jueves, 10 de abril de 2014
RELATOS OBREROS: Los borregos
El viajero arribó a la región ya de noche. Fue al día siguiente cuando se dirigió a las montañas. Alli sin dificultades encontró al rebaño, “¿Son ellas?”, “Si”, dijo de manera sobría el anciano pastor ausente de perro, “¿Podría?”, y con simple, cansado y repetitivo gesto le indicó que tenía el permiso.
El tiempo que el viajero permanecio junto a las ovejas no fue ni menor ni mayor que los que lo habían precedido, bien pudieron ser días o meses o años, escuchando la sabiduría de aquel rebaño. Hablaron de todo, de la vida, de la muerte, del tiempo y del espacio, de filosofía, de la ontología del ser social, del materialismo historico, del capitalismo, del neoliberalismo, de la lucha de clases, de la democracia y de la dictadura del proletariado, de la crisis economica, social y existencial, de música, de cine, de literatura, de la verdad y la mentira, de la corrupción, de los mitos, del socialismo, del comunismo, del anarcosindicalismo, de ecologismo y europeismo, de la internacional, de los derechos y libertades, del federalismo y del independentismo, de la constitución, de la monarquia y de la republica, de la guerra, del hambre, de la carcel, de la lealtad y la traición.
Pero al igual que todos un día las abandona y dirigiendose al pastor las alaba con mil y un adjetivos y le indica la suerte que tiene de poder disponer de todo el tiempo para estar con ellas y es entonces, cuando le pregunta por la indiferencia que presenta ante ellas,por su lejania hacia ellas, por el trato que las da, como simples ovejas, y es entonces cuando el pastor, a modo de despedida, abandona la sombra del arbol y observando al rebaño dice, “Solo hablan, nunca actuan”
Sacado del libreto “Prohibido Girar a la derecha”, del camarada Pedro Pascual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario