Fracking es un término anglosajón para referirse a la
técnica de fractura hidráulica para la extracción de gas natural no
convencional desde estratos rocosos profundos. Para extraer el gas atrapado en
la roca madre se utiliza una técnica de perforación mixta. En primer lugar, se
perfora en vertical hasta una profundidad de entre 1000 y 5000 metros, hasta
llegar a la roca que contiene el gas, y después se perfora varios kilómetros en
horizontal u oblicuo (perforación dirigida). Entonces se inyecta un fluido, a
base de agua, arena y una serie de aditivos químicos, a gran presión. Esto hace
que la roca se fracture y el gas se libere y ascienda a la superficie a través
del pozo. El proceso se repite a lo largo de la veta de roca rica en gas.
Tras agotar los yacimientos en los EEUU, la industria del
fracking está tratando de vender su técnica y las falsas esperanzas de
independencia energética al viejo continente. Sin embargo, la fuerte oposición
social que está teniendo en toda Europa está haciendo que la industria tenga
que replantear su estrategia. Usando a políticos y Gobiernos intentan asentarse
en Europa con escaso éxito: Francia y Bulgaria lo han prohibido ya, y otros
como Alemania, Suiza o Austria tienen moratorias mientras logran quitarse de
encima la presión de la industria. Sin embargo el Gobierno de España, siempre a
contracorriente, ha hecho una apuesta por el fracking.
Publicamos este trabajo de Francisco Castejón que recoge dos
interesantes artículos suyos sobre esta materia. Lo puedes encontrar en nuestra
sección Material gehigarriak / Materiales complementarios o pinchado directamente en este enlace.
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