El Paseo de la Evolución en Burgos ha estado
muy transitado esta mañana; se ha celebrado el acto central del
quincuagésimo aniversario de Aspanias, en el que ha estado presente la
reina Sofía.
La esperaba una multitud de curiosos, algunos monárquicos, transeúntes que por allí pasaban, un grupo de indignados de varias plataformas y asociaciones -otros a título individual- y muchos agentes de policía, algunos de ellos provenientes de las UIP de Valladolid y que participaron en la violenta carga del dos de febrero de este año, delante del restaurante La Parrilla de San Lorenzo. Sin embargo aquí todo debía salir bien porque venía la Reina, de modo que a diferencia de Valladolid, no ha habido problema alguno.
La esperaba una multitud de curiosos, algunos monárquicos, transeúntes que por allí pasaban, un grupo de indignados de varias plataformas y asociaciones -otros a título individual- y muchos agentes de policía, algunos de ellos provenientes de las UIP de Valladolid y que participaron en la violenta carga del dos de febrero de este año, delante del restaurante La Parrilla de San Lorenzo. Sin embargo aquí todo debía salir bien porque venía la Reina, de modo que a diferencia de Valladolid, no ha habido problema alguno.
Al entrar el coche de nuestra “distinguida
invitada” el silencio se ha roto... un buen número de ciudadanos que se
encontraban junto a las vallas ha empezado a corear consignas en contra
de la familia real, contra los recortes y la corrupción. ¡Los
Borbones a los tiburones! ¡Ley de extranjería, para la Reina Sofía!
¡Los recortes de Aspanias para la Zarzuela! ¡El próximo desahucio, que
sea en la Zarzuela! ¡Vuestros sobres son nuestros desahucios! ¡Sofía te
quiero, Sofía te adoro, tengo tu foto en el inodoro!
A algunos les ha sentado mal, y de
hecho entre la gente ha habido quien se ha enfadado; pero sobre todo
habrá sentado mal a nuestras queridas autoridades burgalesas que también
han recibido lo suyo: ¡Lacalle dimisión! ¡La calle es de Burgos, no
Burgos de Lacalle!, y ha quedado demostrado por el encendido de la
fuente que hasta entonces se encontraba apagada. Un trabajador del
Ayuntamiento ha sido el encargado de bajar al subsuelo y accionar el
mecanismo de los chorros para que estos tapasen a esos ruidosos
manifestantes que estaban molestando a su majestad (no obstante el
trabajador ha recibido un aplauso de los concentrados, en señal de
respeto a su trabajo).
Alguna persona se ha acercado a discutir con
los concentrados que protestaban pero destaca el caso de uno de ellos
que en los diálogos les ha llegado a pedir por favor que no organizasen
otra guerra civil. Estaba muy asustado, parecía haber visto un fantasma y
tenía mucho, mucho miedo; pero no miedo por perder la Sanidad, no miedo
por perder la Educación Pública, no miedo por ser echado de su casa o
perder sus ahorros en una preferente, no estaba asustado por el futuro
de los jóvenes o por no poder pagar las facturas cada vez más
elevadas... Estaba preocupado por lo que habían dicho algunos titulares
de la prensa “seria” o por las palabras de Rouco Varela en el funeral de
Suárez, tal vez (sacó a relucir el fantasma de la guerra civil)... A
lo largo de la mañana, han ido llegando más ciudadanos indignados que
han estado esperando a la finalización del acto para poder ofrecer su
despedida a algunas de laspersonalidades congregadas. Han
tenido que desplazarse para esquivar los chorros que se encendían a
espaldas de los uniformados y tapaban la visibilidad. La Reina también
ha sido despedida de forma similar a cómo fue recibida, pero desde un
poquito más cerca porque para esquivar la fuente (¡gran idea por quien
decidió encenderla!) los concentrados se han tenido que acercar a la
calzada del puente del Cid haciendo que la policía tuviera que
desplazarse fuera de las vallas. De esta manera los concentrados han
podido ofrecer una afectuosa peineta de despedida a su majestad casi al
lado de la ventanilla de su coche, algo que comparado con aquella visita
del señor Wert, en la que pasó a “kilómetros”, ha sido todo un punto.
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2014/04/los-monarquicos-fracasan-apenas-cien.html
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