Mientras se persigue a usuarios de las redes sociales por expresar
opiniones no acordes al régimen y su pensamiento único, se liberan
grandes narcos con total libertad. #MarcaEspaña
La justicia es un cachondeo. Es una frase dicha por un conocido
político andaluz de la década de los 80 y los 90. Una frase que, cada
día que pasa, se pone de mayor actualidad.
No obstante, lejos de ser un cachondeo, el estado español la ha convertido en algo extremadamente peligroso: en justicia política al servicio de los intereses del régimen, o, dicho de otro modo, en "justicia del enemigo" para perseguir, reprimir y encarcelar disidentes, y en "justicia del amigo" para hacer favores a aquellos que interesa al régimen llevarse a bien con ellos, por ejemplo el gobierno chino, y otros del estilo.
Así, aplicada semejante lógica que es hoy el pan de cada día en el estado español, llegamos al caso de que a una misma vez que se procesan decenas de ciudadanos por expresar opiniones en las redes sociales, única y exclusivamente del ámbito de la izquierda, se liberan por decenas grandes narcotraficantes pillados en alta mar con cantidades ingentes de droga. Tal es hoy, a nivel político y judicial, la #MarcaEspaña.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ordenaba ayer, casi a la misma vez que un ciudadano de un pueblo de Valencia era detenido por opinar, el sobreseimiento y el archivo de la causa contra siete marineros de origen sirio que fueron detenidos en abril a bordo de una embarcación en la que transportaban hasta 16 toneladas de hachís. Los narcos quedaban así en libertad en aplicación de la reforma de la justicia universal impulsada y aprobada en solitario por el Partido Popular.
No es la primera resolución en este sentido que se produce desde que el PP aprobara la reforma de la justicia universal. Hasta 43 narcotraficantes han sido puestos en libertad tras la entrada en vigor de la reforma, criticada por todos los grupos de la oposición. Casi nada. Todo ello, insistimos, mientras cerca de 25 personas han sido procesadas en las últimas semanas por opinar en las redes sociales, sin más acto delictivo conocido que la expresión de dichas opiniones.
Y lo llaman democracia.
No obstante, lejos de ser un cachondeo, el estado español la ha convertido en algo extremadamente peligroso: en justicia política al servicio de los intereses del régimen, o, dicho de otro modo, en "justicia del enemigo" para perseguir, reprimir y encarcelar disidentes, y en "justicia del amigo" para hacer favores a aquellos que interesa al régimen llevarse a bien con ellos, por ejemplo el gobierno chino, y otros del estilo.
Así, aplicada semejante lógica que es hoy el pan de cada día en el estado español, llegamos al caso de que a una misma vez que se procesan decenas de ciudadanos por expresar opiniones en las redes sociales, única y exclusivamente del ámbito de la izquierda, se liberan por decenas grandes narcotraficantes pillados en alta mar con cantidades ingentes de droga. Tal es hoy, a nivel político y judicial, la #MarcaEspaña.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ordenaba ayer, casi a la misma vez que un ciudadano de un pueblo de Valencia era detenido por opinar, el sobreseimiento y el archivo de la causa contra siete marineros de origen sirio que fueron detenidos en abril a bordo de una embarcación en la que transportaban hasta 16 toneladas de hachís. Los narcos quedaban así en libertad en aplicación de la reforma de la justicia universal impulsada y aprobada en solitario por el Partido Popular.
No es la primera resolución en este sentido que se produce desde que el PP aprobara la reforma de la justicia universal. Hasta 43 narcotraficantes han sido puestos en libertad tras la entrada en vigor de la reforma, criticada por todos los grupos de la oposición. Casi nada. Todo ello, insistimos, mientras cerca de 25 personas han sido procesadas en las últimas semanas por opinar en las redes sociales, sin más acto delictivo conocido que la expresión de dichas opiniones.
Y lo llaman democracia.
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