El informe publicado por el Tribunal de Cuentas
sobre las finanzas de los partidos políticos permite conocer algo de quién estipendia
a la izquierda, no sólo a la socialdemócrata explícita, el PSOE, sino también a
la “anticapitalista” e incluso “revolucionaria”[1],
el PCE-IU. Esta información es de notable importancia en las circunstancias
actuales.
Según dicho informe IU tenía una deuda con la banca
de 13,1 millones de euros en 2012, último año estudiado. El PSOE debía a los
banqueros 71,6 millones. En realidad es más en los dos casos, pues el informe
(largo, farragoso, incompleto, confuso y contradictorio) advierte que su
análisis no incluye todas las actividades monetarias privadas de las formaciones
políticas institucionales. Además están las aportaciones estatales directas
que, un año con otro, son de unos 300 millones de euros para todos los
partidos, de derecha e izquierda, quedándose ésta con más o menos la mitad de
esa cantidad.
También son subsidiadas por la banca otras formaciones
de izquierda, Iniciativa Per Catalunya-Verds (ésta de manera notable), BNG,
Chunta Aragonesista, etc.
Los datos sobre las sumas donadas de facto por la
banca a la izquierda, muy probablemente, son bastante superiores a las
conocidas. IU debía 14,3 millones en 2009, 14 en 2010 y 14 en 2011, para
descender a 13,1 en 2012. Este último es incoherente pues esa formación recibió
en 2011 una inyección notable de numerario para las elecciones generales, lo
que no se refleja en la deuda del año siguiente. No sabemos (el informe del Tribunal
de Cuentas nada dice al respecto) cuál es la práctica de condonación o dispensa
de pago de la deuda de la izquierda que tiene la banca.
Es muy probable que en cada ejercicio una parte de
la deuda más antigua sea “olvidada”, condonada, lo que permite que aquélla, en
el caso del PCE-IU, permanezca casi estable. Tras esas prácticas hay una voluntad
de financiación permanente, lo que llevaría a la tesorería de IU una suma fija
año tras año, proveniente de los fondos del capitalismo financiero. Tal
cantidad puede ser establecida en varios millones de euros. El origen de ello
está, muy probablemente, en la crucial participación del PCE en la elaboración
de la vigente Constitución, capitalista y monárquica, de 1978, asunto
políticamente decisivo.
Lo indudable es que el capitalismo español, la
banca, sufraga a la izquierda, que se dice “anticapitalista” y en sus sectores
más palabreros también “revolucionaria”.
La izquierda existe porque la banca la mantiene
económicamente. Si ésa pusiera fin a sus contribuciones dinerarias IU se
desmoronaría. Como es una fuerza política que garantiza la paz social y el
orden establecido, al adoctrinar, controlar y encauzar a una parte de las
clases trabajadoras, y al oponerse a la revolución integral, tiene que ser
mantenida, tarea que realizan en comandita el capitalismo y el Estado.
Por eso hay que preguntarle a Garzón si va a hacer
su “revolución” con el dinero de la banca, además de con el del Estado…Y hay
que preguntar a Iglesias si su “anticapitalismo” consiste en aliarse, según ya
ha anunciado, con las fuerzas políticas, PCE-IU y PSOE, que a la vista de todos
financia y mantiene la banca española.
Los datos conocidos son sólo una parte de la gran masa
de recursos monetarios y no monetarios que entran cada año en las arcas de la
izquierda. Sus formaciones, partidos y sindicatos, son prósperas corporaciones
de negocios, en los que se lucran las organizaciones y se lucran sus jefes y
jefas. Hacer una relación completa de ello es una tarea que excede con mucho lo
posible ahora y aquí, pero sí es factible aportar alguna información y análisis.
(Continuará)
[1] En una reciente entrevista el diputado de IU
y delfín de esta formación, Alberto Garzón, hace saber que “quiero la revolución”. Luego
afirma que no tiene un modelo de sociedad por lo que desea “aprender de todos”, y entre tales “todos” cita a Corea del Norte y la extinta URSS, además de Suiza,
Venezuela y algún otro país. Esperamos con interés, y también con temor, saber
qué está aprendiendo Garzón del régimen norcoreano, recientemente calificado de
genocida por un informe de la ONU. Que un sujeto así hable de “revolución”
desacredita muy gravemente a ésta, por eso quienes sí estamos por la revolución
sin comillas, por la revolución integral, tenemos que rechazar tales fullerías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario