jueves, 27 de marzo de 2014

Una Reflexión Sobre la Jornada del 22-M


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Vista en las redes sociales y firmada por Miguel G. Macho

Estoy bastante roto en todos los sentidos tras este finde tan largo y como siempre llego tarde a contarlo todo. El caso es que quería dejaros este estupendo video-resumen de lo sucedido el sábado, que muchos ya habréis visto seguro, y contar un poco lo que pasó en Colón-Atocha. Se han vertido rios de mierda sobre lo sucedido porque la táctica desinformativa ha sido clarísima: primero ignorar las marchas y después criminalizar la mayor protesta que ha vivido este país.

Marchas de la Dignidad y duros enfrentamientos con policía antidisturbios: http://youtu.be/dcV6_XPQG0c
Antes de nada decir que los asistentes superaron los 2 millones y se ha llegado a hablar de 3 millones, porque jamás había visto Madrid tan lleno de gente. El gobierno y los medios en cambio sueltan con todo descaro que 50.000 criminales y etarras han incendiado Madrid. Así, con dos cojones que si cuela cuela y sino me la pela. Vamos que lo de siempre, nada nuevo bajo el sol de la revolucionaria Ucrania, digo la modélica España.
A eso de las 20:30 empezó todo el jaleo en Génova, porque se suponía que maderos infiltrados en las marchas habían oido que se pensaba ASALTAR la sede del PP para quemarla. Agentes dignos de la TIA, porque vamos. El caso es que mientras sonaba de fondo el “Canto a la libertad” de Labordeta, canturreado por la sinfónica que había en el escenario, los creadisturbios de la UIP empiezan a cargar contra todo el mundo. Debe molarles más el techno y la cocaína, porque iban a porrazo y bolazo limpio contra todo el que tenían por delante, llevándose por delante hasta carritos con bebés, y haciendo rimas con los disparos para darle un toque más festivo al concierto. Vamos que la situación fue bastante surrealista.
http://youtu.be/e3drN2K1hls
A los primeros silbidos de recriminación contra los perros por su rabiosa actitud, una marabunta de gente escapa del lugar pero otra viene hacia Génova y les frena a rabiosas pedradas. Rabia justa e ilegal con piedras y petardos de fallas, contra rabia injusta y legal armada con porras, bolas de goma, sprays de pimienta, cientos de lecheras, helicóptero y el gas lacrimógeno de los cojones. Cada uno defendiendo alegóricamente a una clase social, aunque desde el principio se sabía quién iba a perder en este absurdo escenario. El caso es que los perros no se lo esperaban por las cagadas de órdenes que les dieron sus mandos, ¿pero cómo querían que reaccionara la gente si estaban soltando bolazos a una masa de gente inocente escuchando un concierto? Supongo que se pensaban que podrían apalear ancianos y niños como de costumbre hasta resbalar en el suelo con su sangre, pero esta vez había mucha mala leche contenida y la gente se defendió de ellos sin pensárselo dos veces.
En general los disturbios siguieron con tiras y aflojas hasta Atocha, haciendo retroceder varias veces a los perros y provocándoles muchas tendinitis, porque aunque recibieran lo suyo se cebaron de lo lindo con los que pillaron. Las imágenes están ahí y entre el casco perdido celebrado como trogloditas, los maderos corriendo asustados cuando por una vez son ellos los que reciben palos, varios sucursales bancarias justamente destrozadas que les pagará el seguro, policías pateando gente llorando en el suelo, la lechera destrozada (lo de abrir la puerta más cuidado, que si se asaltan tienen orden de disparar) y en general se hizo mucho sano y recomendable deporte. Lo de que eran policías infiltrados por estar cachitas o destrozar la lechera, pues sin comentarios. Están infiltrados para detener e identificar, como de hecho pasó, no para romper el equipo de sus compañeros mercenarios.
Hay mucha gente que dice que no sirve de nada hacer todo esto. Tienen razón, objetivamente no sirve para nada un disturbio espontáneo para cambiar la situación política, salvo para cagarte en la puta vida de esos cabrones que viven golpeando a los nuestros, desahuciando a los nuestros, amenazando a los nuestros y ahora poniéndose gallitos con que dispararán a los nuestros con la “reglamentaria”. Así que si, sirve de bastante más que recibir palos mientras levantamos las manos mostrando “nuestras armas” y “los de arriba” se descojonan de “los de abajo”.

El caso es que 29 detenidos, creo, un chaval al que jodieron un testículo de un bolazo, algún madero con una brecha y a mi, que soy superpacífico y no tiré piedra alguna porque odio la violencia, me dieron de hostias en la espalda y me comí un bolazo en la pierna. No cuento como herido porque ningún Samur me ha visto, pero a los maderos se les contabiliza hasta romperse una uña y de ahí las cifras tan estúpidas que han sacado los medios.

Al día siguiente en Sol concentración por lo detenidos, terminando en más cargas y nuevos detenidos. El bucle de siempre que ha terminado con un chaval de 21 años en prisión preventiva, mientras los que roban millones se les pone una fianza y con el dinero que roban pues se van a la calle. Más concentraciones y más mierda, pero la libertad de los detenidos por luchar lo merece.

Para terminar la genial frase de Ulrike: “Arrojar una piedra es una acción punible. Arrojar mil piedras es una acción política. Incendiar un coche es una acción punible, incendiar cien coches es una acción política. Protestar es denunciar que eso o aquello no es justo. Resistir es garantizar que aquello con lo que no estoy conforme no se vuelva a producir.”

¿Resistir o protestar? Pues salud.
Miguel G. Macho

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