El Congreso ha decidido que la investidura del Preparado de Borbón
sea producida por Telefónica, algo que no entiende ni Leopoldo
González-Echenique, un tipo al que el PP puso al frente de RTVE
El fútbol es de interés general, pero la
proclamación del Rey no. Esa frase, impresa en un cartel, debería
recibir a los turistas en el Adolfo Suárez Madrid-Barajas porque, además
de pegadiza, resume como pocas el sindiós patrio.
El
Congreso ha decidido que la investidura del Preparado de Borbón sea
producida por Telefónica, algo que no entiende ni Leopoldo
González-Echenique, un tipo al que el PP puso al frente de RTVE
precisamente para que entendieses este tipo de cosas.
Tan de sorpresa ha pillado el asunto que en el ente público ya se
habían comprometido a enviar la señal a Eurovisión (que, además del
jolgorio cantarín, es el organismo que aglutina las radios y
televisiones europeas). Imagínate tú ahora qué vergüenza, llamar a
Ginebra y decirles que, en fin, no te lo vas a creer, pero lo del Rey
nuestro va por lo privado.
La decisión no tiene
precedentes, y ya hay quien se está preguntando para qué demonios
queremos una tele pública si no sirve ni para cubrir cómo el Rey se
convierte en tal cosa. Claro que igual es justo eso lo que quiere el
Gobierno, que nos lo preguntemos. Que miremos El Pueblo Más Divertido de
España como quien contempla el abismo por el que nuestro dinero se
precipita. Que cada vez que Millán Salcedo hace la empanadilla tú
pienses: ambulatorio.
En general, todo hay que
decirlo, la tele publica de los últimos dos años ha sido de lo más
coherente con la acción de Gobierno. Si la popularidad del Gobierno se
hundía, la de TVE también. Si el Gobierno sepultaba la ciencia, TVE se
cargaba Redes. Si el Gobierno Wert, TVE Mariló Montero.
Pero lo del Borbón es un salto cualitativo. Supone despojar al ente
público de una de sus funciones básicas ("ofrecer acceso (…) a los
acontecimientos institucionales", Título 1, Artículo 3.2 de la ley de la
radio y la televisión de titularidad estatal) y regalar un furgón lleno
de pasta a Telefónica. En Moncloa van a tener que hacer obras para
ampliar la puerta giratoria.
González-Echenique
debería plantarse y decir: pues, mira, si no lo grabo, tampoco lo emito.
Y que, mientras este jueves el Preparado dice que acepta reinarnos de
acuerdo con la Constitución, en TVE esté Imanol Airas comiéndose un
lechal en Aranda de Duero, o Francis Lorenzo diciendo madre mía, La
Alhambra, qué grande parece desde el cielo.
A este
paso, no lo descartemos, habrá que hacerse de Movistar Fusión para tener
derecho a voto. A ver si hay suerte y, a cambio, nos dan 10 horas de
llamadas nacionales gratis.
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