Iñigo Errejón, el pasado lunes, poco antes de iniciar una rueda de prensa. / Hugo Ortuño
El Mundo, diario que publicó la sensacional exclusiva, admite que Errejón ya ha renunciado a la plaza, pero denuncia que dedica a ese trabajo “el poco tiempo que tiene libre”. El compañero de Pablo Iglesias asegura en la radio haber cumplido su compromiso. Analiza el funcionamiento de los contratos de investigación y remite a los métodos de trabajo de la universidad. ¿Todo aclarado?
De ninguna manera. Esa misma mañana, poco después de las explicaciones de Errejón, un tertuliano del programa de Ana Rosa (Telecinco) carga contra el miembro de Podemos: “¡Es un escándalo!”, asegura sin mentar las explicaciones del aludido. E insiste una y otra vez en la sinvergonzonería de Errejón, capaz de cobrar una beca y no dedicarle todo su tiempo. El tertuliano vive con la mierda a la altura del cuello, un país saqueado, millones de euros robados y cientos de imputados de los grandes partidos, pero se escandaliza por una mota de polvo que se le ha posado en la punta de la nariz.
En el diario progresista El País van si cabe más lejos y titulan en portada de esta manera: “El dirigente de Podemos recibe 1.825 euros brutos al mes de la Universidad de Málaga por una jornada que no cumple”. ¿Una jornada que no cumple? ¿Seguro? En el interior de la misma noticia se puede leer: “La Universidad de Málaga cree que el dirigente de Podemos rindió cuentas por su trabajo”.
El opinador profesional duda en Telecinco de que Errejón ponga toda la carne en el asador cuando recibe una beca. El País prefiere no creer a la Universidad y sembrar sus paginas de dudas. Susana Díaz “garantiza que Errejón tendrá que devolver el dinero de la beca recibido”. Mientras, la corrupta actualidad les come las entrañas: Una constructora investigada en la ‘red Púnica’ costeó monterías a promotores y dirigentes del PP. El Gobierno oculta los detalles del fin de semana privado de Cañete y Cospedal en un palacio de Doñana. El alcalde socialista de Fuenlabrada, imputado por delito de prevaricación. Etc, etc.
La estrategia del bipartidismo frente a Podemos es de una simpleza pasmosa, de una pobreza descomunal, de una puerilidad escalofriante. Combaten a la nueva alternativa política, el partido que amenaza su privilegiada posición, con un puñado de tertulianos tóxicos y promesas de regeneración y transparencia. Promesas que hacen por la mañana y rompen por la tarde, como en el caso de la puerta giratoria del gerente madrileño del PP: El Partido Popular de Madrid contrató al día siguiente de causar baja en la dirección nacional a un implicado en el escándalo de las ‘tarjetas Black‘. Una acción ejemplarizante… con fecha de caducidad.
Justicia para robagallinas, dijo hace unos días Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Política para robademocracias, pensará el ciudadano que contempla, atónito, cómo los diputados del PP y del PSOE hacen “un Monago” y se niegan a informar de sus viajes de manera realmente transparente.
¿Y Errejón? Un vago y un bolivariano.
JAVIER PéREZ DE ALBéNIZ | Publicado:
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