Los altos responsables del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, del que es titular Fátima Báñez García, han gastado en mobiliario la suma de 630.135 euros
desde que comenzó la legislatura.
Según fuentes del gabinete de la
ministra, que dirige el antiguo asesor parlamentario del PP, Juan Pablo Riesgo Figuerola-Ferreti,
las compras de muebles en su mayor parte destinados a las sedes
centrales en Madrid se han reducido un 60% respecto a 2011. Quiere
decirse que había muebles nuevos y suficientes. Además, en lo que llaman
“acondicionamiento de puestos de trabajo”, es decir, despachos,
iluminación, climatización y obras menores llevan gastados 2.185.000
euros por contratación directa, sin concurso ni publicidad.
Ya es sabido que el sillón ministerial de lo que no hay, Empleo
(antes Trabajo), empezó a ser incómodo en 2008, cuando comenzó la crisis
financiera y económica. Bien lo saben Celestino Corbacho y Valeriano Gómez,
mensuales portadores de las noticias sobre destrucción de empleo. Pero
eso no quita para que su sucesora Báñez, además de encomendar la
creación de empleo a la Virgen del Rocío, haya decidido
que su sillón y el de sus colaboradores sean más confortables. Nacieron
así los conceptos de “sillas operativas”, “sillón de confidente”,
“sillón de alta dirección” y otros relacionados con la decoración
burocrática. Y por una razón tan comprensible como humana, pues los
nuevos altos cargos manifestaban su repugnancia hacia las sudadas
poltronas de sus antecesores, comenzó el ruido de muebles.
En unas “sillas operativas” –se ve que las existentes no permitían la
operación de sentarse– para la Subsecretaría gastaron los primeros
7.639 euros, y enseguida llegaron las mesas, los armarios, los bloques
rodantes… Dos “sillones de alta dirección” para la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, que ocupa el exdiptuado del PP Tomás Burgos,
y dos mesas de reuniones costaron 11.315 euros. Dos muebles bajos de
“alta dirección”, una mesa de reuniones y un armario, 7.329 euros. Dos
mesas para la subdirección de Economía Irregular, 3.721
euros. Una mesita y dos “sillones confidentes” para el negociado de
coordinación de prevención de riesgos laborales e igualdad, 3.458 euros.
Un sillón de alta dirección para la Secretaría General de Inmigración y Emigración, 1.063 euros. Y así sucesivamente.
La lista de compras de sofás, sillas, sillones, mesas, cajones,
estanterías… resulta curiosa: ningún sillón de alta dirección baja de
950 euros, por dos sillas se pagaron 442 euros en la dirección
administradora del Fondo Social Europeo, situada en la
calle Pío Baroja 6, una de las tres sedes centrales del departamento de
Báñez, además del edificio de Nuevos Ministerios. Y también es
ilustrativa: los sillones básicos salen por 511 euros; cuatro sillas
para la Secretaría de Estado de Empleo, 663 euros; una silla ergonómica
para el gabinete de la ministra, 685,45 euros. Por lo demás, es bastante
aburrida.
El gasto en dos años y medio asciende a los 630. 135 euros antes
reseñados, de los que más de la mitad (345.782) corresponden a la
llegada de los altos cargos del PP en 2012; 200.314 a 2013 y 84.039
euros al primer trimestre del ejercicio en curso. Pero las compras de
mobiliario en unos famosos grandes almacenes y algunas casas
especializadas se pueden considerar anecdóticas en comparación con el
listado de obras de mantenimiento y acondicionamiento de despachos
–incluidos cambios de cortinas– que se han realizado en las sedes
centrales del departamento de Bañez, y cuya relación fue solicitada por
el diputado socialista José Zaragoza.
Estas obras menores, asignadas por contratación directa sin concurso
ni publicidad, superan la suma de 2.185.000 euros y revelan la
subcontratación de trabajos en detrimento de los propios servicios de
mantenimiento del departamento. Llama la atención, por ejemplo, la
asignación reiterada y frecuente de los trabajos de electricidad e
iluminación a Sistemón S.L, una pequeña empresa de Oviedo; los también reiterados contratos de trabajos de obras menores con Coyma S.A, radicada en Santa Perpétua de Mogada (Barcelona) que, según el Colectivo Alternativo de Trabajadores, escatima la paga extra de vacaciones a sus empleados.
Otras contrataciones frecuentes y reiteradas se han hecho con
empresas de ingeniería, reformas, fontanería y pintura por importes
fragmentados y nunca superiores a 60.000 euros. Los dos últimos
contratos menores fueron con Schindler S.A para cambiar un ascensor (53.215 euros) y con Mecanizado y Fresados Sur
por 57.279,62 euros bajo los conceptos genéricos de “acondicionamiento y
saneamiento” de la sede de los Nuevos Ministerios que da a la calle
Agustín de Betancourt.
Este periódico ya informó de los dispensios palatinos del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y Marfil, en el Palacio de Santa Cruz,
pero se ve que otras sedes más modernas y funcionales como el
departamento de Báñez y su equipo no le van a la zaga. Con razón dijo el
que dijo que aquellos edificios oficiales estaban siempre en obras.
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