Ahora que estamos mal, muy mal, “toda pregunta, toda respuesta debe ser considerada”. Y eso hacemos. Nos lo dice un luchador de toda la vida, Tomás Pellicer, una persona que ha pasado por cárceles y torturas, que no se rinde, que está en el tajo y no se ha quedado deprimido en un rincón. Es libertario, ha sido del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), es presidente del Fòrum per la Memòria del País Valenciá.
Es una persona que conserva la esperanza de volver a volar de nuevo. Y que ha escrito dos imprescindibles novelas o crónicas de una etapa importante: 1975 y F.R.A.P., grupo armado, obras que nos enseñan mucho, pero que mucho, de la lucha antifranquista y de lo que tenemos hoy. De ello hablamos, largo y tendido, para que les sea de utilidad también a todos los lectores. Nos dice: “Si de la Transición hay algo que aprender es que para cambiar esencialmente un régimen solo vale la revolución”. Nos dice: “La Memoria es mucho más que buscar muertos por las cunetas. Es la denuncia constante de una dictadura militar que asoló las vidas de millones de españolxs, es la denuncia del terror con el que vivimos, de la educación que recibimos, de la conciencia reaccionaria que sembró y que todavía perdura. Sin librarnos de este pasado es imposible avanzar hacia un futuro mejor, más humano y progresista”. Hablamos también sobre los movimientos sociales, sobre la actualidad, sobre la lucha necesaria y los jóvenes imprescindibles, porque “Hay que seguir luchando, la lucha es vida…”
Tomás: tú eres una persona que nunca ha dejado el compromiso y la lucha. ¿Cómo ves el panorama? ¿Y posibles salidas?
Es la pregunta del millón. Es cierto que nunca, con mayor o menor intensidad, he dejado la lucha. Ahora concretamente milito en CNT y me considero activista libertario. Precisamente por esta condición no creo en dogmas ni en supuestas verdades preconcebidas. Así que, veo una parte del panorama, el que puedo ver desde mi sitio, el que me dejan ver los poderes mediáticos; y las conclusiones que de manera individual yo propongo, creo que son irrelevantes. El panorama, como tú dices, y las salidas son producto de un esfuerzo colectivo, cercano y cotidiano, de un pensamiento y una acción de muchos y muchas. Lo único que tengo meridianamente claro es que las posibles salidas no nos las van a dar los cuatro listos de siempre ni el líder aupado desde los centros del poder: prensa, televisión e internet.
Yo escucho, veo, leo, pero me parece que hay mucho ruido y poco de concreto; incluso que el discurso de hasta los grupos más activos se ha contaminado del discurso del Sistema o de la “corrección” del poder. Todo tiene que ser guay, mono, no muy violento, no muy agresivo, en fin, todo muy moderno. Me parece que hay mucho diagnóstico de situación, malestar, pero muy pocos hablan realmente claro. Me apenan esas chorradas como esa palabreja de “empoderamiento” que sirve para un roto como para un descosido. Y en fin, que encuentro que hay como mucha cursilería, y que hay muchos grupos, muchas ganas de cada cual liderar las cosas, su pequeño o gran espacio, y que nos están ganando cada minuto en este nuevo episodio de la guerra de siempre: la de los explotadores que quieren exprimir aún más a sus explotados. ¿Es tan difícil organizar el “No” rotundo a lo que nos está pasando o qué?
Ser revolucionarix no es andar
con el Kalashnikov al hombro, es enfrentarse a lo cotidiano, a los
recortes, a las leyes reaccionarias del Estado
Te doy la razón. Hoy se usa otro lenguaje y nosotros, los que aún
empleamos las palabras propias del siglo XIX para referirnos a los
acontecimientos sociales, económicos y políticos, ya seamos derivados
del marxismo como del anarquismo, quedamos más bien como “los abuelos
cebolletas”. Si bien es cierto que el capitalismo persiste, que las
formas de explotación vuelven al XIX, la filosofía, la explicación de
los porqués debe ser la propia del siglo XXI. Ya no nos vale “la clase
obrera” que es, según estudios interesados en su existencia, el 15% de
la población. Yo creo que ni existe. No hay más que ver la Ford para
darnos cuenta que ni los sindicatos ni los trabajadores tienen nada que
ver con los criterios históricos del “proletariado”. Y precisamente una
gran fábrica “vanguardia de la lucha de clases” es lo que a ellos les
gusta llamarse “clase media”. La filosofía, los criterios, el
pensamiento es un producto complejo que tarda años en conformarse. Y
cuesta y, tanto en los modelos socialista, comunistas o anarquistas de
antaño, hubo sus pacifistas, sus utópicos, sus colaboracionistas… como
los hay ahora. Pero yo sí me considero anti-sistema y también creo en
las minorías violentas anti-sistema, en los grupos de acción y combate,
en lxs que piensan acabar con el sistema por medio de la violencia
revolucionaria. Y que por otra parte siempre hemos sido una minoría. Es
la experiencia de la lucha antifranquista y de la Transición. Es una
falsedad que en la lucha contra la Dictadura hubiera “mayorías”, a pesar
que ahora todo el mundo dice que se puso a correr delante de los
grises. Éramos lxs mismos o menos de lxs que somos ahora y bueno,
derribamos la Dictadura, aunque nos saliera mal. Pero no fue culpa
nuestra su continuación o esta segunda parte de la Dictadura en la que
estamos ahora. Y, hay que seguir luchando con las mismas formas… El
lenguaje está cambiando pero… el cóctel Molotov sigue siendo el mismo,
doscientos años después.Los que son gestores de la política están ya usando sus cócteles Molotov, su violencia contra el pueblo, al que han declarado la guerra. Se ha roto el pacto del 45, y a ello se suma (si es que no es todo parte de lo mismo, la crisis, etc.) que Estados Unidos está intentando debilitar Europa usando el fascismo. Para un Imperio cuyos intereses miran ahora hacia Asia Pacífico, el problema no es sólo Rusia, es la Europa entera que dejan atrás. Y aquí, los que están en el Parlamento, en los partidos, están involucrados en esta situación, por acción o por omisión, están quemados por no haber parado los pies a tiempo al capital, por no haber hablado desde dentro clarito, ni representado los intereses de los electores. Pero no veo alternativas. Hablo de la burocracia, de pillar el escaño y ya está, de ese vótame a mí por mi careto y no para hacer algo… Hablo también de que siento que basta ya sólo de críticas, de que hay que actuar sin esperar a que otros nos lo resuelvan, mojarse de verdad. Pero ¿Cómo? ¿Cómo ves tú que sea más afectivo cambiar todas estas cosas hoy en día y tener capacidad de influir realmente en la cosa pública, en las decisiones que realmente nos afectan luego a todos?
No hay que engañarse. Tú piensas estas cosas, como yo, como otras y otros, pero somos una minoría lxs que pensamos así. Mira en tu centro de trabajo, en tu entorno. Pocxs pensamos así. Somcuatregats. Aunque hagamos mucho ruido. La clave es estar organizadx en colectivos de afinidad. Actuar, crear pensamiento, no tener prisa; esto va para largo. No vamos a crear el mundo en siete días como Dios. Eso es mentira. Esto cuesta. Yo estoy por la abstención, por el momento, porque no tenemos fuerzas. Pero llegará el día en que estaremos preparados para el boicot y arrasaremos las urnas. No hay otra opción. Mira en Chile, con el 60% de abstención y va y se corona Presidenta. No se da por enterada que la mayoría rechaza el Sistema. Aquí va a pasar lo mismo dentro de nada con las elecciones europeas, no va a votar ni Dios, pero el PP va a salir con que ha ganado las elecciones. Hasta que no dinamitemos las urnas esto va a seguir igual.
La transición
¿Y cómo crees que se ha llegado a esta situación? Hablas en tus libros: “F.R.A.P., grupo armado” y “1975”
(que, por cierto, son excelentes, imprescindibles para entender muchos
sucesos, en fin, libros que te agradezco que hayas escrito), hablas,
digo, de lo que ocurrió en la Transición traicionando la lucha de
muchos. Cuéntanos lo esencial… Porque creo que hubo demasiadas
concesiones de la izquierda ¿no?, y que, dado que el Régimen no tenía
otra manera de perpetuarse disfrazado de demócrata que la de un sistema
de partidos, los que fueron llamados al pacto deberían haber presionado
más, tipo: “si me quieres esto es lo que hay, mi gente es mi gente, no
la puedo dejar tirada”, ¿no? ¿Qué es lo que pasó?, ¿cómo lo ves?Bueno sí, en los dos libros trato de reflejar lo que había en ese tiempo. Se ha dicho que la llamada Transición fue una traición de la izquierda, o, como poco, un pacto continuista como tú dices. Pero, como se refleja en mi novela “1975”, ya en el tardo-franquismo, a partir del 73, estaba ya todo atado como aseguró el dictador. El PCE ya había formulado la “reconciliación nacional”, lo que es hoy una “ley de punto y final” y el PSOE se estaba montando a toda prisa en Alemania con marcos alemanes. En 1974, en julio, ya hay un primer ensayo “democrático” cuando Juan Carlos toma la Jefatura del Estado en “interinidad”. Dura cuatro días, pero ya se marca a partir de entonces el camino de la continuidad en el poder de la clase dominante y la impunidad de la clase franquista. Lo que hay ahora es lo que la “izquierda” quería en ese momento, no nos engañemos. Esto estaba así diseñado de antemano. Por lo menos nosotros, los del FRAP siempre lo denunciamos así desde 1970. Sabíamos que iba a pasar esto y no es porque lo diga yo ahora, es que está mil veces escrito en nuestra prensa y publicaciones de la época. El eurocomunismo, la teoría política apadrinada por Carrillo, el entonces Secretario General del PCE, no es ni más ni menos que esto que tenemos aquí y ahora. Y teniendo en cuenta que el PSOE no existía, pues ya hemos encontrado al culpable.
Había 200.000 fascistas sólo, en Madrid, en aquél momento, se dice en la obra “F.R.A.P., grupo armado”. (esperemos que ahora no hayan crecido en número y mala baba). ¿Y es que estaba la izquierda tan en minoría que no pudo, que tuvo que dejar que no se rompiera con los golpistas? ¿Se dejaron engañar o es que se creyeron que la panda de privilegiados de ese Régimen genocida iba a cambiar en serio?
Los movimientos sociales de hoy
responden a la necesidad de unos nuevos conceptos filosóficos que
superen las filosofías obreras del siglo XIX
Una cosa es que haya 200.000 fascistas, que haberlos haylos, y otra
muy distinta es que, además, ocupen los principales resortes del poder
como lo ocuparon durante todo el franquismo y fechas posteriores. Yo,
como he dicho antes, solo culpo al PCE de la entrega de una lucha tan
importante en ciertos momentos, sobre todo tras la muerte del dictador.
La mayoría de grupos de la izquierda –y éramos muchos y muchas-
estábamos por una ruptura radical con el franquismo, y en muchos casos
por la lucha revolucionaria como nosotros lxs del FRAP. Estos grupos
radicales no supimos encontrarnos en el momento adecuado, no supimos
ponernos de acuerdo dejando fuera al PCE. Si de la Transición hay algo
que aprender es que para cambiar esencialmente un régimen solo vale la
revolución. Luego podemos discutir si ésta debe ser pacífica o violenta.
Pero lo que no vale discusión es la componenda, el pacto con el capital
y menos con una dictadura asesina.¿Qué más recuerdas de esos años de lucha, cárceles, esperanzas, desilusiones? ¿Y qué otras cosas no debemos repetir?
Lo más que recuerdo es la vida, la intensidad vivida. Repito dos veces en el “Grupo Armado”, entonces con el permiso del autor, un par de párrafos de Jorge Semprún que exponen lo que siento de esos momentos vividos:
- “La clandestinidad, no solo como aventura, o sea como placer o goce de situarse fuera de toda norma, sino como camino hacia la conquista de una verdadera identidad.” Y “La política como destino individual, o sea, como horizonte que no tiene por qué ser esencialmente el de la victoria y de la conquista del poder, perspectivas siempre secundarias y derivadas, sino como arriesgarse y realizarse, tal vez a través de la muerte libremente contemplada.”Así es. Yo no siento ninguna desilusión o desesperanza, la lucha es vida, aunque la pierdas en ello. Es una decisión deliberada. Lo peor que te puede pasar es ser consciente de lo que está pasando y quedarte amargadx en un rincón. Hay que echarse a la calle, es un decir.
¿Qué no debemos repetir? Yo lo tengo claro como el agua: no ir nunca más junto con el PCE – IU – EU…o como se llamen, ni a la vuelta de la esquina. Ellxs por un sitio y nosotrxs por el contrario.
Hay mucha ternura en tus libros, y están el desgarro y el coraje, están, pero también la utilización que se hizo de las personas. A mí me llegó mucho eso que dices que los políticos son una cosa y los revolucionarios otra. ¿Ahora hay revolucionarios? Y, ¿qué revolución es posible?
Bueno, hay cosas de las que uno no puede hablar libremente. Me refiero al MLV y la situación en Euskadi. Me voy a centrar en lo mío, lo que he conocido profundamente y de primera mano. Y lo voy a hacer extensible a todos los políticos y políticas. Es cierto que durante el franquismo, y ahora mismo, hay una utilización consciente de las personas que están en la primera línea del combate, arriesgando su vida literalmente o bien una parte de ella por la represión, y que apenas tienen voz en el partido, en la asamblea o en el colectivo. Otrxs deciden por él o por ella. No son los dirigentes los que fueron a pegar los tiros, al menos en mi caso, ni creo que en ningún caso. Ellxs estaban a buen recaudo. Es más, en cuanto sonaron los primeros tiros salieron corriendo bien lejos. Ni siquiera se encontraron cerca, al menos en París dando la cara cuando fueron fusilados nuestros compañeros el 27 de Septiembre. Ni tampoco hicieron nada por nosotrxs cuando caímos en el 78. Un revolucionario, una revolucionaria está en primera línea del combate, es un decir. Es lo primero que se debe aprender. ¿Tú hablas? ¿Tú quieres figurar? ¡Pues hala, a currar en primera fila! ¡Tú delante de todxs!
¿Revolucionarios y revolucionarias? Claro, yo los veo todos los días. En el trabajo, en el sindicato, en la calle… Ser revolucionarix no es andar con el Kalashnikov al hombro. Es enfrentarse a lo cotidiano, a los recortes, a las leyes reaccionarias del Estado. Hoy con unas maneras para que mañana puedan ser otras y sí, al final iremos, o irán con el Kalashnikov al hombro. Lo que es una evidencia es que han sido y son los jóvenes quienes toman la calle. No ha habido revolución en la que la juventud no haya sido el motor del cambio no solo carne de cañón, sino verdaderos protagonistas de los cambios políticos. Nosotros podemos contar nuestras batallitas, hacer valer nuestra experiencia, pero en el fondo, el fundamento revolucionario lo aportan los jóvenes.
Y no puedo dejar de creer que es posible la Revolución Social. Sin esta Idea, pues me quedaría en mi casa.
Acallar la protesta
No me gusta la masa movilizada y utilizada: arengas,
manifestaciones y consignas, catetismo, banderas, protestas que
descargan la conciencia como al creyente que va a misa de doce y luego a
la cañita; a veces tengo esta sensación. Sigue pasando, me cabrea. Me
impresionó mucho esa sinceridad de cuando cuentas parte de esto, de cómo
la izquierda quedó reducida a esto tras las concesiones de la
Transición y, claro, una de las cosas que más cabrea es que contra la
Monarquía y el capitalismo acciones de verdad e incluso consignas de
verdad, nada de nada…. ¿Tú qué papel crees que tienen que tener ahora
los partidos y sindicatos en la protesta?Yo creo que los partidos y los sindicatos institucionales están precisamente para acallar la protesta. Para impedir la organización revolucionaria. Es lo primero que debemos superar, la primera barrera, para alcanzar el final del capitalismo. Afortunadamente, cada vez se alzan más voces en su contra. Sí, aún minoritarias, pero ya las hay de forma organizada, cosa que hace un par de años no había nada de nada. La primera incomprensión a superar es que no se pueden cambiar a los partidos ni a los sindicatos institucionales desde dentro, tal es su sistema burocrático de férrea jerarquía. Si no te gusta lo que hacen, salte, abandona y busca otro sitio donde organizarte, que los hay de todos los colores. Aunque seamos pequeños ¡ya creceremos!
Como tú dices a través de uno de tus personajes: “no persistió la Idea” y “lejos de persistir, del sufrimiento nació su contrario y abrazó la causa de la reconciliación nacional”. Pero ¿qué reconciliación? si son los nietos de los del genocidio los que parten ahora el bacalao, los amos de la corrupción; si a la izquierda se la ha tenido siempre bajo vigilancia y si no se ha podido construir ni cultura, ni tejido social, ni ha habido equilibrio en nada? Si esto ha sido un pan para hoy -y racionado- y hambre para mañana, o sea, para hoy ya…
Lo peor que te puede pasar es ser consciente de lo que está pasando y quedarte amargadx en un rincón. La lucha es vida
Es una reflexión que hace Eusebio (el protagonista de mi obra) en
Burgos, uno de los penales donde se perpetró el genocidio franquista y
donde estuvo preso Marcos Ana creo que 23 años. Entonces parecía una
exageración de años, creo que fue uno de los presos franquistas que más
tiempo estuvo. Ahora han traspasado el record y aún les parece poca esa
cantidad de años. La madre de Marcos Ana murió helada resguardada en una
zanja mientras esperaba el fusilamiento de su hijo. A esto me refiero, a
que hay atrocidades de los opresores que no deben ni pueden ser
olvidadas ni perdonadas, que necesitan justicia. De este sufrimiento no
puede salir el perdón, es una cobardía impuesta a la militancia
comunista para asegurarse unos cuantos un butacón de por vida.Es cierto lo que dices, no es que sean los nietos exactamente pero, sí, se comprende que son sus continuadores. Por eso mismo es intolerable que se oculte el genocidio franquista, que su régimen no sea considerado asesino y criminal, precisamente para vergüenza y oprobio de sus sucesores, el primero el Rey.
Pero, ¡ojo! No olvidemos que el PSOE ha estado 22 años en el Gobierno de la Nación y que ha contribuido a esta situación, en este sentido de impunidad y falta de justicia me refiero. O ¿Cuándo te refieres a los nietos de Franco también los incluimos a ellos? Yo desde luego sí que los incluyo.
Yo incluyo a los que son herederos naturales o naturalizados y que se están aprovechando claramente de la situación. El PSOE de nueva creación fue eso, una nueva creación americana pasada por agua, no, sino más exactamente por las financiaciones de la Ebert y otras cosas, según se aprecia perfectamente en los papeles desclasificados de la Inteligencia y en fin, Tomás ¿y hoy la Idea pervive o más bien son ideas? Los movimientos sociales y tal, ¿cómo los ves?
Éramos los mismos, o menos que
ahora, los que derribamos la Dictadura y no fue culpa nuestra esta
segunda parte en la que estamos
Creo que se responde a la Idea, a lo que me refiero en la novela que
persiguió Franco, nuestros derechos ciudadanos: la igualdad, la justicia
social, la superación de la pobreza, la libertad de expresión, de
reunión, de prensa… que hoy los volvemos a ver atropellados. Los
movimientos sociales responden a lo que me he referido anteriormente: a
la necesidad de unos nuevos conceptos filosóficos que superen las
filosofías obreras del siglo XIX. Estas filosofías, complejas y
acertadas en el pasado hoy han perdido esa complejidad, se han quedado
anquilosadas y convertidas en vulgares dogmas anclados en el pasado.
Ahora son cuatro frases hechas, cuatro consignas catetas. Hoy, ahora es
necesario que nazcan flores en cada instante, allí donde se pueda. Toda
pregunta, toda respuesta debe ser considerada.
Interrogantes
Está claro que en la nueva definición de próxima etapa por parte
del Sistema o del poder, está el planteamiento de nada de Estado, nada
de políticos, de individualismo a tope, de nada de tejido de nada y
mucho de atomización de ideas y de intereses. Y eso a mí se me parece
también mucho a lo que es al final en lo concreto la movilización
actual, muchas Mareas, por ejemplo, pero cada cual por sus intereses. O ese nada de políticos
pero sí a una democracia tipo X o V, o lo que sea, en la que no se ve
la mano que mece la cuna, la verdad… (porque la Red no la controlamos el
pueblo para nada, ¿eh? y ahí se cuela de todo…). Y que te hacen unas
presentaciones de aúpa en clubs privados donde alquilar una sala cuesta
un pastón, como en el Círculo de Bellas Artes. Y aparecen unos recursos
que salen de no se sabe dónde. Y líderes de última hora que utilizan un
discurso líquido para una oposición que se escapa de las manos en
propuestas y en acción y que está muy educadita y tal , como te decía al
principio, y es muy efectista y muy televisiva. En fin, que yo veo
oscuridades y que muchos de los aparentemente novedosos, como los de Podemos, están más vistos que el Tebeo
y no admite mucha crítica, la verdad. Yo no veo sólido nada de todo
esto. Veo restas y no sumas, más crispación con “los de abajo”–sus
iguales- “que con los de arriba”; y no se sabe por qué tienen tanto
apoyo mediático repentino del Sistema (cuando la publi cuesta tantísimas
pesetas). Y a mí me pega que pueden, aún sin querer (vamos a suponerlo
así), que algunas movidas pues también pueden hacer el juego a lo que
los poderosos pretenden. ¿Tú cómo lo ves todo esto?Sí, es cierto que muchas movidas de éstas son un tentáculo más del poder. Pero también es cierto que hay muchas “cosas” que están pasando (Gamonales encubiertos) y no salen en ningún sitio, ni siquiera en las redes, que ya todos y todas tenemos bastante claro a quien sirven, quien las maneja y quienes están detrás. Estamos en un momento de desconcierto de una gran mayoría de lo que se mueve. Hay gente “maja” que se deja llevar por lo fácil, porque lo fácil es compatible con la conservación de lo que se tiene. Salir con un pito y una pancarta apelando a la no violencia es lo fácil, no pierdes nada con ello. Pero esta situación cambia de la noche a la mañana, arrastrada por los acontecimientos, que, según todas las previsiones, van a ser terribles y catastróficos. Me refiero a la situación económica. De momento yo predico la abstención a todo tipo de farsa electoral, ya sea política o sindical. Si ya tenemos consciencia de quienes son los que mueven los hilos, por lo menos no les votes. No caigas tan bajo.
Desde la posición anarquista en la que ahora te mueves, ¿qué más ves?
Bueno, el anarquismo es ese fantasma que arrasa el mundo. No tenemos entidad organizada de ningún tipo por el momento. Yo estoy en el sindicato anarco sindicalista CNT y nuestra intervención se centra en la defensa de los intereses de los y las trabajadorxs frente al capital. Estamos centrados en la denuncia y el combate por un contrato de trabajo, para los millones de jóvenes trabajadores que están trabajando bajo demanda, por horas, días o semanas sin contrato, sin derechos laborales y por un estándar de 5 euros la hora. Es una terrible situación de la que se están aprovechando los sinvergüenzas de los patronos. Y creo que, sinceramente lo estamos haciendo muy bien. ¿Ves? Esto no sale en la prensa ni en ninguna parte. Ni a los sindicatos institucionales les interesa denunciar, con la vil excusa de que ¡es trabajo! Incluso más de una vez hemos tenido que darle a algún faccioso de UGT o CCOO que han salido de las empresas a censurar nuestra denuncia.
Eres presidente del Fòrum per la Memòria del País Valenciá. ¿Qué quieres contarnos?, ¿cómo ves la Memoria Histórica?
Yo particularmente tengo grandes esperanzas en que de alguna forma prosperen las denuncias y querellas interpuestas en la Corte Argentina. Bien, que hay sectores radicales que desestiman la acción porque estaba por en medio el juez Garzón, que tuvo que ver con las torturas denunciadas por los militantes de Terra Lliure y que el ex juez ocultó o actuó con complicidad. Bien, no es Garzón el artífice de las querellas, aunque sí, en un primer momento intervino y después abandonó. Pero aunque no fuera así y Garzón estuviera por el medio, bueno lo que tenemos que ver es si es justo o no nuestra intervención porque se restablezca la justicia, independientemente de quien pueda estar participando. En el Fòrum estamos divididos al respecto y no participamos ni apoyamos. Aunque han trabajado mucho para esclarecer el genocidio franquista en Valencia. Se han identificado más de 40.000 enterramientos y se ha impedido que la alcaldesa, la Rita, acabara con una de las fosas comunes convirtiéndola en panteones para ricos.
Lo veo como todo en esta lucha: que no hay que tener prisa. A la querella cada vez se incorpora más gente, cada vez hay más denuncias, se va perdiendo el miedo a denunciar y esto gracias a las asociaciones de presos vivos del franquismo, como La Comuna y la red de Apoyo a la Querella CEAQUA. La Memoria es mucho más que buscar muertos por las cunetas. Es la denuncia constante de una dictadura militar que asoló las vidas de millones de españolxs, es la denuncia del terror con el que vivimos, de la educación que recibimos, de la conciencia reaccionaria que sembró y que todavía perdura. Sin librarnos de este pasado es imposible avanzar hacia un futuro mejor, más humano y progresista.
Citas un poema en uno de tus libros, creo que de Mikel Laboa que viene a decir: “Si le hubiera cortado las alas habría sido mío, no habría escapado, pero habría dejado de ser pájaro. Y yo lo que amaba era un pájaro“. Algunos amamos los pájaros, pero otros carceleros lo que quieren es jodernos. ¿Crees que podremos volar?
Es una historia real. Estábamos presos en Carabanchel y ocupábamos una de las celdas “lujosas”, teniendo en cuenta que la prisión había sido arrasada meses antes por los motines de los presos sociales y la cárcel era un montón de ruinas donde nos hacinábamos hasta cinco mil presos. Eran los primeros días de la flamante constitución monárquica. Y compartíamos celda tres del FRAP con un compañero del MLV al que acogimos unos días. Nos medio emborrachábamos con licor de manzana fermentado por nosotros mismos, una especie de sidra con un poco de alcohol y cantábamos nuestras canciones revolucionarias. El compañero vasco cantó, con esa voz que tienen solo los vascos esta canción de Laboa. Nos emocionó y luego nos explicó su significado, lo que para él quería decir: nos habían castrado de tal manera la democracia que ya no era tal.
¿Volar? En eso estamos. Yo aún conservo la esperanza de volver a volar de nuevo.
Pues muchas gracias, Tomás. Estaré siguiendo Radio Klara y tus páginas web: http://www.tpellicer.com/ y http://www.frap.es/ que recomiendo a todos.
Salud y Libertad.
Gracias a ti por tus inteligentes propuestas.
Salud y Apoyo Mutuo.
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