El primer y más importante problema que enfrentaron los presos del
PCE(r) y de los GRAPO tras su ingreso masivo en prisión a comienzos de
1977, fue el de preservar su condición de presos políticos y llevar una
vida colectiva y organizada en el interior de las cárceles. Era la única
posibilidad de sobrevivir en las duras condiciones que trataban de
imponerles. Dentro de la cárcel, las presas forman la Comuna Carmen
López Sánchez y los presos la Comuna Carlos Marx.
La comunas de presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO surgen tras las
primeras detenciones masivas en 1977 en las cárceles de Carabanchel y
Yeserías, con el objetivo de convertir la cárcel en una escuela de
formación política, en un ambiente de trabajo y de disciplina que
permita a los comunistas y antifascistas presos frenar los intentos
carcelarios de sumirles en la ociosidad, la desesperación, y la
degradación que todo presidio impone. Un papel fundamental han
desempeñado siempre la limpieza, la seriedad y el orden, porque la lucha
no acaba con la detención, sino que sólo cambia de forma al llegar a la
cárcel y hay que mantener bien alta la vigilancia y no relajarse,
porque entonces la cárcel devora al recluso.
Se crea un comité dirigente y varias células o comandos, cada uno de
ellos con tareas específicas a desempeñar, dentro de un plan general
trazado por el comité de dirección. Las comunas de presos políticos
expresaban los ideales de sociedad por los que luchaban: solidaridad,
igualdad y propiedad colectiva. Pero no se trataba sólo de poner en
común los recursos de cada cual; no se trataba sólo de unidades de
consumo colectivo, a través de la cuales se repartía la ayuda
proveniente del exterior, sino fundamentalmente unidades de producción.
Por ello, el centro de la actividad de las comunas era el trabajo
productivo, consistente en la fabricación artesanal en lana u otros
materiales, de bolsos, tocas, mantones, bufandas y otros artículos, así
como la confección de tarjetas y carteles con dibujos de contenido
político. El objetivo es la financiación completa de los gastos de toda
la comuna, para evitar que el encarcelamiento suponga un gasto añadido a
las familias.
Por otro lado, por esa vía, se consiguen difundir consignas políticas,
continuar la labor de propaganda y complementar la labor del Partido en
la calle.
Otro de los objetivos fundamentales es el estudio y la discusión
política de todos los militantes, para lo que se fue formando una
biblioteca muy completa, con la ayuda de amigos, de distribuidoras y de
librerías. Los libros sirven de material fundamental para el estudio y
la elaboración de análisis de lo más diversos, no solamente sobre
cuestiones políticas, sino también económicas, culturales, históricas,
etc. Un material de trabajo fundamental es la prensa, que aportan las
visitas de todos los rincones del país, e incluso del extranjero.
También se elaboran murales y dazibaos en los que se resumen las
discusiones o se plantean críticas para sean conocidas por todos.
Sin embargo, no todo es el trabajo; los fines de semana se utilizan para
la expansión y la diversión, especialmente las de carácter colectivo.
Aquí juegan un papel fundamental el aprendizaje de canciones
revolucionarias, los actos culturales, recitales de poesías y
representaciones teatrales, concursos de dibujos, juegos de mesa,
competiciones deportivas, etc.
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