La utopía revolucionaria hoy.
La necesidad de esta revolución surge de la cada vez mayor precariedad social y del creciente recorte de libertades civiles que se impone en todo el planeta, pero es frenada por los medios propagandísticos del sistema, no por la fuerza, como en sucedía en épocas anteriores a pesar de contar el estado con más medios técnicos y económicos.
Uno de las principales triunfos del estado para doblegar la voluntad del pueblo, (sin el uso de la fuerza), ha sido la partitocracia, (mal llamada democracia), así como la creación del estado del bienestar, que ha conseguido degradar al proletariado a seres infantilizados e incapaces para desenvolverse por sí mismos, eternos menores de edad necesitados de la tutela del estado para su supervivencia y sin posibilidad de acceder a los vínculos afectivos o familiares o incluso clanes, presentes en otros momentos de la historia, e imprescindibles para que una revuelta popular pudiera, no solo imponerse, sino simplemente fraguarse.
Vídeo, ¿Es posible la revolución?
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