Los desahucios siguen generando situaciones dramáticas que conducen a los afectados a puntos extremos de desesperación por los que intentan quitarse la vida, lográndolo en muchos casos. El último caso ha ocurrido en Cádiz, de un modo similar a como ya ocurrió en Almassora el año pasado, cuando una mujer se prendió fuego en una sucursal de la Caja Rural.
Una mujer ha intentado quemarse a la bonzo en las oficinas de la empresa municipal de viviendas Procasa en Cádiz para impedir el “desahucio inminente” de su vivienda, en la que habita con sus hijos y su marido, que está enfermo.
Según fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, hasta el lugar del suceso se han desplazado, además de los efectivos contraincendios, una dotación de la Policía Local y otra de la Policía Nacional, quienes finalmente han logrado convencer a la mujer, que había rociado su propio cuerpo y el suelo del lugar con gasolina, de que desistiera de su intención.
La mujer ha necesitado la atención de los servicios sanitarios porque presentaba algunas irritaciones en la piel y una crisis de ansiedad. (EFE)
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