PP y PSOE celebran ‘mítines de bolsillo’ ante la desafección de los ciudadanos

Arias Cañete, ayer, día 26, durante su reunión con miembros de las cofradías de pescadores
 en el puerto de Palma de Mallorca.

En contraste con las decenas de miles de ciudadanos que el sábado,
Isidoro en el santoral, participaron en la manifestación de Madrid contra el desmantelamiento de los servicios públicos, los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE, celebran “mítines de bolsillo” en lo que podemos considerar el primer fin de semana de su campaña electoral.
Izquierda Unida (IU) logró reunir a unas mil quinientas personas en un acto en Sevilla y UPyD no registró actividad, si bien, su candidato, Francisco Sosa Wagner, que fuera profesor de José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto hablar en la Casa Botines de León y en Villaquilambre y Sahagún de Campos este domingo.
El primer fin de semana previo al comienzo oficial de la campaña electoral se caracteriza por la difusión de encuestas que, según los casos y las casas de sondeos, dan a cada uno de los dos grandes partidos entre 15 y 18 escaños. Esto significa que ninguno de los dos supera 4,5 millones de votos y augura un salto cuantitativo de IU, UPyD, los nacionalistas y las formaciones alentadas por las fuerzas de la indignación y el malestar social. De momento, los cabezas de lista del PP y del PSOE protagonizan actos cerrados y con escasa afluencia para intentar movilizar a los suyos.
El ministro de Agricultura y cabeza de lista del PP al Parlamento Europeo, Miguel Arias Cañete, se fue a Mallorca a elogiar la sobrasada y a decir que si el PSOE levanta cabeza y gana volverá a arruinar España. Es tremendo. De este hombre con testa de apóstol dicen sus compañeros de partido que “ha hecho milagros” en la negociación de la PAC. Y conscientes de que las subvenciones europeas son la panacea, los líderes carismáticos Mariano Rajoy Brey y María Dolores de Cospedal García han impartido la consigna de esforzarse en cosechar el voto rural.
Cañete buscó el aplauso fijo en la Convención Regional que prepararon el presidente balear José Ramón Bauza Díaz y sus acólitos en Bunyola y, como si el gobierno de derechas estuviera en juego en estos comicios europeos, incidió en que el pasado fue muchísimo peor que el presente por culpa de la manera de gobernar de los socialistas: “El país quebrado, la inversión extranjera huyendo de España, las autonomías y los ayuntamientos incapaces de financiarse”. Tremendo.

José Luis Rodríguez Zapatero y Elena Valenciano, de espaldas, en el acto que protagonizaron en la Casa de América (Madrid). / Flickr del Partido Socialista

En otro acto para conversos, en la Casa América de Madrid, la número uno de la lista socialista, Elena Valenciano Martínez-Orozco, se esforzó en desmentir las afirmaciones de su adversario presentando al expresidente Zapatero como el campeón del Estado del Bienestar y de la ampliación de los derechos cívicos, lo que es cierto en el caso del matrimonio de personas del mismo sexo, el avance de la paridad y el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo en las primeras semanas de gestación.
Y el otrora ZP y ahora miembro del Consejo de Estado, que asesora al Gobierno, se mostró encantado, sonriente, relajado. Ante medio millar de conocidos, exministros  y dirigentes del PSOE entre los que se encontraba el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó su deseo de que el 25 de mayo se abra una “nueva etapa social” en la UE y exhibió su último hallazgo, el “eurorreformismo”. Es Tremendo.
El expresidente solo se arrepintió de no haber subido más el salario mínimo interprofesional, ese que el PP mantiene congelado desde que llegó al Gobierno y que la presidenta del Círculo de Empresarios quiere eliminar. Como se sabe, Zapatero incumplió la promesa electoral de 2008 de subir el salario mínimo un 20% en cuatro años, lo que lo habría situado en unos 700 euros mensuales. Con todo, recibió grandes aplausos de los suyos.
Tanto los socialistas como los conservadores conocen el escaso interés electoral que revelan las encuestas –la última de Metroscopia para El País sitúa la participación en el 43% del electorado, la menor en los últimos 30 años– y son conscientes de que cualquiera de los dos puede perder. Si el PSOE queda por debajo, Rubalcaba pierde definitivamente la menguante autoridad que le queda en el partido, y si el PP muerde el polvo, a Rajoy, que se ha resistido a nombrar ministra a la que consideran sucesora natural de Cañete en Agricultura –la secretaria general del Ministerio, Isabel García Tejerina–, no le quedará más remedio que abordar la crisis de gobierno para tomar resuello. Algunos pesos pesados como Cristóbal Montoro Romero y Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez se escudan en grandes reformas pendientes como la fiscal, la del aborto y la penal, pero eso no quita para que figuren en los sondeos entre los más indeseables y quemados.

Cayo Lara y Willy Meyer, ayer, con candidatos y candidatas de IU, en el Círculo de Bellas Artes (Madrid). / Mariano Asenjo

En este último fin de semana de precampaña, los candidatos de IU y sus coaligados políticos y sociales -ICV, EUiA, Anova-Irmandade Nacionalista, Federación Los Verdes, Alternativa Socialista, Gira Madrid-Los Verdes, Batzarre, Iratzarri-Eki, Opciò Verda-Els Verds y Espazo Ecosocialista Galego- se reunieron en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para advertirnos de que las políticas del PP y del PSOE son las mismas y recordar que estuvieron de acuerdo en la modificación de la Constitución que supeditó las prestaciones sociales mínimas y básicas al déficit y la deuda. “Esta es la candidatura de la lucha de esas mujeres y hombres que llevan 160 años peleando contra la explotación y la desigualdad en Europa”, dijo el cabeza de lista, Willy Meyer Pleite.
El coordinador de IU, Cayo Lara Moya, hizo saber que aunque les tiemblen las piernas por la responsabilidad que contraen no defraudarán  la confianza de la gente. En su opinión “la abstención y el fascismo crece en la UE porque fracasa la política, porque no se cumple las promesas y porque algunos han convertido la política con mayúsculas en basura”. La formación de izquierda celebró en Sevilla un mitin con la candidata Marina Albiol Guzmán y Antonio Maíllo Cañadas y el diputado Alberto Garzón Espinosa como oradores.