El tema de las llamadas tribus urbanas siempre ha sido un elemento
polémico y difícil de encuadrar y analizar a lo largo de la historia.
Aun así, han sido muchos los intelectuales que han tratado de estudiar y
conceptualizar el complejo fenómeno de las tribus urbanas desde una
óptica cultural y sociológica a lo largo del siglo XX, especialmente,
cuando se empieza a interpretar que las actitudes de determinados grupos
sociales dentro de la sociedad se pueden clasificar dentro de
diferentes grupos especiales, interconectados muchas veces y con rasgos
propios.
Los primeros estudios teóricos de estas micro sociedades contemporáneas
que llamamos o que con el paso del tiempo se conocerán como tribus
urbanas, se empiezan a realizar ya en los años 30 del siglo pasado. Con
ellos, se empezaría a hacer ya el repaso cronológico a través de todo el
siglo XX de las diversas definiciones y teorizaciones realizadas por el
fenómeno de las tribus urbanas.
En este terreno, las primeras grandes teorizaciones acerca de este fenómeno de las tribus urbanas provienen de la llamada Escuela de Chicago,
que se llamo a una serie de trabajos que emergieron en los años 1920 y
1930 especializados en sociología urbana, y la investigación hacia el
entorno urbano combinando la teoría y el estudio de campo etnográfico en
Chicago, aplicado ahora en muchas otras partes.
Aunque recogía el trabajo de académicos de varias universidades de
Chicago, el término se usa frecuentemente para referirse al departamento
de sociología de la Universidad de Chicago.
Los principales investigadores en esta escuela incluyeron a Ernest
Burgess, Ruth Shonle Cavan, Edward Franklin Frazier, Everett Hughes,
Roderick D. McKenzie, George Herbert Mead, Robert Ezra Park, Walter C.
Reckless, Edwin Sutherland, W. I. Thomas, Frederick M. Thrasher, Louis
Wirth, Florian Znaniecki y Herbert Blumer.
En este campo que nos afecta, ya en los años 30 esta escuela estudia los
llamados temas “marginales” tales como focalizar la atención en los
sectores no integrados de la sociedad como los relativos a la
delincuencia, marginación, prostitución o las pandillas que en los
albores del siglo XX empezaban ya a descubrirse en Chicago, gran centro
urbano en los EEUU ya por aquel entonces y desde finales del siglo XIX.
En primer lugar, entre los teóricos de este grupo que tratan estos temas
tendríamos ya al primer gran teórico y estudioso de este fenómeno,
Robert Park, el cual asienta la teoría de que la ciudad facilita la
aparición y promoción de lo que el llama “comportamientos desviados” por
el entorno de excesiva libertad, poco control y gran soledad que se
vive en las grandes urbes en la primera mitad del siglo XX.
Es por ello que la ciudades según Park, se convierte en el caldo de
cultivo mas favorable para la aparición de este tipo de conductas a
través de lo que el llama un “contagio social” en el cual prevalecen y
se extienden este tipo de conductas y comportamientos desviados en su
opinión, y cuyo ejemplo mas claro para Park seria la aparición y
difusión de las pandillas o bandas callejeras en las ciudades.
En segundo lugar, también aparece en este periodo una teoría sobre este
fenómeno elaborada por Frederik Thrasher en 1929, en su estudio acerca
de las bandas callejeras de Chicago con su obra “The Gans. A study of
1313 gans in Chicago”, que supone el primer gran corpus teórico
elaborado y estudiado acerca del fenómeno de las bandas callejeras en
Chicago y que además, Thraser elabora lo que seria la primera gran
definición del concepto de bandas o pandillas en este periodo, según el
cual se definiría como:
“…la banda es un grupo que en origen se ha formado espontáneamente y
después se ha integrado a través del conflicto. Se caracteriza por;
encuentros cara a cara, batallas, movimientos a través del espacio como
si fuera una unidad, conflictos y planificación. El resultado de todo
ello, es el desarrollo de una tradición, solidaridad moral, conciencia
de grupo y vinculo territorial”
En tercer lugar destacaría la definición de William Foote White, en su
obra “La sociedad de las esquinas” en 1943, como vemos ya muy avanzado
el paso de la historia y en plena conflagración bélica mundial, pone el
acento en su estudio en el aspecto de la solidaridad como elemento
central nucleador de estos grupos o bandas callejeras, generando por
ello sentimiento de lealtad, compañerismo y ayuda mutua. Por ello, los
chavales generan profundos y poderosos lazos afectivos entre ellos a lo
largo de toda su vida, de forma que consideran al grupo como su familia
real.
Además, White será el primero que realmente vaya a rebatir las ideas de
la época de identificar a este grupo como natural y potencialmente
delictivo y violento y deshecha esta idea como irreal llamando “miopes” a
los que asientan esta idea o identificación de los jóvenes.
Como vemos, estos estudiosos de la Escuela de Chicago, que centran sus
estudios en esta realidad cercana para ellos, se centran y basan en el
análisis de los jóvenes de la calle, centrando su identidad en las
esquinas (de ahí el nombre de un análisis de alguno de sus miembros)
donde generan, construyen las micro culturas propias al margen del
modelo social impuesto de forma institucional.
A continuación tendríamos que señalar la aportación de la otra gran escuela de estudios sobre esta temática, la Escuela de Birmingham,
basándose en los ideales de cultura hegemónica y subalterna del
marxismo gramsciano. La Escuela de Birmingham se institucionalizó en los
años 60, aunque este grupo y sus obras comenzaron en la década del 50.
El mismo se formo en torno al Center for Contemporary Cultural Studies
de Birmingham, Inglaterra y se fundó en el año 1964 de la mano de
Richard Hoggart, aunque también otros participaron en su creación como:
Stuart Hall, Edward Thompson y Williams Raymond.
Esta escuela buscaba comprender y dar explicaciones de la articulación
entre la clase social y la práctica cultural bajo una mirada que
transcendiera lo socioeconómico. Además casi todos sus integrantes
pertenecían a las clases sociales más bajas de la sociedad, por lo cual
casi todos sus estudios se basaban en estos sectores. La Escuela de
Birmingham pone el foco en la cultura, desarrollando las ideas de
contracultura y subcultura, posicionándose en sentido contrario a lo
hegemónico.
Estos sostenían que la contracultura pretende el liderazgo y la
subcultura no; y que a pesar de la existencia de una cultura hegemónica
ésta no alcanza todas las expresiones de las prácticas culturales del
grupo, y es ahí cuando surgen las resistencias generadas por otras re
significaciones. Es acá donde entra en juego el concepto de mediación,
que implica dar otro sentido a los conceptos desde la propia
experiencia.
En primer lugar como representantes de este grupo destacaría Stuart Hall
que en 1983, como vemos muchos años después de la anterior escuela y de
la postguerra mundial, ya en los finales de la guerra fría, propone un
estudio nuevo acerca del problema en su obra “Resistencia mediante
rituales” donde habla ya aquí de las “subculturas juveniles” como
resistencia de los jóvenes especialmente de clase obrera trabajadora.
Es, pues, una visión más ajustada y cercana a la realidad actual y
posterior, y resistencia que fomenta el refuerzo de los lazos e
identidades grupales y colectivas, transgrediendo de esa manera los
patrones culturales oficialmente establecidos.
En segundo lugar, destacaría Dick Hebdige que en 1994 en su libro
“Subcultura”, el cual asienta la idea de las subculturas la cual genera
una lectura renovada y más accesible de las subculturas juveniles,
especialmente los “punks” acercándose a los códigos empleados.
Fuera de la escuela de Birmingham, destacan otros ideólogos y sociólogos
que se aproximan también a este fenómeno, a través de toda la herencia
intelectual que ya hemos visto que ha venido dando a lo largo de todo el
siglo XX. Entre ellos destaca el sociólogo francés Michel Maffesoli,
que desde 1988 y a través de obras suyas tales como “El tiempo de las
tribus” o “El conocimiento ordinario”, es el primer sociólogo que
analiza de forma profunda y detenida el fenómeno de la neotribalizacion
en las sociedades globalizadas contemporáneas, en las cuales, Maffesoli
observa un proceso claro de contradicción muy evidente;
masificación-microgrupos.
De esta forma, según el autor se contraponen por un lado la amplia masa
social de gente sin identidad y desclasada y por otro lado surge el
fenómeno de las “tribus urbanas”, que es una respuesta a este fenómeno
del individualismo de masas con el objetivo de fortalecer el rol y el
peso de las personas en el entorno social del grupo.
Así, para Maffesoli, se observa un proceso de transformación de los
mecanismos de organización social, tales como; importancia de las masas,
importancia de las personas, surgimiento de tribus afectivas,
subjetividad en y con el grupo, identificación territorial, más peso a
los sentimientos y experiencias. De esta forma, el autor, que como vemos
realiza un trabajo en profundidad sobre este fenómeno, existen una
serie de rasgos fundamentales de las tribus tales como;
• comunidades
emocionales ( donde se fragua según el autor el carácter
emotivo-sensitivo dentro de los grupos, reforzando los lazos internos
entre ellos) .
• energía subterránea ( se rompe la uniformidad social imperante por gran cantidad de códigos, léxicos expresados en el grupo) .
• sociabilidad
dispersa (gana peso lo social en el discurso, expresado a través de las
relaciones entre individuos que comparten los patrones definidos por el
saber hegemónico, frente a lo cual aparece un discurso rupturista
opuesto a este saber dominante centrado en el espacio de las nuevas
sociedades tribales o neotribales.)
• fisicidad
de la experiencia (aquí el espacio físico de interrelación, la urbe o
ciudad, se vuelve fundamental en la vida y desarrollo de los miembros de
la tribu, donde a mayor globalización y cosmopolitismo, aparece por el
contrario, un mayor sentimiento local. Es la identificación territorial)
También destacan en este área los trabajos del antropólogo argentino Néstor García Canclini
que en 1995 escribe “Culturas Hibridas”, y donde apuesta por la idea de
dejar de escribir sobre la ciudad, de hablar a la ciudad, dejar de
hacer teorías, hipótesis y elucubraciones sobre los fenómenos que
ocurren en ella para observarla, dejarla hablar, que se exprese, oírla,
ver y apreciar los fenómenos que se producen en ella y dejar que estas
teorías y movimientos que surgen en ella se puedan expresar a su ritmo.
También existiría aquí una visión más moderna del fenómeno de las tribus y culturas urbanas, elaborado por los españoles Costa, Pérez y Tropea
con su trabajo “Tribus Urbanas” de 1997, que seria junto con la obra de
Feixa las obras más completas y estudiadas en profundidad del tema a
gran escala.
Aquí, los autores dan una serie de rasgos definitorios de las tribus
urbanas, tales como; establecimiento de una serie de elementos básicos y
fundamentales en el cual el joven se reafirma, la tribu como una
historia personal donde se construye la identidad de cada uno, la tribu
como conjunto de códigos, imágenes, rituales donde se transgreden las
pautas o normas sociales establecidas, la tribu como ruptura y
desestabilización del mundo social adulto, apariencia agresiva como
elemento de rechazo y oposición social, incisión en los punks y skin
heads como tribus referenciales, la violencia como ceremonia fundamental
de identificación social
En segundo lugar, tal y como dijimos al inicio de la sección, cabria
destacar la teoría mas extensa, moderna y novedosa que se ha llevado a
cabo acerca del fenómeno de las tribus urbanas.
Este sería el caso del trabajo de Carlos Feixa, “De jóvenes,
bandas y tribus” realizado en 1998. En esta obra, se hace toda una
conceptualización global y especifica del fenómeno teórico de las tribus
urbanas, definiéndolas, relacionándolas con elementos sociales de su
entorno, marcando las fronteras, trazando esbozos acercándonos a su
contenido, a sus ideas, a sus marcos, a sus rasgos...
En su exposición, el hace una triple distinción y exposición acerca de este fenómeno.
1. En primer lugar, cabria hacer una definición sobre el fenómeno y concepto de las “culturas juveniles”;
para el autor, el concepto de cultura juvenil se refiere a la forma en
que los jóvenes expresan sus experiencias de forma colectiva a través de
la construcción de estilos y formas de vida alternativo a lo
institucionalmente ofrecido.
Por ello, establecen el surgimiento de unas micro sociedades autónomas
de las instituciones oficiales de la sociedad, las cuales se dotan de
espacios y tiempos concretos y específicos, las cuales surgen en el
periodo de la postguerra, y las cuales presentan una enorme
heterogeneidad interna. Según, pues, una noción marxista del término,
estas culturas representa dominados u oprimidos de la sociedad, y se
evidencia en su nula integración a la cultura hegemónica dominante de la
sociedad.
Así pues, esta no integración en la cultura hegemónica es el rasgo más
característico de la juventud y en ocasiones esta situación se relaciona
con la supuesta inestabilidad e inconsciencia típica de la juventud,
menospreciando o ignorando pues, el papel de estas culturas y el impacto
en los jóvenes y estos en general en la sociedad.
De esta forma, se podrían distinguir, como decía Antonio Gramsci, entre
la cultura hegemónica ( que es la distribución del poder dominante a
escala social y donde los jóvenes se deben adaptar a el; escuela,
trabajo, ejercito, medios de masas… y dentro del cual se producen
situación de confrontación y conflicto con los jóvenes bien adaptativa,
bien disidente , bien contestataria..) la cultura parental ( que serian
las grandes redes culturales y que serian las normas o códigos de
conducta y los valores vigentes en la sociedad actual, que no es solo
padre-hijo, también las referirían a las relaciones en la familia,
vecindario, escuelas, asociaciones…) la cultura generacional ( que son
las vivencias de los jóvenes en general en espacios hegemónicos,
parentales y de ocio. En ellos, el joven se interrelaciona con iguales y
se identifica con determinadas actitudes, comportamientos).
A continuación, se distingue entre tres términos que serian importantes,
el de micro cultura (valores controlados por pequeños grupos a nivel
cotidiano) banda (que es una forma de micro cultura en sectores urbanos
de las clases obreras o dominadas y que usan el espacio urbano para
construir su propia identidad) y contracultura (que serian los episodios
históricos coyunturales en que los jóvenes manifiestan su ruptura y
rechazo a la cultura hegemónica dominante). Se desprende de ello que no
son homogéneas.
Posteriormente, el autor hace referencia a diversas formas de
interrelación de las culturas con elementos de su entorno social y los
rasgos definitorios de estas culturas; por una parte estaría la
generación ( aquí se interpreta la generación como un nexo de unión
entre los miembros de una determinada cultura juvenil, de forma que las
experiencias compartidas en el tiempo entre una misma generación marcan y
perduran toda la vida, moldeando la existencia de los individuos, es el
reflejo de los llamados “acontecimientos generacionales”. Así, el autor
establecen la idea de que las culturas más destacadas poseen un claro
énfasis generacional) el género (donde, en el análisis se hace especial
hincapié en la idea de las culturas juveniles como fenómenos únicamente
masculinos, con un cierto toque machista. Para ellas, sin embargo este
periodo ha sido mas una transición entre una y otra familia, limitando
su espacio físico en las calles a favor de la estancia domestica, y por
ello no parece haber existido una presencia física real y masiva de las
mujeres en esta realidad.
Sin embargo, los autores recogen ideas también diversas, intentando ver
realmente el papel de la mujer en este proceso de las culturas
juveniles, y si realmente esta tan ausente como tradicionalmente se ha
expuesto y si tenga relevancia en sus espacios tradicionales de relación
femeninas, tales como el barrio, los grupos musicales o el dormitorio
como lugar central de sociabilidad entre ellas…y es que también las
chicas viven este proceso), o también la clase social (frente a una idea
de culturas juveniles interclasistas después del periodo de la
postguerra, surgen numerosas otras interpretaciones sobre el rol jugado
por la clase en este proceso.
Por ejemplo, los autores afirman que la ya mencionada Escuela de
Birmingham, centraba en la clase social el elemento o nexo central
definitorio de las diversas culturas juveniles, ya sean las de raíz mas
obrera como skins, punks o mods, o las de raíz pequeñoburguesa como los
hippies o freaks, lo cual no deja de ser interesante. Sin embargo, aquí
cabria hacer una reflexión en la inclusión de fenómenos como la cultura
skinhead, a la que quizá en sus orígenes cabria encuadrar mas en un
concepto cultural más que tribal o sectario, y propio de una lógica
social de clase, y no de un fenómeno de moda de masas alienante, como
muchas tribus urbanas actuales, a las cuales si podríamos encuadrar en
esta categorización sin problemas.
La relación con el tema de la clase social se define en el entorno
básico de socialización de los jóvenes mas cercano, en su entorno social
especifico concreto y es allí, en la interacción con ese entorno y con
las personas cercanas que los jóvenes aprenden y adquieren conocimientos
de elementos culturales asociados a ellos ( el trabajo para los
obreros, los estudios para los pequeñoburgueses y jóvenes de clase
media…aunque es en los jóvenes de clase obrera y en general en esta
clase en la cual se han centrado la mayoría de los análisis,
colocándolos en el entorno de las culturas o movimientos
contraculturales por lo general).
En la etnicidad ( donde ha habido según los autores en general una
asociación de este movimiento de tribus urbanas con los inmigrantes en
el entorno urbano de los grandes centros occidentales capitalistas de la
postguerra, de forma que estos jóvenes, totalmente desarraigados y sin
identidad, que no se identifican con el nuevo lugar de vida pero tampoco
con sus raíces, es aquí donde, fruto de esa inadaptación y no
identificación tienden a crear o forjar esa nueva identidad cultural
propia con el objetivo de cubrir ese espacio vacío, uno de cuyos
ejemplos seria la cultura rastafari, o el de los rude boys jamaicanos
ingleses) el del territorio (es un elemento estructural también
fundamental de las culturas juveniles. Son culturas que, según los
autores se asocian siempre con entornos urbanos y metropolitanos
especialmente, siendo escasas o nulas las apariciones culturales
juveniles en otros ámbitos, aunque puedan darse, y más concretamente en
los grandes centros urbanos occidentales como Chicago, Nueva York,
Londres, Paris...
Además se da en ellos una recuperación de zonas olvidadas o marginadas
de la ciudad, lugar, zonas, esquinas, calles, locales, territorios
concretos donde desarrollan la recuperación e identificación de sus
culturas, recuperando una identidad local o barrial como afirmación
propia colectiva de las culturas) en el estilo (que los autores lo
definen como las manifestaciones simbólicas de estas culturas juveniles
que los jóvenes consideran representativos de su identidad grupal. Así
destaca la posesión de elemento concretos comunes en todo el grupo que
constituyen la identidad, el estilo de este, tales como las chaquetas de
los teds, la scooter de los mods, la cresta de los punks…
Así, el autor define a su vez una serie de elementos dentro del estilo
que resultan fundamentales para entender como se construye este estilo,
tales como la fundamentación de los códigos que, muchas veces, se pueden
combinar o invertir, exagerar, reproducir, codificar para el propio
grupo. También estaría aquí el lenguaje como elemento fundamental con
formas de expresión típicas de estos grupos sociales en oposición con
los códigos del mundo adulto, tales como palabras, frases,
expresiones…retomando elementos de lenguajes o argot tomados del pasado
pero también construyendo otros totalmente nuevos.
También la música juega en opinión de Feixa juega un papel clave en el
estilo de las culturas juveniles, y de hecho lo considera central en
estas organizaciones juveniles, de forma que el autor considera que de
hecho el surgimiento de una cultura muchas veces va asociada a la
aparición de un determinado genero musical concreto, en especial, dice
el autor, al rock and roll. Se usa, pues, la música como elemento de
definición colectiva de las culturas juveniles, y de hecho, como dijimos
la evolución de una cultura se asocia a un grupo o un estilo; Elvis
Presley con los teddy boys, Who y los mods, Reggae-Bob Marley y los
rastafaris, Folk-Psicodelia y los hippies, Sex Pistols y los punks,
Public Enemy y los raperos, Iron Maiden y los heavies…como vemos todos
ellos van asociados clara y marcadamente a un genero o estilo musical
como elemento definitorio.
La estética, por supuesto para Feixas supone un elemento fundamental del
estilo de las culturas juveniles, de forma que todos los estilos
tienen un elemento estético fundamental y particularmente asociado a
ellos tanto en el pelo tales como crestas, tupes, rapados…o en la ropa,
pero que no es algo cerrado y marcado, de forma que no es homogéneo y
pueden existir, para el autor, mezclas de estilos, aunque lo
suficientemente distintos como para marcar una diferenciación con la
modelo social establecido.
Por ultimo, seria interesante mencionar aquí la cultura o mas bien
contra-cultura típica de estas culturas juveniles, que manifiestan sus
ideas e inquietudes a través de sus propios medios de expresión tales
como revistas, fanzines, grafitis, pintadas, tatoos, videos, radios
libres, centros sociales….usando, pues, canales convencionales o canales
propios para ello, para difundir su mensaje.
2. En
segundo lugar, como ya dijimos al inicio de la exposición de Feixas,
cabria hacer una definición sobre el fenómeno y concepto de las “tribus urbanas”
ya propiamente dicho, donde Feixas aquí hace ya una codificación y
definición especifica del fenómeno y la realidad de las tribus urbanas
propiamente dichas.
Aquí, el autor hace un resumen de lo que para el son los rasgos de las tribus urbanas;
• Se
considera tribu urbana a un grupo que se crea como un conjunto de reglas
concretas y especificas en la que el joven se identifica y se implica
personalmente.
• Una
tribu, además, crea una imagineria personal propia, una serie de mitos,
actitudes, identidades propias que ellos mismos se crean y donde el
joven se moldea dentro de ella.
• El
fenómeno de la “tribalizacion” como define el autor, crea una identidad
propia a través de la uniformización y creación de simbología.
• La tribu como elemento tradicionalmente de confrontación social y subversión.
• Creación de una imagen agresiva, rupturistas y a veces violenta.
• Fuerte identidad colectiva del grupo y sentimiento de pertenencia común.
• Recalco
de punks y skins como las más representativas, lo cual es cuestionable,
al menos en el caso de los orígenes de los skinheads.
El autor, además destaca la definición de tribu más bien en función de
los parámetros de definición social de esta, es decir, una tribu es como
lo define la sociedad. Para ello, es interesante saber sobre que medios
obtenemos información sobre estas tribus urbanas, y sobre ello, nos
dice el autor que tenemos varios canales de información más o menos
reales;
-Primero estarían los propios miembros de tribus urbanas que muchas
veces poco real por la parcialidad de los implicados, a través, como
dijimos, de sus propios canales como tebeos o fanzines, de forma que a
veces es difícil obtener información realmente objetiva de ello.
-Segundo estaría la información que aparece en los reportajes de los
medios, y por ende muchas veces son los propios periodistas los que a
veces, según el autor, tienden incluso a crear de la nada nuevas tribus o
definiciones, que como dice el autor a veces es totalmente falso y
fruto de la “imaginación delirante” del autor .
También existirían luego otra serie de puntos de vista que ya
completarían la información acerca de las tribus, tales como jueces,
sociólogos, políticos, los propios ciudadanos…
3. En
tercer lugar, como ya dijimos al inicio de la exposición de Feixas,
cabria hacer una definición sobre el fenómeno y concepto de las “neotribalizacion”
para de esta forma, ayudarnos a entender algo mejor que es lo que esta
pasando actualmente en nuestras calles de una forma mas verídica y
cercana.
Así, es notorio que en las grandes ciudades del mundo es donde aparecen estos grupos de jóvenes.
El carácter y la forma en que surgen estros grupos, es muy heterogéneo,
aunque según el autor poseen rasgos comunes, y se oponen violentamente
en ocasiones y en general a la cultura social hegemónica y dominante.
Así, entre los rasgos definitorios de este fenómeno de neotribalizacion
serian; la frontera (donde se marcan un espacio concreto y fronterizo y
muy delimitado, y que de alguna manera, según el autor señala las
barreras y fronteras reales del grupo. Ello se hace más difícil en una
sociedad cada vez más globalizada donde los espacios y las fronteras se
hacen cada vez más débiles y finos, y donde resulta cada vez mas
complicado la distinción de aliados y enemigos de una persona.
Para ello, surgen de esta forma nuevas fronteras creadas por las tribus,
con la reconstrucción de la identidad propia y de forma mas interna,
las llamadas “fronteras interiores”. Como herencia del capitalismo
moderno, que trae consigo un mayor individualismo y perdida del
sentimiento e identidad colectiva, social o familiar común en los
espacios urbanos cada vez mayores, los jóvenes ven y perciben este vacío
de identidad, sienten las frustración y por ello tienden a construir
esas identidad colectivas llamadas tribales como rechazo y respuesta a
ello) la recuperación tribal ( donde lo que se produce es una
recuperación de comportamientos y actitudes de tipo tribal, como las
tribus primitivas, de ahí el nombre del término.
De esta forma, lo tribal surge como oposición y rechazo a la sociedad actual establecida formalmente.
Sin embargo, aquí Feixas se pasa a hacer preguntas acerca de la propia
concepción del término de tribu, ya que muchos especialistas,
antropólogos fundamentalmente, se oponen rotundamente a llamar tribus a
estas agrupaciones juveniles, al considerar que no cumplen todos los
requisitos de las tribus primitivas. Por otro lado, los sectores más
sensacionalistas de la sociedad, los medios de comunicación, no dudan en
evocar constantemente este término y los que lo han impuesto en el
vocabulario social literalmente.
Son grupos que, además, buscan la ruptura del orden social) el aspecto
sociocultural (donde los elementos sociales influyen en el cambio en la
sociedad actual hacia un modelo basado en el consumismo, la moda y la
comunicación tecnológica.
Pero a su vez, también en una homogeneidad relativa en cierto grado
entre todas las tribus en todo el mundo que, de hecho, según el autor,
se evidencia en la misma catalogación del concepto en todo el mundo
urbano) los conceptos clave (debemos aquí tenerlos en cuenta a la hora
de acercarnos a una mejor definición actual del fenómeno neotribal, y
que caracterizan a estas tribus juveniles, tales como; la anomia basada
en la ausencia de reglas o normas y que surgen en una sociedad de bienes
de consumo a los que no todas las clases sociales tienen acceso y por
ello genera oposición y cierto desprecio y malgasto tales como la droga o
la violencia vandálica. También el hiperindividualismo, en una sociedad
actual basada en un capitalismo de corte individualista extrema que
tiene el mercado y el consumo como marcos ideales de actuación, y que es
fomentada, exaltada y protegida por la publicidad, las empresas, los
políticos, los medios…
Todo ello, al final, acaba generando lógicamente una actitud de rechazo y
oposición al individualismo social imperante en el mundo capitalista,
una oposición que, en ocasiones y debido a la rabia contenida acaba
eclosionando en estas tribus de modo violento en los diferentes
escenarios típicos de actuación de cada una de estas tribus (
discotecas, bares, estadios de fútbol, calles..)
Se rechaza, pues, lo complejo a nivel social, a nivel conceptual, a
nivel identitario a favor de representaciones simples, directas,
sencillas y accesibles. También aquí la aceleración seria un concepto
que podríamos destacar en las tribus, donde los jóvenes se ven
obligados a vivir en una sociedad que se mueve en un ritmo vertiginoso,
acelerado y rápido en todos los órdenes de la vida, en todas las grandes
áreas urbanas del mundo.
Todo se produce ahora a un ritmo más acelerado de lo que era antes, y
donde se presupone al joven más integrado que otras generaciones, y lo
cual genera por ello un mayor rechazo y oposición por parte de estos. a
veces en forma de violencia, a veces en forma de adhesión a elementos
fijos con los que se sienten identificados, ya sean modas, músicas o
drogas.
También lo dionisiaco o caótico aquí se muestra como un rasgo clave de
las tribus actuales, en una sociedad forzosamente racionalista, apolínea
y ordenada, surgen eso que se tiende a llamar las “válvulas de escape”,
lo cual genera una contradicción entre lo dionisiaco y lo apolíneo, lo
ordenado y lo espontáneo de estos grupos neotribales. Por otra parte, la
moda y la apariencia, son para el autor elemento importantísimo, en las
cuales, como ya hemos mencionado en diversas ocasiones a lo largo de
este apartado, los medios de masas juegan un papel fundamental a la hora
de crear o codificar muchas veces estas tendencias que han sido mas
reales entre los grupos en la teoría que en la practica.
No obstante, estos se hayan mediatizados tanto por los medios como por
una cada vez mas creciente identidad estética, de forma que aunque digan
oponerse a las modas estéticas sociales, contradictoriamente muchos de
ellos, no todos, acaban preocupándose por la apariencia estética.
Por ultimo, la multirracialidad también se nos presenta en opinión de
Feixas como elemento vertebrador de estas nuevas realidades urbanas en
las que se ven inmersos los jóvenes, con una mayor y creciente conexión
en los espacios urbanos entre jóvenes de diferentes culturas y
costumbres, que muchas veces degeneran en roces o confrontaciones
culturales, aunque, tal y como dice el autor, ello aunque se da, no es
lo frecuente o predominante en el aspecto urbanos donde mueven las
tribus urbanas y por ende, no lo son en estas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario