¿Esto no es un crimen de
Estado? Fallece en la cárcel de Zuera la presa comunista revolucionaria
Isabel Aparicio. Isabel padecía desde hace años graves problemas de
salud no atendidos con seriedad por el régimen ¿Cómo calificar esto? Y
que la ultra derechista Esperanza Aguirre clame que España es un Estado
de "derecho"... Descansa en paz, compañera.
Naiz.- La organización
Socorro Rojo Internacional ha informado de la muerte en la prisión de
Zuera (Zaragoza) de la presa Isabel Aparicio Sánchez, de 60 años,
militante del PCE(r) que se hallaba gravemente enferma.
Isabel Aparicio Sánchez
había cumplido 60 años el pasado 2 de febrero. Llevaba presa desde el
año 2007 y ya había pasado anteriormente por prisión otros cuatro años a
partir de 1980. Madrileña, militante histórica del PCE(r) desde su
fundación en 1975, llevaba con innumerables problemas médicos no
atendidos desde su ingreso en prisión, ha denunciado Socorro Rojo. Ha
sido su compañero sentimental, el también encarcelado Manuel Arango
Riego, quien ha notificado el fallecimiento en una llamada telefónica,
sin poder aportar mayores detalles.
Isabel Aparicio sufría
diversas dolencias como «artrosis degenerativa general, osteoporosis,
problemas de respiración y sinusitis grave y crónica, desplazamiento de
sus vértebras lumbares y hernia de disco», que según Socorro Rojo «no
habían sido tratadas en ningún momento, ni derivadas a hospitales, por
lo que su gravedad estaba añadiéndose cada día, hasta ocasionar su
muerte».
La presa política
comunista Isabel Aparicio Sánchez falleció ayer en la cárcel de Zuera a
los 60 años. El sistema penitenciario español del exterminio se ha
cobrado una nueva víctima. Una víctima que se añade a la de Arkaitz
Bellón, o Xabier López, entre muchos otros y otras en un sistema
totalmente inhumano basado en el terror y la venganza. La presa del
PCE(r) ha muerto en esas cárceles de libertades llamadas
eufemísticamente centros penitenciarios, y es que hasta su prostitución
del lenguaje nos lleva incluso a llamar funcionarios de prisiones a los
carceleros.
Isabel, madrileña de
nacimiento, era una histórica militante comunista del PCE(r) desde que
éste se fundara en 1975. Tras una vida de lucha contra el revisionismo
carrillista del PCE y entrega por la ruptura con el régimen franquista,
ya cumplió cerca de 9 años de condena en los 80′, no sin antes haber
dado con sus huesos en la tristemente famosa DGS, y ser víctima de las
interminables torturas del sádico fascista Antonio pacheco, conocido
como “Billy el niño”. En esos años en prisión formaría parte de la
Comuna de las Presas Políticas del PCE(r) “Carmen López”, y participó activamente en diversas protestas, motines y huelgas de hambre.
Tras salir de
prisión en 1988, la política de dispersión y aislamiento de los presos
políticos ya había comenzado de la mano del gobierno de Felipe González.
A su salida de prisión, reingresó a la lucha combinando clandestinidad y
legalidad, y participó activamente en la defensa de los presos
políticos. En 1989 marchó al exilio a Francia durante 17 años.
A principios de 2007
fue detenida nuevamente en Barcelona, cuando se encontraba acabando un
número de la publicación “resistencia” junto a su compañero, y fue
condenada a 12 años de prisión tras un juicio donde el principal arma
para enculparla fue la constante intención de fundir en un todo al
PCE(r) y a los GRAPO
La muerte de Isabel
supone otro asesinato de un sistema penitenciario que no es capaz ni de
cumplir sus represivas leyes, pues Isabel se encontraba gravemente
enferma desde hace varios años, sufriendo artrosis en toda la columna
vertebral así como en las rodillas, osteoporosis, sinusitis crónica, y
desplazamiento de vertebras lumbares. Con todo este historial, se le
negó sistemáticamente un trato digno y adecuado para sus enfermedades,
así como cualquier tratamiento inclusive dentro de prisión, donde
únicamente se le proporcionaban analgésicos.
Al final este
sistema criminal ha podido con ella, aunque no se ha podido llevar por
delante toda una vida de resistencia y dignidad como mujer luchadora.
Como despedida citamos una de sus últimas cartas desde prisión:
“Sí, la sanidad
en las cárceles, sobre todo para las y los presos políticos, forma parte
del plan de exterminio contra la disidencia política, en un Estado, el
español, que se dedica a dar lecciones de “derechos humanos” y de
“humanitarismo” a medio planeta”.
No creo que eso afecte su condicion de cristianos de ninguno de los miembros del gobierno español.
En pa calle se calificaran como lo que son.
Y que alboroto habria se fuera en Cuba o Venezuela la muerte de un preso.
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