miércoles, 23 de julio de 2014

El pueblo palestino ni ha invadido, ni ha colonizado, ni ha robado, ni ha asesinado, se defiende del invasor. PDF Imprimir E-mail
 
El 17 de julio ha habido 18 manifestaciones en toda España en defensa del pueblo palestino y contra el sionismo israelí. En la concentración realizada en Vitoria-Gasteiz, ante el polideportivo de Mendizorroza, lugar donde se celebraba el Festival de Jazz. La contratación de Noa, la cantante israelí, es un ejemplo del colaboracionismo existente con el sionismo en el campo cultural.
El colaboracionismo con los genocidas, tan condenado después de la 2ª guerra mundial por ayudar a los nazis, hoy resurge en las mismísimas instituciones de los gobiernos que se autodenominan democráticos, pasan sobre el derecho a resistir al ocupante, al dictador, hacen del asesinato del pueblo palestino, del racismo, del crimen de Lesa Humanidad, del crimen de guerra y el genocidio, un asunto menor, con lo que nos están diciendo lo que realmente son. Alimentan con su colaboracionismo, armas, acuerdos económicos, apoyos para que los sionistas formen parte de organismos internacionales, … todo lo que da cobertura al mayor asesinato que se ha llevado contra los Derechos Humanos tras la 2ª guerra mundial, Derechos que los pueblos conquistaron con la derrota del nazismo.
Estamos en un tiempo oscuro, el neo-nazismo ha crecido dentro de los órganos e instituciones bajo las que vivimos en sociedades a las que han debilitado su sentido crítico humano. Es desde estos órganos, que son sus comités o sus células nada durmientes, desde donde hacen su pedagogía social, sin atacar directamente, de momento, a sus mismos pueblos, y van paso a paso, introduciendo calladamente, como labor normal de las diferentes instituciones la idea de que los Derechos Humanos son algo a dejar atrás, algo de poca importancia porque lo que vale es el dinero, lo que esos pocos sacan de la explotación humana, los derechos, nos dicen, son algo inútil y que no nos hace falta para vivir, por eso aumentan la entrega de armas y los acuerdos de negocios con quienes quieren acabar con los Derechos de los pueblos. ¿Puede usted aprobar la ayuda al ocupante nazi-sionista, que, como es propio de su condición ideológica, incumple y desobedece la carta de Derechos Humanos, las sentencias de los Tribunales Internacionales y todos los acuerdos y mandatos de la ONU?. ¿Puede usted aprobar la ayuda al ocupante de Palestina, que se hace llamar Israel, pero que no tiene ni fronteras ni Constitución porque se va apoderando más y más de Palestina, porque tiene como finalidad robar la vida y el país al pueblo palestino?.
Los responsables del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz se hacen cómplices de quienes cometen genocidio, crímenes de guerra y Crímenes de Lesa Humanidad. ¿Dirán que no saben que el pueblo palestino ha pedido al mundo que ponga en marcha el boicot a Israel?. ¿Dirán que no saben que Israel no cumple ninguna de las resoluciones de la ONU ni las sentencias de los Tribunales Internacionales?. ¿Qué les queda a los colaboracionistas?: los niños y niñas asesinados, los conductos de agua reventados, los hospitales derruidos, las viviendas atacadas, los pequeños barcos de pesca hundidos o incendiados, … Aquí tienen un ejemplo de la crueldad del nazi-sionismo, además de asesinar destruyen los símbolos de solidaridad con el pueblo palestino, y esto también es fruto de su relación con el invasor: En el pequeño puerto de Gaza, mientras se hacían trabajos de reparación del barco Arca de Gaza, que la Flotilla por la Libertad de Gaza había costeado con la solidaridad internacional, la aviación nazi-sionista lo ha bombardeado el 11 de Julio en horas de madrugada destruyéndolo por completo.
Les preguntamos a los colaboracionistas: ¿Por qué al comenzar sus bombardeos eligen entre sus objetivos un símbolo de la solidaridad con Gaza?. El barco Arca de Gaza se reparaba de los desperfectos causados por otra bomba que los terroristas de Israel había puesto bajo su casco en el mes de Abril. Con sus reiterados bombardeos sobre el Arca de Gaza nos están diciendo que la solidaridad con el pueblo de Gaza les crea problemas y tienen que impedir que el pueblo de Gaza encuentre el calor humano del resto de los pueblos del mundo.
Los colaboracionistas del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz no pueden aducir que no saben.
En estos momentos 66.000 terroristas israelíes atacan e invaden Gaza; desde la guerra del Líbano el colonialismo israelí no había lanzado tantos terroristas a la agresión del pueblo palestino.
El pueblo palestino no ha invadido a nadie, ni ha colonizado ni coloniza, ni ha robado ni asesinado a ningún otro pueblo; eso es lo que ha hecho el nazi-sionismo desde 1948.
El pueblo palestino se ve obligado a defenderse, no tiene ejército que le defienda, ha tenido que aprender por sí mismo a tomar las armas de las que se surte con sus escasos medios, que nunca han sido y no son, lo hemos visto a lo largo del tiempo, equiparables a los de la potencia mundial que han alimentado quienes tienen intereses en la ocupación de Palestina por el nazi-sionismo.
Los colaboracionistas del nazi-sionismo lo saben, sí saben, como saben tantas cosas.
Ramón Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis”, lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón.

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