"Vamos a ir hasta el final y esta lucha la vamos a
ganar"
Ana, el próximo mes de junio hubiera cumplido 31 años en el hospital universitario Río Hortega sin que en todo este tiempo haya tenido un apercibimiento o sanción hasta que en septiembre de 2011 se le abrió un expediente informativo tras denunciar en el Juzgado de lo Penal, con otros tres compañeros, la realización de unos cursos que no habían sido impartidos.
Como resultado de aquella denuncia, el director gerente de la Gerencia Regional de Salud, Eduardo Enrique García Prieto -que era director gerente del Río Hortega cuando los hechos denunciados- y el director de Gestión del citado centro, Miguel Ángel Sánchez Asenjo, fueron llamados por el Juzgado de Instrucción número 1 para declarar como imputados, como presuntos autores de "delito de falsificación de documentos, usurpación de personalidad, apropiación indebida y, en su caso, como posibles autores de un delito de cohecho de los artículos 419 y siguientes del Código Penal". Y aunque quedó acreditado que los cursos no habían sido impartidos y sí pagados, además de falsificadas las firmas de los trabajadores, etc., la denuncia ha sido archivada.
En el expediente sancionador aplicado a los denunciantes, entre otras cuestiones, se dice que Ana había inducido a sus compañeros a que no se apuntaran a los cursos de cocina que de forma precipitada convocaron ese año para cubrir las apariencias y justificar las irregularidades de los cursos ’virtuales’, no realizados en 2010.
Al final, se impusieron cinco sanciones a Ana: tres de un mes y dos de dos meses. Sanción que cumple entre el 1 de octubre de 2013 y el 30 de abril de 2014.
El Sacyl -Servicio de Salud de Castilla y León-, no satisfecho con las represalias ejercidas, el pasado 1 de mayo dio un paso más y comunicó a la trabajadora el despido "de facto", amparándose en la pérdida de puesto de trabajo por haber excedido en seis meses de duración la sanción. Argumento falso, porque a Ana no se le ha impuesto ninguna sanción de seis meses, sino dos de dos meses y tres de un mes.
“Creemos que estamos ante un caso claro de represalias hacia una trabajadora en la forma más cruel que se puede hacer en la actual situación en la que vivimos: el despido. El compañero de Ana María está en paro y su salario era, hasta ahora, el único ingreso de la familia. La única razón de su despido es que actuó con dignidad y con responsabilidad social denunciando indicios claros de corruptelas en el hospital”, apunta la Plataforma por la Sanidad Pública.
"Esta lucha la vamos a ganar". Con este convencimiento generalizado, Ana María García Ricondo, cocinera despedida ’de facto’ del hospital Río Hortega, y su compañero, Javier, en paro, han iniciado esta mañana una huelga de hambre indefinida en demanda de la readmisión de la primera. Más de un centenar de personas, entre ellas los hijos del matrimonio huelguista, se han concentrado en la plaza Andrés de la Orden, donde se encuentra la sede de la Federación de Asociación Vecinales ’Antonio Machado’, en la que tiene lugar la huelga de hambre y en cuya fachada fue colocada una pancarta: "No a los despidos represivos. Ana readmisión".
Ana y Javier, con el ánimo alto y dispuestos "a llegar hasta el final", se han puesto en huelga de hambre, conscientes del sacrificio y dureza de la medida excepcional adoptada en respuesta a una interpretación desviada de la ley que ha realizado el Sacyl, que ha condenado a la trabajadora a una "excedencia voluntaria", no solicitada, y que crea un precedente que hace posible el despido libre de cualquier trabajador de la Administración.
Ana, trabajadora estatutaria desde 1983, que no había tenido en su trayectoria profesional tacha alguna, ha sido despedida ’de facto’ por la Gerencia del Hospital Río Hortega, tras ser sancionada por denunciar -junto a otros compañeros- la realización de tres cursos para el personal de cocina en los que aparecía como inscrita, cuando ella no se había apuntado a los cursos que no habían sido impartidos en otoño de 2010.
La denuncia de la trabajadora ante el Juzgado de lo Penal de la irregularidad cometida fue el inicio del calvario de Ana, a la que la Gerencia del Sacyl abrió un expediente informativo en septiembre de 2011 y que dos meses después se convirtió en un expediente sancionador. Entre otros motivos: el que estaba induciendo a sus compañeros del hospital a que no se apuntaran a los cursos que de forma precipitada se convocaron ese año para cubrir las apariencias y pretender justificar las irregularidades de los no realizados.
Ana, que solicitó ante la Gerencia Regional del Sacyl el 30 de abril el reingreso al servicio activo y que aún no ha recibido respuesta, acudió el pasado día 1 al centro de trabajo, en el que se impidió la reincorporación.
La lectura de un manifiesto por parte de Carmen, compañera de Ana que también ha sido sancionada, estuvo esta mañana envuelta en un clima de alta emotividad, que impidió casi la conclusión del escrito. Los concentrados, algunos con lágrimas en los ojos, han coreado: "Ana readmisión"; "Ni un, ni un despido mas"; "Sí se puede"; "Abuso de poder, dimisión"; "No a la represión, Ana readmisión"...
La asamblea fue informada que todos los días, a las 21 horas, tendrá lugar una reunión informativa abierta en la Federación de Vecinos -a la que se agradeció la cesión de la sede-; que el miércoles 14, a las 14.30 horas habrá una concentración a las puertas del Rió Hortega y que el viernes 16, a las 12, la protesta tendrá lugar ante la Consejería de Sanidad.
Tras dar por concluida la asamblea, Ana y Javier -miembro de Parados en Movimiento que acaba la percepción de un subsidio-, entraron en la Federación de Vecinos, dando por iniciada la huelga de hambre indefinida.
(Tomado de una octavilla de la Asamblea de Apoyo a Ana). - La compañera Ana María García Ricondo, trabajadora estatutaria, con la categoría de cocinera en el Hospital Río Hortega desde 1983, que no había tenido en toda su trayectoria profesional tacha alguna, ha sido despedida "de facto" por la Gerencia del Hospital. Las circunstancias que han conducido hasta este punto están directamente relacionadas con las prácticas que la Gerencia del SACyL desarrolla con sus propios trabajadores y trabajadoras: atemorizar, para impedir que est@s reivindiquen sus derechos y no denuncien las irregularidades de las que son testigos.
Ana y otros compañer@s comprobaron cómo en la web de SACyL aparecían tres cursos para el personal de cocina en los que ella aparecía como inscrita en el otoño de 2010. Su sorpresa fue mayúscula porque ni los cursos estaban comunicados ni ella, por supuesto, se había apuntado. Como ciudadana responsable que es puso en conocimiento del Juzgado de lo Penal tal irregularidad. A partir de ese momento comenzó un auténtico calvario para esa trabajadora...
Ana ha presentado ante la Gerencia Regional, con fecha de 30 de abril, una solicitud de reingreso al servicio activo y aún no ha recibido respuesta. Si el próximo sábado día 10 no ha llegado respuesta o es negativa, Ana y su compañero iniciarán una huelga de hambre indefinida para exigir aquellos que es justo y legítimo: la readmisión en su puesto de trabajo.
El pasado lunes día 5 se ha constituido una Asamblea de Apoyo a Ana, que se compromete a impulsar una campaña de solidaridad con ella y de denuncia de lo que consideramos una absoluta injusticia.
El despido de la compañera no tiene justificación alguna más que la de represaliar a alguien que tiene el coraje y la dignidad de denunciar una serie de irregularidades en su centro de trabajo, un Hospital Público, ante la Administración de Justicia. Desde la Asamblea, ese comportamiento lo consideramos ejemplar.
No podemos permitir que las personas que se comprometen con la sociedad y con la dignidad sean represaliadas porque eso es la base para seguir estimulando las irregularidades y las corruptelas en nuestra sociedad.
SOLIDARIDAD CON ANA
ANA READMISIÓN
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Los textos con formato de noticia y las fotografías se han tomado de ultimoCero, periódico en la Red que se mantiene por suscripción popular. Fuente: http://www.ultimocero.com/articulo/...
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