Mucho se está hablando estos días acerca del futuro referéndum catalán,
previsto para poco más de un mes, el día 9 de noviembre. Y lo peor es
que de todos estos análisis, vemos como muchos de ellos, si no la
mayoría de ellos, se están realizado de una forma tajante, ortodoxa y
con un perfil cerrado y concluyente, lo que nos parece un tremendo error
y debido a lo cual hemos decidido que nosotrxs no podemos ofrecer una
respuesta en este sentido, por el carácter erróneo de este.
Nadie duda ni del carácter burgués de quienes potencian esta consulta
(CiU, ERC) ni de los intereses políticos de la burguesía catalana a la
hora de fomentar principios políticos como estos. Está claro que este
referéndum, al igual que el reciente referéndum nacional convocado en
Escocia por el SNP de Alex Salmond parten de los principios políticos de
la burguesía nacional y local, y que por tanto, la clase trabajadora no
puede ni debe bajo ninguna circunstancia aceptar ni ponerse bajo las
ordenes ni a la zaga de la burguesía, ni la local ni la estatal.
De todas formas y aunque aceptamos que un análisis y un punto de vista
en este sentido es políticamente correcto y acertado, entendemos que
formularlo así y de una forma concluyente en estos momentos es
equivocado, al considerar que es un análisis demasiado precipitado, algo
que se adelante demasiado a los sucesos políticos que van a acontecer
en este mes que viene y que la situación política correcta sobre el 9N
se tendrá que valorar en su justa medida el 9N, sin por ello
posicionarnos contra la burguesía catalana y la estatal como contrarias a
los intereses de la clase trabajadora.
En este sentido, desde NNBES consideramos y barajamos tres posibles
escenarios políticos como resultado de la situación política que se está
viviendo en Catalunya:
1) Que la
burguesía o más bien el bloque burgués por el sí se radicalice. En este
sentido las organizaciones populares, sociales y de corte
anticapitalista que participan en este bloque, como es el caso de las
CUP (al igual que el SSP en el caso escocés) ya han llamado abiertamente
a la desobediencia ante los tribunales de justicia para tirar hacia
adelante hasta el final. Esta influencia y una presión de las bases de
los partidos burgueses podría desencadenar que Artur Mas se decidan por
convocar el referéndum pase lo que pase. En ese caso el gobierno central
de Rajoy optaría, como ya ha amenazado el ministro de exteriores
Margallo por suspender la autonomía y sustituir a las instituciones
políticas catalanas actuales, lo cual no se podría hacer sin la
presencia de coacción de los cuerpos policiales y represivos.
En este escenario, que generaría una explosión social de respuesta no
solo en Catalunya si no en el resto del estado, el análisis en contra
del referéndum como elemento contrarrevolucionario habría quedado
superado por la realidad. No obstante no creemos que este sea un marco
posible, ya que a la misma burguesía empresarial y financiera catalana
no le interesa lo mas mínimo la independencia (como ya ha quedado
evidenciado en las amenazas y chantajes de Sabadell, Caixa, Planeta..) y
porque ni a la burguesía catalana ni a la española les interesa un
estallido social, y menos aun en una situación como la actual donde los
ánimos de la clase trabajadora están más que levantados a causa de los
recortes y de la crisis, tanto del gobierno Mas como del de Rajoy.
De cualquier forma, no hay que perder la vista de que nuestro país no es el Reino Unido, y mientras que en el anterior el derecho de consulta se ha permitido, en nuestro país, con unas instituciones de clara herencia fascista, ni los más mínimos derechos democráticos son permitidos. Estar en contra de la postura reaccionaria del gobierno central es una postura anti imperialista que debe ser tenida en cuenta a la hora de posicionarse políticamente en este asunto.
De cualquier forma, no hay que perder la vista de que nuestro país no es el Reino Unido, y mientras que en el anterior el derecho de consulta se ha permitido, en nuestro país, con unas instituciones de clara herencia fascista, ni los más mínimos derechos democráticos son permitidos. Estar en contra de la postura reaccionaria del gobierno central es una postura anti imperialista que debe ser tenida en cuenta a la hora de posicionarse políticamente en este asunto.
2) Otro
posible marco es que el bloque burgués por el sí al referéndum, ante una
posible consecuencia penal y judicial por sus acciones ante la
inmovilidad del gobierno central, a última hora ceda en sus pretensiones
políticas y retire su campaña soberanista sobre el referéndum. Este
marco político tampoco parece muy posible, ya que ello generaría una
pérdida de popularidad importante que ahora mismo CiU, el representante
mayoritario de la burguesía soberanista catalana, no se puede permitir,
dado la impopularidad de los recortes de Artur Mas y especialmente ahora
tras la reciente crisis política del máximo estandarte histórico de su
partido, el ex president Jordi Pujol, que ha generado toda una ola de
desconfianzas contra la corrupción en el seno del partido y de sus
máximos dirigentes.
3) Quizá
habría, en este caso una tercera vía que, de hecho, ha sido ya sugerida
desde algunos sectores políticos de la burguesía catalana, ante la
encrucijada. Esta opción sería convocar unas nuevas elecciones generales
en Catalunya, o algún tipo de consulta política a la ciudadanía, en
las cuales vaya inmerso en el programa político de los partidos el sí o
el no a la independencia...de forma que un voto favorable o desfavorable
a determinado partido es un voto sí o no a la independencia...de esa
forma si el bloque soberanista sale elegido podría decir que ha ganado
el si porque el pueblo ha votado por la independencia...Así, no esta
técnicamente mintiendo aunque lo esté haciendo realmente.
Desde NNBES no tenemos el inexistente don de la adivinación y no podemos
garantizar al 100% cuál de estos marcos va a ser el que finalmente
resulte, pero en cualquier caso, y precisamente por eso consideramos que
lo más adecuado es hacer un llamamiento a la prudencia en las
organizaciones revolucionaria de todo el estado. En nuestro colectivo
siempre ha estado presente el respeto al derecho de autodeterminación de
los pueblos del mundo, un derecho natural que ya ha sido reivindicado
con anterioridad por todos los ideólogos revolucionarios del siglo XIX y
XX, un derecho contra la opresión, la injusticia y el imperialismo que
no tiene cuestionamiento de ningún tipo. Por ello, respetamos el derecho
a decidir del pueblo catalán, y que este decida, libremente y sin
chantajes (como ha ocurrido recientemente en Escocia) su futuro.
No obstante, esta realidad anti imperialista no puede cegarnos en el
hecho de que estas maniobras políticas están bajo dirección de la
burguesía, catalana en este caso, y que dado que la confluencia de
intereses con la burguesía de todo el estado es total, nos parece que
ello no obedece más que a una maniobra de distracción y de dispersión de
la clase trabajadora, tanto catalana como estatal, por parte de ambas
burguesías, para mantener la agenda política ocupada en asuntos como
estos en lugar de protestar contra la crisis, la corrupción, las
instituciones heredadas del feudalismo y del fascismo y las injusticias
sociales. No debemos cerrar los ojos y dejarnos llevar por las pasiones
desatadas bajo intereses burgueses de ambos lados.
En todo caso, tampoco podemos confirmar al 100% la actitud de la
burguesía españolista liderada por el PP, el cual es capaz de provocar
un estallido social y una respuesta incluso militar ante cualquier
intentona que implique romper España. Recordamos a sus predecesores
políticos cuando afirmaban aquello de “Antes una España roja que rota”.
El fanatismo y la torpeza ideológica de esta clase burguesa es tal que
podrían ellos mismos poner en bandeja el motivo definitivo para una
quiebra del orden social que han mantenido bajo la amenaza de la
represión, y que podría ser quebrado precisamente por un abuso desmedido
de esta en un caso como este.
Al final, lo que decimos es que no se debe forzar una respuesta cerrada y
prematura ante un conflicto que esta de todo menos clausurado y cuyo
final, en este mes que queda es, cuanto menos, dudoso. Llamamos a las
organizaciones revolucionarias de todo el estado a mantenerse alerta,
abiertos y despiertos, no cerrar vías por culpa de análisis ortodoxos, y
si, así fuera, fomentar las contradicciones y la crisis interna en el
bloque dominante de la burguesía española, en un momento en el que los
casos constantes de corrupción, crisis, despidos, desahucios y represión
diaria y desmedida hacen que cualquier chispa, pueda encender la
pradera.
Preparemos la mecha.
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