Podemos diseña un modelo de partido basado en la militancia online
Podemos ha finalizado el borrador de principios organizativos que servirá de base para convertir a la formación de Pablo Iglesias en un partido al uso. La propuesta, elaborada por el equipo promotor de la formación y que ya ha sido enviada a los círculos para su discusión, plantea la figura del militante online como base para la toma de decisiones, que se adoptarán de manera no presencial en la mayoría de las ocasiones.
Según el borrador al que ha tenido acceso eldiario.es, el mayor órgano de representación del partido será la asamblea ciudadana: cualquier militante podrá asistir a sus reuniones, que se celebrarán cada tres años.
Para el día a día, se ha diseñado una cúpula de entre 10 y 15 personas a quienes corresponderá “adaptar la línea política del partido a las circunstancias del momento”. Este pequeño grupo, dirigido por un portavoz, responderá al nombre de “consejo de coordinación” y su estructura recuerda a la de las ejecutivas de PSOE e IU o al comité de dirección del PP.
Por encima del consejo de coordinación, Podemos tendrá otra estructura de 80 miembros, con atribuciones para la toma de decisiones sobre la configuración de listas electorales o posibles alianzas con otras formaciones políticas. El consejo de coordinación se reunirá al menos una vez cada seis meses.
El partido revelación de las últimas europeas no va a exigir el pago de cuotas a sus afiliados. Con el carné de la formación, cada militante de Podemos recibirá una clave para ejercer su derecho al voto a través de internet, cada vez que la dirección quiera refrendar una decisión con la opinión de la mayoría.
El sistema que plantea la formación es el primer caso de la historia de España donde la política se basa en internet para desarrollar fórmulas de asamblearismo clásico. Con el modelo de claves, Podemos se ahorra el gasto que les ha supuesto el sistema de voto por SMS, activo hasta la fecha y en el que cada mensaje de voto era sufragado por la formación. Teniendo en cuenta que las asambleas ciudadanas se celebrarán cada tres años, internet se convertirá en el modo habitual de relación entre la dirección de Podemos y la militancia del partido.
La asamblea ciudadana convocada para otoño discutirá los documentos políticos, organizativos y de principios éticos que los promotores han ido redactando en estos meses. Los círculos de Podemos podrán presentar propuestas alternativas a las planteadas por los promotores para decidir cómo se organiza la formación. El modelo final se decidirá en otoño tras la asamblea prevista.
Si la propuesta de estructura redactada por los promotores se acepta, la asamblea de otoño deberá decidir tres cosas: el nombre de su portavoz (Pablo Iglesias optará al puesto) la composición del consejo ciudadano (80 miembros organizados por áreas y no por territorios, y el comité de derechos y garantías.
Las discusiones para configurar esos tres órganos serán presenciales, pero las votaciones no. En sus primeras grandes decisiones, Podemos ya apostará por el voto telemático como herramienta de comunicación entre sus miembros.
En el preborrador de principios organizativos se plantea que la dirección de Podemos será propuesta por el portavoz (previsiblemente Pablo Iglesias) y avalada por el consejo ciudadano; algo muy similar a lo que ahora ocurre en el PSOE: todos votan al líder, pero solo unos pocos escogen a su ejecutiva.
El consejo ciudadano será el órgano sobre el que recaerán las decisiones más trascendentales de Podemos. Según la propuesta de los promotores, este grupo de 80 personas tendrá atribuida la potestad de decidir “los procedimientos para la elaboración de listas electorales”. Además, según el documento, el consejo ciudadano podrá “determinar los procedimientos que permitirán definir relaciones y posibles alianzas electorales con otras fuerzas políticas y sociales en cada proceso electoral”.
Dicho de otro modo, la confluencia con otras fuerzas será una cuestión sobre la que tendrán la última palabra un grupo de 80 personas.
La formación liderada por Pablo Iglesias quiere huir de modelos tradicionales donde el poder se reparte en base a cuotas territoriales. De este modo, los territorios no tendrán peso específico a la hora de participar en los órganos de dirección. Como ejemplo, el consejo ciudadano estará distribuido por áreas temáticas y no por territorios. Se pretende, señalan fuentes de la formación, que el objetivo político de la formación sean los ciudadanos, al margen de su procedencia, contribuyendo con esta nueva manera de organizar el partido a conjurar errores de otras formaciones, como el excesivo peso de las baronías en la toma de decisiones.
Territorialmente, Podemos seguirá organizada a partir de los círculos. La toma de decisiones fundamentales quedará en manos de los órganos creados a nivel estatal.
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