Un policía golpea a Mario Munera, mientras Juan Ramón Robles (a su izq.) graba con la cámara. En el suelo, Gabriel Pecot, tras haber sido agredido. / Francisco Javier Díez (cuartopodervideos)
Juan Ramón Robles, (premio Ortega y Gasset 2013, en la categoría de periodismo digital) nos ha relatado cómo se encuentra: “estoy bien, ha sido muscular porque me golpearon en el brazo”. Cuando le recuerdo que él siempre lleva casco en las manifestaciones y ayer no lo llevaba, me dice: “es que había sido una concentración muy tranquila, algo más de 200 personas y no había pasado nada”, explica. “Durante la manifestación del 22M, donde sí que hubo muchos disturbios, estuve en el centro de todos y nadie me tocó. Ayer los policías fueron a por nosotros a saco”.
Mario Munera, colaborador de la agencia de noticias Ruptly fue otro de los agredidos. Antes de empezar la concentración la policía le identificó con su carnet de periodista. “Llevaba la identificación todo el tiempo visible, hasta que me dieron el golpe en la nuca y se me cayó”, explica. Después de la agresión se fue al hospital y después a su casa. No ha presentado denuncia. “No confío en la denuncia en los juzgados, las placas de los policías no estaban visibles, la mejor denuncia es la claridad de las imágenes grabadas, que todo el mundo pueda ver la agresión descontrolada y sin sentido que sufrimos”
Otro compañero que fotografió las imágenes, Eric Madroñal expresa la desesperación que sienten los periodistas cuando cubren concentraciones en la calle: “lo que pasó ayer es lo de siempre, lo sufrimos día a día. El chico al que perseguía la policía decía que era periodista, aunque no lo puedo confirmar, porque nosotros no le conocemos, pero no sabemos qué pasó con él, porque después de las agresiones a los compañeros, dijeron que era “zona de seguridad” y nos echaron de allí”
Raúl Capín, fotorreportero de Mundo Obrero, Diario Independiente Digital y afiliado del SPM también sufrió a lo largo de la manifestación la violencia policial sin sentido. “Fui detrás de unos chicos, que eran menores y a los que la policía estaba empujando y cuando ya se fueron, y volvía sobre mis pasos, un policía me golpeó en la pierna y en el brazo y otro después me dijo, ” a ver qué publicas de esto” a la vez que me daba un porrazo en la cabeza”, nos relata. “Mientras que yo estaba en la furgoneta del SAMUR para ser atendido, había otros cuatro compañeros periodistas que también habían sido agredidos, uno de ellos era Willy.” (William A. Criollo).
Raúl Capín fue detenido el pasado año en su domicilio por la Policía, junto a otro fotógrafo, Adolfo Luján, sin una acusación clara y pasó 30 horas en calabozos. A día de hoy todavía no se ha celebrado ningún juicio por los supuestos hechos que provocaron su detención.
Desde ayer las redes sociales están al rojo vivo, según se han ido viendo las imágenes. La mayoría de la gente coincide en la falta de apoyo que reciben los periodistas que cubren estos actos, que suelen trabajar para medios más pequeños, por parte de los periodistas de medios tradicionales. También protestaban por la falta de apoyo de las asociaciones de la prensa.
Desde la Federación de Sindicatos de Periodistas de España, (FeSP) su Secretario General, Agustín Yanel ha reprobado totalmente la actuación de la Policía. “Nosotros hemos reclamado siempre que la policía tiene que facilitar el trabajo de los periodistas, con independencia de que pertenezcan a medios grandes o pequeños”, afirma. “En las imágenes de ayer se ve que la policía les empujó, golpeó e impidió que se ayudara a los que estaban en el suelo. Son acciones individuales pero que tienen que ser investigadas para que no se repitan”, concluye Yanel.
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