miércoles, 2 de abril de 2014

Noticias de los presos políticos

¿Esto no es un crimen de Estado? Fallece en la cárcel de Zuera la presa comunista revolucionaria Isabel Aparicio. Isabel padecía desde hace años graves problemas de salud no atendidos con seriedad por el régimen ¿Cómo calificar esto? Y que la ultra derechista Esperanza Aguirre clame que España es un Estado de "derecho"... Descansa en paz, compañera.


Naiz.- La organización Socorro Rojo Internacional ha informado de la muerte en la prisión de Zuera (Zaragoza) de la presa Isabel Aparicio Sánchez, de 60 años, militante del PCE(r) que se hallaba gravemente enferma.

Isabel Aparicio Sánchez había cumplido 60 años el pasado 2 de febrero. Llevaba presa desde el año 2007 y ya había pasado anteriormente por prisión otros cuatro años a partir de 1980. Madrileña, militante histórica del PCE(r) desde su fundación en 1975, llevaba con innumerables problemas médicos no atendidos desde su ingreso en prisión, ha denunciado Socorro Rojo. Ha sido su compañero sentimental, el también encarcelado Manuel Arango Riego, quien ha notificado el fallecimiento en una llamada telefónica, sin poder aportar mayores detalles.

Isabel Aparicio sufría diversas dolencias como «artrosis degenerativa general, osteoporosis, problemas de respiración y sinusitis grave y crónica, desplazamiento de sus vértebras lumbares y hernia de disco», que según Socorro Rojo «no habían sido tratadas en ningún momento, ni derivadas a hospitales, por lo que su gravedad estaba añadiéndose cada día, hasta ocasionar su muerte».


Porque fuisteis somos, porque somos serán











La presa política comunista Isabel Aparicio Sánchez falleció ayer en la cárcel de Zuera a los 60 años. El sistema penitenciario español del exterminio se ha cobrado una nueva víctima. Una víctima que se añade a la de Arkaitz Bellón, o Xabier López, entre muchos otros y otras en un sistema totalmente inhumano basado en el terror y la venganza. La presa del PCE(r) ha muerto en esas cárceles de libertades llamadas eufemísticamente centros penitenciarios, y es que hasta su prostitución del lenguaje nos lleva incluso a llamar funcionarios de prisiones a los carceleros.
Isabel, madrileña de nacimiento, era una histórica militante comunista del PCE(r) desde que éste se fundara en 1975. Tras una vida de lucha contra el revisionismo carrillista del PCE y entrega por la ruptura con el régimen franquista, ya cumplió cerca de 9 años de condena  en los 80′, no sin antes haber dado con sus huesos en la tristemente famosa DGS, y ser víctima de las interminables torturas del sádico fascista Antonio pacheco, conocido como “Billy el niño”. En esos años en prisión formaría parte de la Comuna de las Presas Políticas del PCE(r) “Carmen López”, y participó activamente en diversas protestas, motines y huelgas de hambre.
Tras salir de prisión en 1988, la política de dispersión y aislamiento de los presos políticos ya había comenzado de la mano del gobierno de Felipe González. A su salida de prisión, reingresó a la lucha combinando clandestinidad y legalidad, y participó activamente en la defensa de los presos políticos. En 1989 marchó al exilio a Francia durante 17 años.
A principios de 2007 fue detenida nuevamente en Barcelona, cuando se encontraba acabando un número de la publicación “resistencia” junto a su compañero, y fue condenada a 12 años de prisión tras un juicio donde el principal arma para enculparla fue la constante intención de fundir en un todo al PCE(r) y a los GRAPO
La muerte de Isabel supone otro asesinato de un sistema penitenciario que no es capaz ni de cumplir sus represivas leyes, pues Isabel se encontraba gravemente enferma desde hace varios años, sufriendo artrosis en toda la columna vertebral así como en las rodillas, osteoporosis, sinusitis crónica, y desplazamiento de vertebras lumbares. Con todo este historial, se le negó sistemáticamente un trato digno y adecuado para sus enfermedades, así como cualquier tratamiento inclusive dentro de prisión, donde únicamente se le proporcionaban analgésicos.
Al final este sistema criminal ha podido con ella, aunque no se ha podido llevar por delante toda una vida de resistencia y dignidad como mujer luchadora.
Como despedida citamos una de sus últimas cartas desde prisión:
“Sí, la sanidad en las cárceles, sobre todo para las y los presos políticos, forma parte del plan de exterminio contra la disidencia política, en un Estado, el español, que se dedica a dar lecciones de “derechos humanos” y de “humanitarismo” a medio planeta”.

No creo que eso afecte su condicion de cristianos de ninguno de los miembros del gobierno español.
En pa calle se calificaran como lo que son.
Y que alboroto habria se fuera en Cuba o Venezuela la muerte de un preso.

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