Mil seiscientos euros... por minuto. Pagamos hasta el café y no fuimos invitados. Ya saben: la puta y la cama.
El acto duró poco más de
una hora y costó 132.036 euros; eso sin contar el despliegue de
seguridad, los costes del desfile militar, los gastos de recepción en
Palacio, las acreditaciones de Moncloa…
Felipe VI llegó pasadas
las 10:30 horas al Congreso y, tras ser proclamado Rey de España y
ofrecer un discurso de 25 minutos, inició su recorrido por las calles de
Madrid a las 11:52 horas. Entonces fue cuando paró de contar el
taxímetro del Congreso. Lo que viene a significar que a la Cámara, cada
minuto del acto le salió por 1.610,20 euros.
El grueso de los gastos
se lo lleva Dragados, que por 55.128 euros se hizo cargo del desmontaje
de la tribuna del Congreso y el montaje del estrado en que se celebró la
proclamación. Otra buena parte son los 26.288 euros y los 10.069 euros
que, respectivamente, fueron al personal del Congreso y el Senado por
sus horas extra.
El detalle del
presupuesto recoge hasta el gasto en los “pasadores de cordón” que
lucían algunos diputados y senadores con la Medalla de Oro de las Cortes
Generales: en total fueron 31 y la factura, aunque está por recibir, es
de 4.564 euros. Y también se referencia el coste del servicio “pausas
para café”, de 1.074 euros.
El Plural
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