Panamá, 19 oct (PL) Los panameños amigos
de Cuba, que son muchos, acaban de realizar su XV Encuentro Nacional de
Solidaridad en el que proclamaron con mucho vigor que el bloqueo de
Estados Unidos a ese país es un acto de genocidio.
Delegaciones de todas las provincias se
dieron cita en el auditorio de la Facultad de Administración Pública de
la Universidad de Panamá para compartir con numerosos invitados
especiales muchas de sus reflexiones, entre ellas sobre el bloqueo.
El tema vino a colación porque el 28 de
este mes la Asamblea general de Naciones Unidas debate el proyecto de
resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
Los panameños recuerdan que durante más
de medio siglo, el bloqueo se rige por un memorando del ex-subsecretario
de Estado para Asuntos Interamericanos Lester Mallory del 6 de abril de
1960, el cual admite sin ambages estar dirigido a provocar “el hambre,
la desesperación y el derrocamiento del gobierno” cubano.
Ese propósito y sus efectos reales en la
vida del pueblo cubano, los llevó a proclamar que el bloqueo es un
genocidio según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito
de Genocidio de 1948, y otras más del derecho internacional.
Ese genocidio, señalaron, es
cuantificable aún cuando el daño espiritual, humano y emocional no
admite comparaciones ni tiene precio, pero económicamente hablando
equivale a muchísimo más de un millón de millones de dólares, para ser
exactos, un billón 112 mil 534 millones, por lo cual es fácil deducir su
significado en materia de calidad de vida, bienestar y desarrollo del
país.
Y lo que molesta a los panameños, al
igual que a la mayoría del mundo, es que ese acto se aplica y una
muestra concreta que se planteó en el Encuentro es la mega multa de ocho
mil 970 millones de dólares impuesta por Estados Unidos al banco
francés BNP Paribas.
La resolución panameña recuerda que de
2010 a la fecha se registraron alrededor de 130 acciones de carácter
extraterritorial a entidades en terceros países, 81 en el ámbito
financiero, y desde 2004 el monto total de multas impuestas por mantener
vínculos con Cuba asciende a 11,5 mil millones de dólares.
Es un exabrupto histórico, de allí la
justeza y urgencia del proyecto que se discutirá el 28 de octubre por
vigésimo tercera vez consecutiva en la ONU donde el año pasado 188
estados apoyaron a Cuba en su lucha por el levantamiento del bloqueo.
Por esas razones y muchas más, los
panameños acordaron reforzar la exigencia al gobierno de Estados Unidos
de que termine definitivamente esa política genocida.
Adicionalmente, reclamar al presidente
Barack Obama que suspenda la feroz cacería contra las operaciones
comerciales y financieras cubanas, y las agresiones sistemáticas a las
que está sometida esa nación.
En el plano interno, acordaron exhortar
al gobierno panameño a mantener en ONU y otros organismos una postura
independiente a favor del levantamiento del bloqueo, e incrementar los
reclamos para que la actual administración estadounidense elimine las
leyes extraterritoriales (Torricelli, Helms-Burton) y otras más.
Enviar una carta a la Cancillería
respaldando el voto de Panamá a favor de la resolución contra el bloqueo
y pedir al gobierno reconsidere la actual condición de Cuba de “país
con visa restringida”, estatus que afecta el intercambio
económico-comercial , académico y cultural entre ambos países.
Es, sin lugar a dudas, una hermosa
actitud del pueblo panameño a través del movimiento de solidaridad, que
estimula a continuar la batalla contra el bloqueo que debe ser levantado
ya.
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