe del Estado
español, elegido en su día por el dictador Franco para sucederle a título de
rey, es todo un fratricida (lo reconoció él mismo en su día) y un presunto
asesino (eso sí que no lo reconoció él pero lo debieron investigar en su momento
los jueces), que el 28 de marzo de 1956 mató a su hermano menor, el infante D.
Alfonso de Borbón, de un disparo en la cabeza efectuado con su propia pistola.
Presunto asesinato, con múltiples agravantes, que según los abundantes indicios
racionales que se contemplan en este singular e inédito trabajo de
investigación habría sido cometido por el entonces caballero cadete del
Ejército español, Juan Carlos de Borbón, en el palacio de Las Cabezas sito en
Casatejada (Cáceres) y no en Villa Giralda (Estoril) donde se había
residenciado hasta ahora el supuesto accidente familiar causante de la
tragedia. Quien, además, habría realizado este horrendo crimen siguiendo
órdenes del propio Franco y con el fin de asegurarse su elección como futuro
rey de España.
El libro,
después de superar infinitos obstáculos para poder editarse en papel (varias
editoriales que en principio dieron su entusiasta placet para acometer la tarea
retrocedieron una tras otra ante las contrastadas presiones del poder
borbónico), acaba de ser publicado por una valiente editorial (www.edicionesalbores.com) que ha
debido hacerlo por el procedimiento “Print On Time” (impresión bajo demanda)
para evitar que sea secuestrado subrepticiamente en el propio almacén o en el
circuito de distribución antes de llegar a las librerías, como estuvo a punto
de sucederle a otro libro reciente sobre la vida de la princesa de Asturias,
con el que, obviamente, la Casa Real española no estaba en absoluto de acuerdo. ¡La Historia, amigos, se toma a veces su
tiempo pero rara vez huye de la verdad!
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