miércoles, 2 de diciembre de 2015

Para que nada se olvide

 


Entendemos que una independencia vacía de contenido, sin un cambio radical en la sociedad y en el modelo económico, no sirve de nada

Tengo la firme creencia de que la libertad de expresión es una de las garantías básicas que toda sociedad con una verdadera voluntad transformadora de cambio debe preservar, tanto si esta expresión es favorable como si no. Pero también creo que para poder emitir un juicio, y en este caso se trata de un juicio político, primero se deben tener unos conocimientos básicos sobre la situación y posteriormente emitirlo. Ya ven, todo se basa en puntos básicos.
Antes de continuar con mi desarrollo de la base sobre la cual debe sustentarse un juicio político, creo que debo realizar una breve presentación. Soy militante de l’Esquerra Independentista desde hace años, pasando de la organización juvenil a la organización política.
Durante todos estos años de militancia, el Movimiento Revolucionario Vasco, entre otros muchos movimientos revolucionarios, ha sido uno de los referentes para la construcción de nuestro propio movimiento. Por suerte, incluso por fortuna, he podido tener el placer de conocer y entablar magníficas amistades con militantes del MLNV. Desde la organización juvenil, pasando por la organización feminista, sindical, internacionalista, con personas que se encuentran lejos de sus casas, tanto dentro de prisión como fuera…En fin, que quiero mucho a este movimiento, casi como si yo misma formara parte.
 Desde nuestro país, creo que hemos tenido la lucha en Euskal Herria como un referente, tanto en las cosas buenas como en las malas. La Izquierda Abertzale, con todos sus pros y sus contras, ha sido nuestro espejo. Ese gran espejo donde mirarnos y ver lo que éramos, somos y podemos ser. Pero la cosa no va de imágenes en el espejo, como he dicho antes la cosa va sobre puntos básicos. Desde mi humilde conocimiento, y creo que desde el humilde conocimiento de muchas de mis compañeras de militancia, entendemos como básica que las relaciones que se pueden establecer entre un país y otro, en temas de lucha revolucionaria, debe ser entre aquellos movimientos que la desempeñen. Esquerra Independentista con Izquierda Abertzale. Y viceversa, que a nadie se le olvide.
Pero desde hace unos meses, parece ser que lo básico, ya no es tan básico, y estoy llegando a preocuparme por mi humilde conocimiento, y por el de muchas de mis compañeras de militancia. Las relaciones entre organizaciones revolucionarias ya no se establecen al mismo nivel, y se ignoran a unas en pro de partidos institucionales sometidos al sistema y a los deseos del gobierno central de Madrid. Se tiende la mano a estos partidos para formar candidaturas a elecciones. Y encima, se tiene la desfachatez, sí, DESFACHATEZ, con todas las letras y en mayúscula, de decir qué es lo que tenemos que hacer, cómo lo tenemos que hacer y con quién lo tenemos que hacer.
Mmm, creo recordar que cuando se decidió un cambio de estrategia con Zutik EH, no se dijo que es lo que ustedes tenían o no que hacer. Cuando nuestra organización institucional (sí, organización, porque no se trata de un partido político) empezó a tener representación no se nos ocurrió entablar conversaciones/relaciones con sus partidos institucionales, aunque fueran de tendencia más o menos nacionalista.
Cuando ustedes decidieron dejar de lado a las presas y refugiadas, pese a que nosotras tenemos a dos valientes mujeres encarceladas a miles de kilómetros de sus casa, y dejar de nombrar la palabra Amnistía, como si fuese una palabra poseída por el mismo diablo, tampoco les dijimos qué tenían que hacer. Creo que llegados a este punto, el hecho de que nosotras les tengamos como un referente les ha generado cierta confusión, y, desde mi humilde opinión, creo que han pensado que debemos hacerles caso en todo aquello que digan. Vamos, como si del ombligo del mundo se tratara.

Marxa de torxes a la Vila de Gràcia per la amnistia – 20 agost 2014
Pues me sabe mal, aunque en el fondo no del todo, pero NO. Su país es diferente al nuestro, su situación es diferente a la nuestra, su escenario político es diferente al nuestro.
Aunque la lucha sea la misma, la lucha por la independencia, el socialismo y el feminismo, el resto es bien diferente.
Uno de los referentes, que ustedes mismos crearon, o que como mínimo se hicieron los abanderados de éste, fue la metáfora de las dos caras de la misma moneda. En una la independencia, en la otra el socialismo. Una no es nada sin la otra, y viceversa; indivisibles. Una base sobre el cual se sienta su lucha. Volvemos al inicio. Un punto básico a partir del cual nosotras también desarrollamos la nuestra. Entendemos, por tanto, que una independencia vacía de contenido, sin un cambio radical en la sociedad y en el modelo económico, no sirve de nada. Puntos básicos que parecen que hayan sido olvidados con gran facilidad, cuando se nos dice que tenemos que investir como presidente al mayor recortador en materia presupuestaria de la historia de Cataluña; no olvidemos que sólo se trata de una parte de nuestro país, un país que muchos de ustedes se empeñan en fracturar a toda costa, como si no tuviéramos suficiente con la fragmentación que el estado español nos hizo con la creación de las autonomías. Al gran privatizador de los servicios sociales, al gran ilusionista que nos ha estado ocultando de una manera casi mágica grandes escándalos de corrupción que le salpican a él desde los pies hasta la cabeza. Sí, esa persona que durante la campaña electoral decía que, y transcribo de manera literal, “puedo ser el primero o puedo ser el último, ya ven que no hay condiciones personales”, que no creía en los personalismos del proceso soberanista, y que ahora ha cambiado de opinión. Esa misma que ustedes, sin cortarse ni un pelo, nos dicen que tenemos que nombrarla presidente.
¿Qué clase de independencia es la que están planteando ustedes ahora? ¿Una independencia a toda costa? ¿Una independencia que contradiga a los principios básicos revolucionarios? ¿Una moneda a la que le han borrado una de sus caras?


El pasado domingo 29, la militancia de la CUP dio una lección a todos los partidos, revolucionarios o no, de cómo se debe hacer política. Consultando a toda su militancia, o a una parte importante de ella, sobre las líneas que se están siguiendo. Celebrando previamente reuniones territoriales, debates locales. Activando todo ese mecanismo con el que desde siempre, tanto l’Esquerra Independentista como la Izquierda Abertzale, hemos soñado, la verdadera participación popular. Y ahora, resulta ser que tampoco les gusta que desarrollemos, lo que es a nuestro humilde entender, el principio básico de la unidad popular. Básico es que no sólo la ejecutiva de la CUP tome decisiones importantes. Básico es que toda su militancia pueda participar de esos debates y decisiones. Básico es que las organizaciones que formamos parte de l’Esquerra Independentista tengamos voz y voto. Básico es que diversas organizaciones y colectivos, que no tienen nada que ver con l’Esquerra Independentista sientan la unidad popular como suya. Básico es que la clase trabajadora catalana se sienta orgullosa de ser lo que es, de construir lo que está construyendo, y de tomar las decisiones que se toman. Y básico también es que un movimiento revolucionario respete las decisiones de otro movimiento revolucionario hermano, referente en sus principios más básicos.
Sin entrar en críticas públicas y juicios políticos, creo que antes de continuar diciendo lo que nosotras tenemos que hacer, es mejor que miren hacia adentro, y vean lo que tienen. Sin entrar en detalles, ahí lo dejo. Nosotras no somos de pronunciamientos públicos sobre otros movimientos revolucionarios.
Ya ven que la cosa iba de principios básicos, y no les he fallado. Incluso creo que me he repetido demasiado, como el ajo. Pero incluso hasta las cosas más básicas, aquellas que parecen obvias, merece la pena repetirlas. Para que nada se olvide.
https://antinperialistak.wordpress.com    x Ainhoa Hernández, militante d’Endavant-OSAN
Texto completo en: http://www.lahaine.org/para-que-nada-se-olvide

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