jueves, 5 de junio de 2014

7 de cada 10 jóvenes con empleo vive con sus padres porque su sueldo no les llega para independizarse

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Un 60% está dispuesto a “aceptar cualquier cosa” en los próximos dos años.

El 70,8% de los jóvenes que trabajan en España no disponen de los medios económicos suficientes para independizarse, según el estudio ‘Calidad Empleo Joven, Becarios y Prácticas’ publicado este miércoles por el Consejo de la Juventud de España (CJE).

Realizado a 1.000 jóvenes entre 16 y 30 años que tienen trabajo (prácticas, contratos temporales o fijos), parte de la premisa de que “este paisaje de precariedad no es sólo la puerta de entrada de los jóvenes al mundo laboral, sino que se convertirá en la nota predominante en el modelo de empleo de por vida”. Uno de los datos que más destacan del informe es la aceptación y tolerancia de la juventud ante esta situación.
En declaraciones, Luis de Campos, coautor del estudio y consultor social en la consultora ImPactos, destacó que, con todo, los encuestados “son unos privilegiados por tener trabajo”, aunque su “panorama está tan determinado por las altas tasas de desempleo y la precariedad que esto determina su percepción”.
De hecho, “han normalizado el panorama actual del mercado de trabajo y lo aceptan”, hasta el punto de que cuatro de cada diez jóvenes consideran que para encontrar trabajo es “importante o muy importante estar dispuesto a aceptar cualquier empleo”.
Preguntados por su futuro, seis de cada seis jóvenes ocupados consideran que en los próximos dos o tres años tendrán que aceptar cualquier tipo de trabajo, y cuatro de cada diez estiman que tendrán que salir al extranjero para desarrollarse profesionalmente.
También es destacable que el 42% de la juventud trabajadora no tiene oportunidad de aplicar sus conocimientos y capacidades o que más del 30% de titulados universitarios están desarrollando tareas laborales en un puesto de trabajo que no requiere conocimientos previos. Casi un tercio de los encuestados compagina trabajo y formación y, de estos, un 56% asegura que lo hace para poder acceder a un puesto de trabajo en mejores condiciones.
En cuanto a aquellos jóvenes que desempeñan puestos de becarios o que se encuentran en prácticas, seis de cada diez encuestados creen que se trata de una oportunidad de formación y cuatro de cada diez entienden que, en realidad, desempeñan un trabajo.
Además, el 75% confirman que los ingresos que reciben por estas actividades no cubren sus necesidades básicas. El porcentaje de afiliación sindical de los jóvenes se sitúa en el 7%, frente al 16% de la población general. “En cambio, seis de cada diez han participado en acciones para defender sus intereses y el 90% consideran que es conveniente organizarse en defensa de un trabajo digno. Esto demuestra que son muy refractarios a las organizaciones tradicionales como los sindicatos, pero que no desmovilizados”, subraya De Campos.
SITUACIÓN DRAMÁTICA
Para el presidente del CJE, Ricardo Ibarra, este informe describe una realidad “dramática”, que los jóvenes además “están interiorizando y empezando a aceptar”. Los contratos precarios y temporales, las becas inciertas, las prácticas no laborales y la sobrecualificación dibujan el panorama del empleo juvenil en España, agregó.
Ibarra advirtió que las becas “amenazan con eternizarse y convertirse en una opción laboral de por vida”, sin que además haya “contestación”. Por ello, pidió al Gobierno que no cambie el régimen de cotización a la Seguridad Social de los becarios universitarios, pues si pierden este derecho se verían expuestos a una doble vulneración.
Por un lado, la precariedad laboral que sufren todos los jóvenes y, por otro, la tardanza de muchos estudiantes en incorporarse al mundo laboral a causa de los estudios y la prolongación de estas prácticas, con lo que “les resultará prácticamente imposible cumplir con los años necesarios de cotización antes de jubilarse”.

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