FURIBUNDA OFENSIVA EMPRESARIAL CONTRA LOS MENGUADOS DERECHOS LABORALES

Proponen bajar el salario mínimo a los jóvenes que “no valen para nada”

    Seguros de estar navegando a favor de la corriente impuesta por el gran capital europeo, representado por La Troika y los diferentes gobiernos de la UE, las organizaciones patronales del Estado español se muestran dispuestas a aprovechar la actual coyuntura para demoler hasta el último vestigio de los derechos conquistados durante décadas por las clases trabajadoras. 

Y ante la ausencia de un sindicalismo combativo y con capacidad para hacer frente a esos propósitos, su objetivo final, conseguir un "mercado laboral" en el que los asalariados sean una mercancía libremente intercambiable y desechable, parece encontrarse cada vez más cercano.

 Este jueves, el Círculo de Empresarios volvía a abrir fuego por boca de su presidenta, Mónica de Oriol, apuntando contra uno de los pocos obstáculos que aún necesitan superar para implantar la ley de la jungla que los ideólogos del sistema dibujan como el "paraíso liberal": la existencia de un salario mínimo interprofesional.

    Durante un desayuno informativo organizado por el Club Internacional de Prensa, de Oriol reclamó al Gobierno de Mariano Rajoy una nueva vuelta de tuerca de la reforma laboral que, según dijo, debería venir acompañada de otra rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social y de una reducción masiva de empleos en la Administración pública.

    En lo que respecta al salario mínimo, Mónica de Oriol propuso iniciar el ataque pagando por debajo de lo estipulado en el mismo a un colectivo lo suficientemente numeroso como parar arrastrar a la baja los sueldos de la mayor parte de la población.

  "Tras el estallido de la 'burbuja' inmobiliaria  -recordó la portavoz del Círculo- alrededor de un millón de personas, muchos de ellos jóvenes, se  han quedado sin trabajo ni cualificación ('ni-nis')".

    Sin realizar ningún tipo de esfuerzo diplomático, Mónica de Oriol defendió que "no es acertado que la normativa obligue a pagar a estos trabajadores, aunque no valgan para nada, un salario mínimo que no producen".  "Ahora bien  -concluyó -  todos compramos cuando lo que se nos ofrece es a precio razonable".

CONTINUAR ABARATANDO EL DESPIDO Y SUPRIMIR EL SUBSIDIO DE DESEMPLEO

La presidenta del Círculo de Empresarios Mónica de Oriol

  No fueron estas, sin embargo, las únicas propuestas planteadas por la dirigente empresarial. Oriol insistió también, una vez más, en la "necesidad" de continuar disminuyendo el coste del despido de los trabajadores indefinidos que, en su opinión, se encuentran tan "blindados" que en España "es más complicado romper una relación laboral que un matrimonio".

    En este sentido, Oriol propuso seguir reduciendo la brecha con los trabajadores temporales con vistas a la imposición de un contrato único.

    Pero la presidenta del Círculo de Empresarios fue incluso más allá y se atrevió a criticar la prestación por desempleo, sugiriéndo que debería ser eliminada ya que - dijo - "no incentiva la búsqueda activa de empleo y favorece situaciones de parasitismo entre los parados".

    En este punto, opinó "que la gran segmentación de las categorías profesionales hace que los trabajadores rechacen empleos que les ofrecen los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) por no corresponder con su perfil", por lo que propuso "reducir las categorías profesionales a tres o cuatro, en función del grado de formación, y facilitar que los desempleados puedan trabajar allí donde se les requiera".

ACABAR, DE UNA VEZ POR TODAS, CON LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA

   Por otro lado, Mónica de Oriol defendió también la necesidad de "acercar" la negociación colectiva a la empresa, dónde los trabajadores se enfrentan a la disyuntiva, particularmente tras la aprobación de la última reforma laboral, de aceptar las condiciones impuestas por el empleador o ser despedido.

   La portavoz del Círculo, no obstante,  "vendió" esta propuesta asegurando que "hay que dar menos protagonismo a las organizaciones sindicales y más a los trabajadores, para favorecer la capacidad de acuerdos en las empresas y, con ellos, su supervivencia”.