"A mi hijo no le mató una raza ni una religión, a mi hijo le mató el
odio asesino que ha sido capaz de inculcar en corazones mesiánicos
Aznar, el trío de las Azores… Ese odio mató a mi hijo y a 191
trabajadores que son nuestra clase"...
– Hola, Pilar
– Hola, buenas noches.
– Pasaron diez años.
– Diez años de amor y soledad; ahora mi hijo sería profesor de Educación Física en un centro de alto rendimiento; estaba en segundo de INEF y le mataron.
– ¿Una década es bastante tiempo para mitigar el dolor?
– Para nosotros no han pasado diez años, el dolor de una madre sigue siendo el mismo, pero cuando empiezas a rellenarlo, te das cuenta de que has hecho muchas cosas con los que sufren como tú.
La presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Pilar Manjón, perdió a su hijo, Daniel Paz Manjón, en los atentados en los trenes cargados de obreros y estudiantes que a primera hora de la mañana de aquel jueves, 11 de marzo, circulaban por el corredor del Henares hacia Atocha, donde podían enlazar con el metro y los autobuses. Daniel subió al tren en el Pozo del Tío Raimundo, en Vallecas, distrito obrero donde residía y reside su madre, y no llegó a enlazar con el metro hacia la Universidad: las bombas de los fanáticos hiadistas le mataron, lo mismo que a las 191 personas asesinadas en los trenes aquella mañana aciaga en la que, a falta de tres días para las elecciones generales, el Gobierno de José María Azar López se empleó a fondo en responsabilizar a ETA de la masacre. Incluso convocó en 24 horas una manifestación contra el terrorismo (etarra) a la que asistió en cabeza el amigo Silvio Berlusconi.
– A mi hijo no le mató una raza ni una religión, a mi hijo le mató el odio asesino que ha sido capaz de inculcar en corazones mesiánicos Aznar, el trío de las Azores… Ese odio mató a mi hijo y a 191 trabajadores que son nuestra clase, los nuestros, que también cayeron en Irak, en Palestina; ellos también son nuestra clase. Dije aquello y lo mantengo.
– ¿Qué ha hecho la Asociación 11-M para atemperar el dolor desde entonces?
– De primeras, en vez de llamarnos para ofrecernos respuestas, el Congreso nos llamó para hacernos preguntas en la comisión de investigación parlamentaria. No íbamos a ir porque un partido (el PP) nos vetó. Pero la mayoría solicitó nuestra presencia y yo hice aquel discurso sobre lo caro que nos salió la política y la medalla de Aznar, y lo voy a repetir en el acto de este domingo con CCOO, UGT y la Asociación Actores… Fuimos, expusimos nuestro parecer el 15 de diciembre de 2004, y medio año después, el 30 de julio de 2005, ni siquiera nos invitaron al pleno del Congreso que aprobó las conclusiones.
– Ya sabemos que en el orden político habéis sido poco menos que apestados porque el jefe del Gobierno, el mencionado Aznar, no dijo la verdad sobre los atentados y el PP perdió las elecciones. Pero en el orden judicial tampoco les dieron facilidades, si mal no recuerdo.
– El juez nos negó la acción popular y tuvimos que hacer dos manifestaciones; querían que, por economía procesal, nos adhiriésemos a la acusación de una asociación que pedía la “expulsión de los moros, el cierre de todas las mezquitas” y la erradicación de los musulmanes.
– ¿Qué asociación era esa?
– La AVT que presidía Francisco José Alcaraz. Naturalmente, rechazamos el planteamiento de su señoría, y puesto que se trataba de “economía procesal”, hicimos saber que los 1.500 afectados presentarían otras tantas acusaciones particulares con más de mil abogados. El poder judicial reconsideró y aceptó la acusación popular.
– Y llegó el juicio y una sentencia que la derecha política y algunas terminales mediáticas serviles de Aznar se han resistido a digerir.
– Nosotros aceptamos la sentencia y denunciamos que matar en España sale barato. Las penas fueron tan bajas que el 8 de febrero, el primer condenado habría quedado en libertad si no hubiésemos recordado que está reclamado por la justicia en Marruecos, y el próximo día 16 cumple otro, también reclamado por Marruecos (Se refiere a Rafá Zouhier, el tipo que compró los explosivos en Avilés para perpetrar los atentados. Se ha casado con una española para intentar evitar que lo extraditen). Desde la asociación seguimos luchando para que la voz y la memoria de los inocentes que murieron nunca se olvide.
– ¿Se ha sentido vilipendiada en esta lucha?
–No creo que haya una sola víctima que haya sido más denostada, acusada y despreciada… Mi hijo no era de peor condición que Miguel Ángel Blanco y no entiendo el desprecio y la diferencia de trato. Aun admitiendo que este país sufrió una fractura por la teoría de la conspiración, sigo sin entender por qué todavía nos insultan y amenazan, por qué en mi coche ponen “hija de puta” –ni siquiera vino la policía a tomar las huellas–, por qué me mandan mensajes diciendo que mi hijo está bien muerto, me llaman “roja, hija de puta” y me envían correos diciendo: “Qué alegría que tu hijo se ha quedado sin su madre”.
La voz de Pilar Manjón se quiebra y, aunque la conversación es por teléfono, el interlocutor advierte que está a punto de llorar e intenta transmitirle –como bien apreciarán los pinches pinchadores de teléfonos– que las víctimas de los atentados de los trenes no están solas, sino acompañadas por los trabajadores que, a fin de cuentas, tejemos la red de la solidaridad en este país como se demostrará el domingo en el concierto homenaje que se celebrará a partir de las 19:00 en la sala La Riviera de Madrid.
– Gracias (pausa). Nos han quitado el 60% de la subvención y hasta el PSOE cuando estaba en el Gobierno apeló a la equidistancia para distanciarse y olvidarse de nosotros. Ni siquiera, con la cantidad de inmuebles públicos infrautilizados, nos han cedido un local. Alquilamos una oficina y un espacio para las terapias psicológicas que ya no podemos pagar y tendremos que cerrar.
– ¿Qué situaciones de las víctimas le han conmovido especialmente?
– Hay tantos casos… Hay muchos inmigrantes que trabajaban en la construcción y al quedar en paro les han quitado la tarjeta sanitaria. Está el caso de Araceli, quedó herida, perdió el empleo, la abandonó el marido, tiene dos hijos, le han detectado cáncer de mama, los 35.000 euros de indemnización se los colocaron en “preferentes” en Bankia, no puede pagar la hipoteca y están a punto de desahuciarla…
La comunicación se corta y no hay manera de retomar la conversación. El éter es muy extraño. Mensaje: “Gracias, Pilar. ¡Salud!”
http://www.cuartopoder.es/laespumadeldia/2014/03/08/pilar-manjon-sigo-sin-entender-por-que-nos-insultan/
– Hola, buenas noches.
– Pasaron diez años.
– Diez años de amor y soledad; ahora mi hijo sería profesor de Educación Física en un centro de alto rendimiento; estaba en segundo de INEF y le mataron.
– ¿Una década es bastante tiempo para mitigar el dolor?
– Para nosotros no han pasado diez años, el dolor de una madre sigue siendo el mismo, pero cuando empiezas a rellenarlo, te das cuenta de que has hecho muchas cosas con los que sufren como tú.
La presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Pilar Manjón, perdió a su hijo, Daniel Paz Manjón, en los atentados en los trenes cargados de obreros y estudiantes que a primera hora de la mañana de aquel jueves, 11 de marzo, circulaban por el corredor del Henares hacia Atocha, donde podían enlazar con el metro y los autobuses. Daniel subió al tren en el Pozo del Tío Raimundo, en Vallecas, distrito obrero donde residía y reside su madre, y no llegó a enlazar con el metro hacia la Universidad: las bombas de los fanáticos hiadistas le mataron, lo mismo que a las 191 personas asesinadas en los trenes aquella mañana aciaga en la que, a falta de tres días para las elecciones generales, el Gobierno de José María Azar López se empleó a fondo en responsabilizar a ETA de la masacre. Incluso convocó en 24 horas una manifestación contra el terrorismo (etarra) a la que asistió en cabeza el amigo Silvio Berlusconi.
– A mi hijo no le mató una raza ni una religión, a mi hijo le mató el odio asesino que ha sido capaz de inculcar en corazones mesiánicos Aznar, el trío de las Azores… Ese odio mató a mi hijo y a 191 trabajadores que son nuestra clase, los nuestros, que también cayeron en Irak, en Palestina; ellos también son nuestra clase. Dije aquello y lo mantengo.
– ¿Qué ha hecho la Asociación 11-M para atemperar el dolor desde entonces?
– De primeras, en vez de llamarnos para ofrecernos respuestas, el Congreso nos llamó para hacernos preguntas en la comisión de investigación parlamentaria. No íbamos a ir porque un partido (el PP) nos vetó. Pero la mayoría solicitó nuestra presencia y yo hice aquel discurso sobre lo caro que nos salió la política y la medalla de Aznar, y lo voy a repetir en el acto de este domingo con CCOO, UGT y la Asociación Actores… Fuimos, expusimos nuestro parecer el 15 de diciembre de 2004, y medio año después, el 30 de julio de 2005, ni siquiera nos invitaron al pleno del Congreso que aprobó las conclusiones.
– Ya sabemos que en el orden político habéis sido poco menos que apestados porque el jefe del Gobierno, el mencionado Aznar, no dijo la verdad sobre los atentados y el PP perdió las elecciones. Pero en el orden judicial tampoco les dieron facilidades, si mal no recuerdo.
– El juez nos negó la acción popular y tuvimos que hacer dos manifestaciones; querían que, por economía procesal, nos adhiriésemos a la acusación de una asociación que pedía la “expulsión de los moros, el cierre de todas las mezquitas” y la erradicación de los musulmanes.
– ¿Qué asociación era esa?
– La AVT que presidía Francisco José Alcaraz. Naturalmente, rechazamos el planteamiento de su señoría, y puesto que se trataba de “economía procesal”, hicimos saber que los 1.500 afectados presentarían otras tantas acusaciones particulares con más de mil abogados. El poder judicial reconsideró y aceptó la acusación popular.
– Y llegó el juicio y una sentencia que la derecha política y algunas terminales mediáticas serviles de Aznar se han resistido a digerir.
– Nosotros aceptamos la sentencia y denunciamos que matar en España sale barato. Las penas fueron tan bajas que el 8 de febrero, el primer condenado habría quedado en libertad si no hubiésemos recordado que está reclamado por la justicia en Marruecos, y el próximo día 16 cumple otro, también reclamado por Marruecos (Se refiere a Rafá Zouhier, el tipo que compró los explosivos en Avilés para perpetrar los atentados. Se ha casado con una española para intentar evitar que lo extraditen). Desde la asociación seguimos luchando para que la voz y la memoria de los inocentes que murieron nunca se olvide.
– ¿Se ha sentido vilipendiada en esta lucha?
–No creo que haya una sola víctima que haya sido más denostada, acusada y despreciada… Mi hijo no era de peor condición que Miguel Ángel Blanco y no entiendo el desprecio y la diferencia de trato. Aun admitiendo que este país sufrió una fractura por la teoría de la conspiración, sigo sin entender por qué todavía nos insultan y amenazan, por qué en mi coche ponen “hija de puta” –ni siquiera vino la policía a tomar las huellas–, por qué me mandan mensajes diciendo que mi hijo está bien muerto, me llaman “roja, hija de puta” y me envían correos diciendo: “Qué alegría que tu hijo se ha quedado sin su madre”.
La voz de Pilar Manjón se quiebra y, aunque la conversación es por teléfono, el interlocutor advierte que está a punto de llorar e intenta transmitirle –como bien apreciarán los pinches pinchadores de teléfonos– que las víctimas de los atentados de los trenes no están solas, sino acompañadas por los trabajadores que, a fin de cuentas, tejemos la red de la solidaridad en este país como se demostrará el domingo en el concierto homenaje que se celebrará a partir de las 19:00 en la sala La Riviera de Madrid.
– Gracias (pausa). Nos han quitado el 60% de la subvención y hasta el PSOE cuando estaba en el Gobierno apeló a la equidistancia para distanciarse y olvidarse de nosotros. Ni siquiera, con la cantidad de inmuebles públicos infrautilizados, nos han cedido un local. Alquilamos una oficina y un espacio para las terapias psicológicas que ya no podemos pagar y tendremos que cerrar.
– ¿Qué situaciones de las víctimas le han conmovido especialmente?
– Hay tantos casos… Hay muchos inmigrantes que trabajaban en la construcción y al quedar en paro les han quitado la tarjeta sanitaria. Está el caso de Araceli, quedó herida, perdió el empleo, la abandonó el marido, tiene dos hijos, le han detectado cáncer de mama, los 35.000 euros de indemnización se los colocaron en “preferentes” en Bankia, no puede pagar la hipoteca y están a punto de desahuciarla…
La comunicación se corta y no hay manera de retomar la conversación. El éter es muy extraño. Mensaje: “Gracias, Pilar. ¡Salud!”
http://www.cuartopoder.es/laespumadeldia/2014/03/08/pilar-manjon-sigo-sin-entender-por-que-nos-insultan/
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