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Martín Fresneda (Secretario de Derechos Humanos) y Baltasar Garzón
reuniéndose con los representantes del régimen marroquí en septiembre.
Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora) entre otros impulsan un manifiesto contra la participación argentina en el Foro Internacional de Derechos Humanos de Marruecos, el cual es promovido entre otros por el ex juez español y que servirá al blanqueamiento internacional del régimen marroquí.
Por Carlos Aznárez.
Parece una broma pero se sabe que con ciertos temas no se juega. El próximo día 28 de noviembre comenzará en la ciudad marroquí de Marrakech un Foro Internacional sobre Derechos Humanos, allí precisamente, donde el gobierno anfitrión los viola sistemáticamente desde hace décadas. Y si faltaba algo, Argentina será participante activo del mismo, en el marco de una delegación montada por el ex juez y conocido represor español Baltasar Garzón, a través de esa plataforma autorreferencial denominada Centro Internacional para los Derechos Humanos, que alberga al ex magistrado y a su partenaire a sueldo, Adriana Arce.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos ha llamado al boicot internacional a este encuentro
“Human Rights forum in Morocco?”, se pregunta esta ONG
En aras de acomodar las fichas para que el Congreso sea un éxito y que Argentina esté presente, todos ellos se reunieron ya en el mes de septiembre con el representante de la dictadura monárquica marroquí en Argentina, el embajador Larrbi Reffouh y otro cuadro de la política exterior del Reino, el presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos, Driss El Yazami, quien muy suelto de cuerpo destacó la organización de este evento en su país, argumentando que es un “reconocimiento internacional a los logros del Reino en esta área y a la vitalidad de las instituciones y organizaciones nacionales de la sociedad civil que trabajan en el campo de los derechos humanos”
¿Dónde se efectuó la reunión preparatoria argentina? Lo adivinaron: otra vez en la ex ESMA, y nada menos que en el Auditorio Alicia Eguren de Cooke del Archivo Nacional de la Memoria.
No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta cómo se sentirían los inolvidable Alicia Eguren y el “gordo” John William Cooke si pudieran imaginarse que sus nombres son usados para albergar a un ex juez que hizo caso omiso a las denuncias de cientos de torturados vascos y catalanes, militantes revolucionarios como Alicia y John, a los que fue enviando a la cárcel una y otra vez.
Más aún, qué dirían ambos, combatientes revolucionarios por el socialismo, de un Congreso que pudiendo realizarse en cualquier rincón del planeta se efectuará justamente en un país, donde desde hace décadas las torturas, las desapariciones, los asesinatos extrajudiciales, los miles de presos, la invasión y ocupación de pueblos como el sararahui son parte de su cotidianeidad. Eguren y Cooke, quizás chancearían sobre el particular con un: “¿estamos todos locos?”
La presencia del embajador de Marruecos, cuyo país es uno de los aliados fundamentales en Africa de la política genocida del Estado Terrorista de Israel y de las directrices injerencistas del Pentágono yanqui, no deja lugar a dudas de que los anfitriones del Congreso aprovecharán los tres días que durará el mismo, para blanquearse a escala internacional y contestar la múltiple información en contrario que cientos de organismos de DDHH han volcado sobre su adscripción al terrorismo estatal. Se sabe muy bien, cómo se las gasta Marruecos cuando desea halagar a sus visitantes, si no habría que preguntárselo a decenas de periodistas de aquí y de otros puntos del planeta que cada tanto son invitados “con todo pago” para hacer turismo y admirar la belleza de esa tierra milenaria.
No hablarán, claro, de la miseria y la represión interna que siendo medianamente curiosos, cualquiera puede visibilizar en un recorrido por Rabat, Casablanca, Fez o la misma Marraquech. O yendo hacia el sur, en El Aiún robado a los saharauis.
Otra perlita que retrata a los organizadores marroquíes de este Congreso: antes de pasar por Argentina, los lobbistas del Reino se reunieron con sus aliados chilenos del CEDEPU (Centro de Estudios para la Democracia Popular), los mismos que el pasado 3 de noviembre participaron de una charla organizada por el “Centro Mohamed VI para el diálogo y la civilización” (SIC).
Presentaban un libro: “Sahara marroquí: maniqueísmo y manipulación”, y en la gacetilla de invitación el tal CEDEPU (imagine cuantas prebendas debe recibir esta institución chilena por parte del Reino y comprenderá el por qué de la inclusión de Garzón y sus amigos argentinos en estas movidas marroquíes), decía: “A nuestro juicio este libro viene a acompañar la mirada donde se explicitará la situación de las provincias del sur y la constante estela de desinformación y malas interpretaciones con auspicio de Argelia, queremos invitar a este evento donde se reconocerá que “la situación nunca ha sido tan estable como lo es durante estos últimos cuatro años en el Sahara Occidental” donde el Reino de Marruecos ha dado al Sahara una condición de provincia autonómica, subrayando que el optimismo compartido por todos los saharauis en la región, también de aquellos prisioneros en los campamentos de Tinduf y fuera de los campos de la vergüenza.
Marruecos y su historia de terror
En rápida síntesis como para que nadie de los concurrentes a este Congreso diga después que “no sabíamos nada”, como suelen hacer algunos conspicuos políticos oficialistas cuando se les acerca información sobre las andanzas de Garzón, aquí van algunos datos del país anfitrión.
Desde principios del siglo 19 tiempos en que gobierna la dinastía alaui (primero el sultán Yúsef, luego su hijo el rey Mohamed V, que al morir le pasó la posta a uno de sus hijos, Hassan II, y éste al fallecer dejó bien atornillado en el sillón de mando a su vástago, el actual rey Mohamed VI) el pueblo marroquí desconoce lo que es realmente una democracia. Y al que intentara oponerse a la “mano dura” con que la familia real gobernó durante décadas, la medicina fue siempre la misma. Represión y más represión.
El monarca español Juan Carlos I se refirió así sobre el genocida Hassan II, padre del actual Rey Mohamed VI en su funeral: “Ha muerto un hermano mayor“.
Lo
saben de sobra los historiadores que recuerdan, entre otras, la
Revuelta del Rif (1958-59), cuando el pueblo rifeño se levantó en
protesta y fueron bombardeados desde el aire y acuchillados por tierra
por las tropas de Mohamed V, con apoyo de Francia. Miles de muertos y
desaparecidos fue el saldo de este “incidente”.
Imagen de la prisión secreta de Tazmamart, donde fueron eliminados centenares de opositores al régimen marroquí hasta 1991
En 2005, Serge Le Péron llevó al cine el caso del asesinato en París del opositor marroquí Mehdi Ben Barka
Entre
quienes eran perseguidos por delitos de opinión ganó gran publicidad el
encarcelamiento de Abraham Serfaty, el segundo preso más antiguo de
África (después de Nelson Mandela).
Actualmente, esta misma política es aplicada a los islamistas, quienes por el solo hecho de oponerse al tirano Mohamed VI, son duramente represaliados. Ni qué decir de la “política migratoria” del Marruecos de hoy. En colaboración con el gobierno fascista español se encargan de reprimir a quienes intentan cruzar la frontera hacia Ceuta y luego de ser duramente golpeados por la Guardia Civil española, son cargados en camiones marroquíes y trasladados, muchos de ellos, a pleno desierto donde se los arroja –sin agua ni alimentos- para que mueran allí insolados y por inanición.
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Melilla 2014. Las actuaciones salvajes de la Guardia Civil española y
la Gendarmería marroquí permiten toda clase de abusos contra las
personas migrantes que quieren acceder a territorio español
Después de décadas de estar sojuzgados por el colonialismo español, el Sahara Occidental pasó a manos en 1976 del colonialismo marroquí. En ese operativo en el que la derecha y la mal llamada izquierda española del PSOE dejaron solos a los pobladores saharauis y literalmente los entregaron a la política invasora y cruel de Marruecos, ocurrió algo similar a la entrada de los sionistas israelíes en territorio palestino después de 1948. Una verdadera Naqba (Catástrofe) saharui, con cientos de muertos por los bombardeos con fósforo que Marruecos implementó contra los resistentes saharauis. Luego vino la segunda parte, con miles de desplazados (familias enteras) que huían del terror a convertirse en desaparecidos, y por último, el emplazamiento en tiendas de campaña y jaimas en pleno desierto, en Tinduf, de la mano de la solidaridad argelina de aquellos tiempos. Aún permanecen allí levantando en alto las banderas de la autodeterminación.
El pueblo saharaui no cesa en su lucha por el reconocimiento y la independencia del régimen criminal marroquí, aliado de la UE, de EEUU y de Israel
A partir de 1976, los saharauis se agruparon en el Frente Polisario y autoproclamaron la República Arabe Saharaui Democrática para guerrear contra el invasor marroquí.
El
pueblo saharaui no cesa en su lucha por el reconocimiento y la
independencia del régimen criminal marroquí, aliado de la UE, de EEUU y
de Israel
El
Sáhara Occidental estaba ocupado por España. Cuando los militares allí
destinados empatizaron con los reclamos del Frente Polisario, España
pactó la entrega del territorio al régimen marroquí.
En este marco, cabe apuntar algo que no es menor. A la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) la han reconocido ya 82 Estados, entre ellos, en Latinoamérica, Bolivia, Cuba, Costa Rica, Domínica, Ecuador, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay y otros.
Como se podrá ver, Argentina no está entre ellos a pesar de los esfuerzos que realiza la RASD y su embajador no reconocido oficialmente, Salem Bachir, y toda la prédica de numerosas organizaciones populares locales que apoyan al Frente Polisario.
Carlos Menem y el criminal Hassan II aceitando relaciones bilaterales (1996)
Argentina, importador del fósforo saharaui en poder de Marruecos, con destino a la producción de soja
En conclusión: son muchos los datos que deberían advertir que este Congreso Internacional de Derechos Humanos no se debería realizar en Marruecos. Es como imaginar, 38 años atrás, en 1976, algo similar planteado en Buenos Aires, y que los anfitriones hubieran sido Videla y Massera. Y que el Driss el Yazami y el Garzón de aquella época se llamaran Hassán II y los fascistas españoles Manuel Fraga Iribarne y Martín Villa. Eso sí, en esa instancia aquí no hubiera existido un Secretario de Derechos Humanos para recibirlos, algo que debería hacerlo recapacitar al joven Martín Fresneda y a todos los impulsores locales del Congreso en Marraquech.
EXPRESAMOS NUESTRO REPUDIO Y LLAMAMOS AL BOICOT DEL FORO MUNDIAL DE DERECHOS HUMANOS 2014 EN MARRUECOS.
•En el reino de Marruecos, poco o nada ha cambiado desde los llamados “años del plomo”.
•Según el informe mundial sobre la tortura, publicado en mayo de 2014 “La tortura y los malos tratos son una realidad y por lo general quedan impunes en los centros de detención de Marruecos y el Sahara Occidental”.
•En el Sahara Occidental continúan las violaciones sistemáticas de los derechos más elementales de las personas, la represión, arrestos arbitrarios, desapariciones forzadas, secuestros, deportaciones, fosas comunes, intimidaciones, las más elevadas formas y prácticas de la tortura. También la negación de las libertades de expresión y de circulación, los juicios sumarios, y otras prácticas comprobadas por el Relator de la ONU contra la Tortura (el argentino Juan Méndez) y denunciadas por la casi totalidad de los organismos internacionales y argentinos.
•En los últimos años hay miles de personas detenidas, de las cuales cientos murieron en las cárceles marroquíes y otros cientos desaparecieron. Hechos tristemente similares, sino idénticos y repudiables a los acontecidos en la historia reciente de la República Argentina.
•En Marruecos y en los territorios ocupados del Sahara Occidental, hay decenas de presos de conciencia saharauis, víctimas de gravísimas e irregulares condenas como, por ejemplo, la severa sentencia dictada por el tribunal militar marroquí contra los 25 civiles, conocidos activistas saharauis de Derechos Humanos del campamento de Gdeim Izik: una protesta pacífica de miles de personas, en la que las fuerzas marroquíes irrumpieron de noche, durante el descanso de jóvenes, ancianos, mujeres y niños, incendiando las carpas y arrasando con todo lo que había a su paso, dejando como saldo detenidos, muertos y desaparecidos.
•El Reino de Marruecos, además de saquear los recursos naturales de un territorio que no le pertenece -porque, de acuerdo al derecho internacional y a la ONU, está pendiente de descolonización-, mantiene muros militarizados (de más 2.700km de extensión) que dividen tanto a la tierra como a la población, con millones de minas antipersonas, sembrando muerte y destrucción a diario entre civiles inocentes. Sus fuerzas de seguridad cierran a cal y canto el territorio para la prensa extranjera y los observadores internacionales, mientras cometen todo tipo de atrocidades contra manifestantes pacíficos y defensores de derechos humanos. Todo esto sucede en un territorio oficialmente bajo supervisión de la ONU.
•El Reino de Marruecos sigue rechazando el control de los Derechos Humanos por la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) que es hoy la única misión de paz de la ONU sin competencias en materia de Derechos Humanos. Esta supervisión es reclamada por infinidad de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos y por los organismos argentinos. El establecimiento de esta protección de los Derechos Humanos es considerado por el mismo Secretario General de la ONU “urgente y necesario”, como lo declara en su último informe pidiendo, además, que sea independiente, imparcial.
•El reino de Marruecos es el país que más resoluciones de la ONU incumple, después de Israel: sabotea impunemente la legalidad internacional y se niega a recibir al Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental, el Embajador estadounidense Christopher Ross. Asimismo, se opone a que la Sra. Kim Bolduc -la nueva Jefa de la Misión de Paz en el Sahara Occidental, designada por el secretario General de la ONU en mayo pasado- pueda viajar al territorio saharaui y empezar sus trabajos, por el simple motivo de declarar sus intenciones de interesarse por los Derechos Humanos en el territorio.
•En la misma sintonía, se niega oficialmente a colaborar con el Enviado Especial de Unión Africana (UA), el Ex Presidente de la Republica de Mozambique, Joaquim Chissano.
Por todo ello, repudiamos el hecho de que Marruecos sea la sede del Foro Mundial de Derechos Humanos, a realizarse en los últimos días de noviembre de 2014.
Primeras firmas:
Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Graciela Rosenblum (Liga Argentina por los Derechos del Hombre), Nora Podestá (Comité de Amistad con el pueblo saharaui), Stella Calloni (periodista, escritora), Norberto Conzani (Director Inst. RR.II Universidad Nacional de La Plata, Prov. De Buenos Aires), Luz M. Mateo (Secretaria. Cátedra Estudios S/Sahara Occidental UNLP), Carlos Aznárez (periodista, escritor).
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