domingo, 1 de junio de 2014
Montaje. (Sobre foto de Franco y Juan Carlos leyenda "...igualico que cuando os lo dejé.... Todo atado y bien atado")
Todo
atado y bien atado
En
la transición la vida de un anarquista costaba 150 euros
En
la noche del 28 de marzo de 1980 una banda compuesta por 10 fascistas
armados con bates, navajas y un machete salieron a la caza de rojos
por las calles de Madrid. Entre los fascistas estaban José Juan
Llobregat "El Loco", José María Vargas Villalba
"El Jerezano" y José Miguel Gómez Gonzáles "El
Masa", jefe de centuria de Fuerza Nueva.
Localizaron a un joven obrero de 21 años, Jorge Caballero Sánchez, porque llevaba barbas, pelo largo y vieron su insignia con el emblema anarquista en la solapa, una «A» mayúscula sobre fondo negro. Está afiliado al sindicato de la construcción de CNT de Madrid. Los fascistas le insultaron a su novia y a él cuando salían del Cine Azul de ver la película "La naranja mecánica".
A continuación le dieron una paliza a base de patadas, golpes de bate y puñetazos. Una vez en el suelo, sangrando, Jorge Caballero intentó levantarse, y cuando estaba indefenso y sin posibilidades de eludir el golpe, José Juán Llobregat hundió su machete en el pecho de Jorge hasta la empuñadura.
A Jorge, que tardó en morir quince días, le atravesó el hígado y parte del pulmón derecho. Una vez cumplido su crimen, los fascistas huyeron. El jefe de Fuerza Nueva, Ricardo Alba, ayudó a José Juan Llobregat a salir del país, proporcionándole fondos y medios.
El juicio contra los otros dos se celebró en 1987. Fue otra burla: sólo les acusaron de "desórdenes públicos" y no de asesinato. Les condenaron a pagar 25.000 pesetas (150 euros) de multa a la familia de Jorge. El juez que redactó la sentencia fue Carlos Entrena, antiguo miembro del Tribunal de Orden Público del franquismo, quien ni siquiera mencionó la condición fascista de los acusados, ni reconoció que habían amenazado con sus armas a los transeúntes en varias ocasiones durante aquella misma noche.
Otros colaboradores del asesinato que estaban presentes en el lugar del asesinato fueron Fernando Saliquet de la Torre, Felipe Queipo Zimmerman, Antonio Pagazanturdia Irache, Pascual García Porras y los hermanos Miguel Ángel y Javier Fernando Masia Linaza. Todos ellos eran miembros de Fuerza Nueva.
El tercer asesino, José Juan Llobregat, sigue prófugo. Después de 34 años la policía no le ha querido localizar.
Localizaron a un joven obrero de 21 años, Jorge Caballero Sánchez, porque llevaba barbas, pelo largo y vieron su insignia con el emblema anarquista en la solapa, una «A» mayúscula sobre fondo negro. Está afiliado al sindicato de la construcción de CNT de Madrid. Los fascistas le insultaron a su novia y a él cuando salían del Cine Azul de ver la película "La naranja mecánica".
A continuación le dieron una paliza a base de patadas, golpes de bate y puñetazos. Una vez en el suelo, sangrando, Jorge Caballero intentó levantarse, y cuando estaba indefenso y sin posibilidades de eludir el golpe, José Juán Llobregat hundió su machete en el pecho de Jorge hasta la empuñadura.
A Jorge, que tardó en morir quince días, le atravesó el hígado y parte del pulmón derecho. Una vez cumplido su crimen, los fascistas huyeron. El jefe de Fuerza Nueva, Ricardo Alba, ayudó a José Juan Llobregat a salir del país, proporcionándole fondos y medios.
El juicio contra los otros dos se celebró en 1987. Fue otra burla: sólo les acusaron de "desórdenes públicos" y no de asesinato. Les condenaron a pagar 25.000 pesetas (150 euros) de multa a la familia de Jorge. El juez que redactó la sentencia fue Carlos Entrena, antiguo miembro del Tribunal de Orden Público del franquismo, quien ni siquiera mencionó la condición fascista de los acusados, ni reconoció que habían amenazado con sus armas a los transeúntes en varias ocasiones durante aquella misma noche.
Otros colaboradores del asesinato que estaban presentes en el lugar del asesinato fueron Fernando Saliquet de la Torre, Felipe Queipo Zimmerman, Antonio Pagazanturdia Irache, Pascual García Porras y los hermanos Miguel Ángel y Javier Fernando Masia Linaza. Todos ellos eran miembros de Fuerza Nueva.
El tercer asesino, José Juan Llobregat, sigue prófugo. Después de 34 años la policía no le ha querido localizar.
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