La base ideológica del trotskismo es la
“teoría de la revolución permanente”. Esta se caracteriza por tener tres
particularidades básicas que la diferencian del marxismo-leninismo.
La base ideológica del trotskismo es la
“teoría de la revolución permanente”. Esta se caracteriza por tener tres
particularidades básicas que la diferencian del marxismo-leninismo.
En
primer lugar Trotsky no acepta la alianza con el movimiento campesino
por considerarlo de naturaleza reaccionaria. Mientras que Lenin sostiene
que esta es de vital importancia ya que de no ser efectuada el fracaso
de la revolución estaría asegurado al apartar al proletariado de su
aliado: los campesinos pobres. En 1913 Trotsky afirmaba que el Leninismo
llevaba en si mismo el veneno de su propia destrucción y que éste tenía
rasgos antirrevolucionarios.
La segunda diferencia del trotskismo
respecto el marxismo-leninismo es la desconfianza hacia el principio
bolchevique del Partido, hacia la cohesión monolítica del Partido y
hacia su hostilidad a los elementos oportunistas. Trotsky defiende la
convivencia de los revolucionarios y los oportunistas, de sus grupos y
grupitos en el seno de un mismo partido. Ejemplo de esto es el Bloque de
Agosto de Trotsky donde colaboraban en buena armonía los martovistas y
los otsovistas, los liquidadores y los trotskistas, haciéndose pasar por
un verdadero partido de vanguardia. En tercer lugar Trotsky mantiene
una desconfianza manifiesta en los jefes del bolchevismo, intenta
desacreditarlos y difamarlos. En alguna ocasión hasta había calificado a
Lenin de “explotador profesional de todo atraso en el movimiento obrero
ruso”.
Un aspecto importante de la concepción
trotskista era, y es, la no distinción de las etapas dentro de la
Revolución. Repudia la fase democrático-burguesa y tiene fuertes
inclinaciones a jugar a la toma del poder. En definitiva el trotskismo
con su discurso ultrarevolucionario y sus críticas al partido
bolchevique, por “supuestas” líneas derechistas e izquierdistas, lo que
realmente hace es colaborar con la burguesía, al dividir y confundir el
proletariado. Con esta ideología incompatible con el marxismo-leninismo
Trotsky no podía pretender entrar en el partido bolchevique por lo que
se vio obligado a esconder temporalmente su fardo ideológico,
escondiéndolo en su armario, para poder obtener de esta forma su entrada
en él, en 1917.
Con la muerte de Lenin el trotskismo
resurgió con fuerza, recuperando la antigua teoría de la revolución
permanente con ligeras modificaciones. Ya no se presentaba abiertamente
como contraria al marxismo-leninismo sino como una doctrina que supera
al leninismo, que busca su mejor interpretación y perfeccionamiento.
Para que esto fuera posible dividió el leninismo en dos períodos: el
anterior a la revolución de octubre (desacertado e inadmisible) y el
posterior (admisible). Con esto Trotsky preparaba las condiciones para
suplantar el Leninismo por el Trotskismo. Por medio de un carácter más
blando y unas formas más moderadas que el “trotskismo viejo”, Trotsky
intentaba desacreditar el leninismo para meter de contrabando el
trotskismo. Un documento de gran valor sobre el tema es el producido por
el Partido Marxista-Leninista de Panamá titulado ¿Trotzkysmo o
Leninismo?:
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