domingo, 30 de marzo de 2014

Miles de palestinos salen a las calles por el Día de la Tierra



El pueblo palestino conmemoró hoy "el Día de la Tierra", jornada anual destinada a protestar por la expropiación de sus tierras, marcada este año por la incertidumbre sobre el futuro del enésimo intento de diálogo.
Bajo el eslogan "libertad para los prisioneros", miles de personas se manifestaron en lugares como aldea de Arabe, en la Galilea (norte de Israel) o Shaqib al-Salam, en el meridional desierto del Neguev.

Ayer centenares más lo hicieron en Jerusalén Este, donde seis personas fueron arrestadas y varias más, entre ellas dos periodistas, resultaron heridas por la intervención del Ejército israelí.
En Gaza, bajo asedio del Ejército israelí, se organizaron este domingo actos pacíficos que incluyeron a niños volando cometas al este de Jan Yunes y mensajes en los que se exigía el fin de la ocupación israelí y la reconciliación entre el movimiento islamista Hamás y el nacionalista Al-Fatah.
En Cisjordania se plantaron unos 400 árboles cerca de colonias judías y del Muro de separación, en acciones que se sumaron a iniciativas como la inclusión en la red social de Facebook de una ilustración que muestra "la pérdida de tierra palestina" desde 1946, dos años antes de la creación del Estado de Israel, hasta 2010.
Además, el Alto Comité Árabe convocó una huelga general en instituciones públicas palestino-israelí, centros médicos y educativos.
Los actos rememoran el 38º aniversario de la muerte en Galilea de seis palestinos con ciudadanía israelí que participaban en una protesta en contra de la confiscación de sus terrenos y la judaización de la región.
Desde entonces, esta comunidad mantiene viva la efeméride para recordar su situación en un país donde representan en torno al 20 por ciento de la población, y en el que denuncian que son discriminados por el propio Estado en un convulso contexto político y social.
La organización israelí Adalah aprovechó este día de recuerdo para divulgar datos de 2013 sobre la política de asignación de tierras estatales aplicada por la Autoridad de Tierras de Israel y el Ministerio de Construcción y Vivienda.
Con ellos, denuncia una vez más que ambos organismos "persisten en sus políticas discriminatorias contra los ciudadanos árabe-palestinos en Israel en varios ámbitos de desarrollo".
La ONG condenó, asimismo, que tanto la Autoridad como el Ministerio "continúan ofreciendo tierra palestina al mercado para la construcción masiva en asentamientos ilegales en los territorios ocupados de 1967 y vendiendo propiedades pertenecientes a refugiados palestinos, obstruyendo de esta forma su derecho al retorno".
En un artículo de opinión publicado por el diario Haaretz, Jack Khoury destacaba este domingo varias razones que, en su opinión, demuestran cómo el Gobierno israelí "no solo ha fracasado en aprender las lecciones del primer 'Día de la Tierra', sino que cada vez da más la espalda a sus ciudadanos árabes".
Entre ellas cita "el llamado Plan Prawer para la reubicación de decenas de miles de beduinos del Neguev de aldeas 'no reconocidas' a localidades que sí lo son, o la proposición del ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, de intercambio de población".
El canciller israelí trabaja en el plan destinado a cambiar la frontera entre Israel y el futuro Estado palestino para incluir en este último territorio importantes núcleos de población árabe-israelí.
A esa idea se suma la inclusión de un nuevo requisito en el actual proceso de negociación, liderado por Estados Unidos, por el que el Ejecutivo israelí exige a los palestinos el reconocimiento de Israel como estado judío.
De acuerdo a varios analistas, esa demanda supone la judaización del país y la discriminación de los ciudadanos árabes en Israel, además de socavar el derecho al retorno de los expulsados en la guerra de 1948.
"Propuestas específicas" del Ejecutivo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que, según Khoury, "envían a los árabes-israelíes un claro mensaje de que el Estado quiere dentro de sus fronteras a cuantos menos de ellos mejor y menos áreas posibles".
Una exigencia a la que se oponen frontalmente los palestinos, que consiguieron el apoyo de los países árabes durante la cumbre de la Liga Árabe, celebrada días atrás en Kuwait.
Esa exigencia se ha convertido en uno de los principales escollos para alcanzar un acuerdo marco que permita avanzar en las negociaciones, aparentemente estancadas y con un futuro cada vez más incierto.
Un obstáculo al que esta semana se unió la decisión israelí de retrasar la excarcelación de la última tanda de presos palestinos a los que se comprometió a liberar antes del inicio del diálogo, el pasado verano.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, insistió hoy en que su gobierno no cumplirá con lo prometido hasta que no consiga "una retribución clara" por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Un fuente oficial citada por el diario Haaretz explica, por su parte, que el objetivo del Ejecutivo es que los palestinos abandonen la idea de seguir adelante con el reconocimiento internacional y prolonguen el diálogo más allá de la fecha establecida, el 29 de mayo.
Para ello, asegura la publicación, habría ofrecido "liberar a más prisioneros", hasta un número que algunos medios elevan hasta los 400.

Menea y vencerás...

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