El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denunció el domingo un caso de infiltración de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) en el país sudamericano, descubierta recientemente.
Citando las pruebas facilitadas por el antiguo jefe del Comando Conjunto, Ernesto González, Correa confirmó la infiltración de la CIA en el país a través del coronel Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia del Ejército de Ecuador, que habría ejercido de enlace con los servicios de Inteligencia estadounidense.
En este sentido, desveló los vínculos de Pazmiño con la ‘Operación Fénix’ efectuada en 2008 por el Ejército colombiano en Angostura, que se saldó con la muerte de 22 milicianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos el ‘número dos’ del grupo, Edgar Devia, alias Raúl Reyes.
Según los documentos, tras la firma de un acuerdo de paz y ante la falta de recursos y de atención de los diferentes gobiernos, las Fuerzas Armadas de Ecuador se vieron obligadas “a pedir ayuda al grupo militar de Estados Unidos”.
Según Correa, de esa manera, el Ejército del país recibía apoyo de la CIA a cambio de información.
“Ahí entra el coronel Pazmiño. Él era quien tenía contacto con ellos y era la persona que tenía que compartir información, porque los norteamericanos no nos van a dar lanchas, medios de comunicación por nada. Ellos también exigían algo a cambio”, agregó.
En este sentido, ha apuntado que los infiltrados compartían información que no estaba siquiera en manos de la Presidencia.
“Esto es gravísimo, esto confirma el país que encontramos. Totalmente infiltrado por la CIA, por traidores a la patria que vendían información”, se lamentó finalmente Correa.
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