¿CUÁL ES LA ACTITUD CORRECTA PARA CAMBIAR EL MUNDO?
Todos queremos cambiar el mundo.
Crear una nueva realidad más justa y mejor y acabar con todas las estructuras que nos esclavizan.
Pero ello implica enfrentarse cara a cara con todo lo que está mal en nuestra realidad.
Conocer a fondo los defectos, la corrupción, la maldad, las manipulaciones y las mentiras a las que todos estamos sometidos.
Hundirnos en la oscuridad.
Y es en este proceso cuando surgen las grandes disyuntivas.
¿Sumergiéndonos en esa oscuridad oscureceremos nuestros corazones y ensuciaremos nuestras intenciones?
¿Es mejor ignorar lo que está mal en el mundo y centrarnos exclusivamente en lo positivo?
¿Cuál es la actitud correcta que debemos tomar al afrontar este proceso?
Últimamente hemos recibido varios mensajes privados en el blog al respecto de este tema.
En este artículo reproducimos el último mensaje recibido, enviado por nuestro lector “Ser Humano Anónimo”, que no solo resume bastante bien el sentir general de mucha gente en lo referente a la actitud correcta que debemos tener para cambiar las cosas, sino que además esboza las características de toda una línea de pensamiento muy en boga en estos momentos.
Es un tema que invita a una reflexión profunda y que creemos que es mucho más difícil de lo que parece a primera vista.
Este es el mensaje recibido por correo. Al final se exponen las dudas y opiniones de la Gazzetta al respecto:
“Cada vez se habla más del despertar, de abrir por fin los ojos y darnos cuenta de que los poderosos nos están engañando, que la tele y los otros medios a sus órdenes nos idiotizan y mienten más que hablan, que el 11-S es un trabajo interno y todas esas cosas.
Vale, estoy muy de acuerdo, es terrible el alcance de la manipulación y la conspiración (sin teorías) que padecemos.
Ese es el PRIMER DESPERTAR, el darte cuenta de que estabas programado mediante los medios, la cultura y la sociedad consumista que te rodea, para ver exactamente sólo lo que ellos querían que vieses.
Sería ideal pero utópico pensar que da tiempo a provocar este primer despertar a tantas personas, como para que sirva para cambiar significativamente las cosas: La programación es bastante profunda, está muy extendida y la tele no descansa ni de noche… Cuanta más gente sea consciente de estas maquinaciones mucho mejor, de eso no me cabe ninguna duda, pues la Verdad siempre estuvo al lado de la Luz.
Pero ser un experto en la demolición de las gemelas, un reconocido erudito de las maquinaciones de los illuminatis y demás asuntos asquerosamente turbios tampoco te va a salvar a ti mismo de nada, ni mucho menos te convertirá en una especie de Guerrero de la Luz.
Así como este primer despertar es algo colectivo, es decir, que en una buena conferencia puedes conseguir que despierten del primer sueño decenas de personas a la vez, el SEGUNDO DESPERTAR es una cuestión PERSONAL, como el nacer y el morir, que son las dos experiencias más importantes de tu vida y que ejecutas absolutamente solo, aunque te den a luz en plena manifestación multitudinaria, o te mueras junto a 200.000 personas más en una explosión termonuclear.
Y como este segundo despertar es una experiencia personal, no te va a ayudar ninguna página web, secta friki, religión, grupo ilegal o partido político.
Es una cuestión contigo mismo, a solas.
Salir de este segundo sueño consiste en ser PLENAMENTE CONSCIENTE de que estamos metidos en tal incertidumbre global ahora mismo, que esto realmente no tiene marcha atrás, o sea, que estamos DE VERDAD a las mismísimas puertas del fin del mundo que conocemos (lo haya provocado quien sea, no empecemos).
Y esto es lo bueno, que este mundo egoísta, injusto e insolidario que fuimos descubriendo con pena desde pequeñitos, que todos los mayores nos presentaban como inevitablemente mal hecho, que no nos ha gustado nunca nada y que, en definitiva, no hemos podido cambiar… pues resulta que este mundo dentro de poco ¡¡¡va a cambiar él solito!!! Y además… ¡Bingo! Nos ha tocado vivir ese cambio a todos nosotros, ¡qué suerte tenemos!
Pero lo bueno, lo realmente bueno, es que va a cambiar a mejor, a MUCHO MEJOR, a otro mundo infinitamente más justo y gobernado por el amor.
Y si esto no te lo crees, MUCHO PEOR para ti.
A diferencia de cuando te despiertas del PRIMER sueño (que te encabronas con tanta conspiración, te indignas con tanto político corrupto, te cabreas con tanto muerto de hambre sentenciado desde organismos oficiales, te asustas con las nuevas armas de microondas, te enfureces con los telediarios y te emparanoias con cualquier estela en el cielo => encabronamiento, indignación, cabreo, temor, enfurecimiento, paranoia), resulta que cuando te despiertas del SEGUNDO sueño empiezas a estar más alegre porque por fin esto va a ir a mejor, más contento porque ya no falta mucho, más divertido porque todos los villanos desaparecerán y no te incordiarán jamás, más encantado porque ya nadie morirá de hambre, más risueño porque encima te va a salir completamente gratis y, sobre todo, más feliz que nunca porque estabas deseándolo desde que tienes tu primer uso de razón, vamos, de toda tu vida.
Qué diferencia con el otro despertar, ¿verdad?… ahora estás alegre, contento, divertido, encantado, risueño, FELIZ… buen rollito ¿eh?, ¡que bien!
Además, a poco que te esfuerces y mirando el mundo de esta manera, caerás en la cuenta de que el odio, el rencor, los celos y todas esas cosas negativas relacionadas con el miedo no te sirven en realidad para nada bueno, y es mejor ir dejándolas a un lado, puesto que no te van a ayudar en absoluto durante la agitada transformación que tenemos por delante.
Así que, en lo que a mí respecta, me propongo firmemente ayudarme a mí mismo y al planeta entero de esta manera:
-Viviré lo que me queda de vida lo más intensamente posible, abrazaré a mis amigos, diré te quiero a los que quiero, sonreiré más todavía a todo el que se me cruce por la calle, me embelesaré más tiempo con las estrellas, en fin, haré ese tipo de cosas que hacen los enfermos terminales: disfrutar a tope porque, total, van a ser dos días.
-Viviré lo más posible el presente: por ejemplo, lo que pasa ahora mismo en Ucrania me da exactamente lo mismo, yo no puedo hacer nada por arreglarlo. Preocuparme por ello es absurdo, a mí eso no me afecta el presente, mi presente, para nada; y yo vivo ahora en mi presente, no me da la gana vivir preocupándome y obsesionado todo el día con la que se va a liar, si se lía, con Rusia, con la OTAN y con la mamá que los parió a todos ellos…
Cuentan de uno que, condenado a muerte, se escapa y, como lo persiguen de cerca, se sube a un árbol que está colgado sobre un precipicio. Abajo lo esperan sus guardianes. No tiene escapatoria. Pero, de pronto, descubre que el árbol al que se subió es un manzano. Entonces coge su fruto y se pone a comer las manzanas que están a su alcance.
Esto es saber saborear el presente, sin proyectar el pasado o el futuro en tu momento actual.
-Agradeceré al Universo no sólo cada minuto que paso aquí (porque es irrepetible y cada vez me quedan menos), sino todo lo que tengo ahora mismo dentro y fuera de mí: discernimiento, voluntad, alegría, ojos, manos, comida, amigos…vida.
-Buscaré webs positivas, donde pueda aportar algo que contribuya a repartir felicidad a quien quiera aceptarla.
-Me alejaré lo más que pueda de lo negativo, de los lugares OSCUROS en los que concursan poniendo la red patas arriba por ver quién es el que encuentra la noticia que más MIEDO da, o el link más escalofriantemente terrorífico…
Todos del tipo: los ISIS van a detonar mañana una bomba H en Manhattan, la bolsa explota por fin en mil pedazos, los sionistas se vuelan el muro de los lamentos en falsa bandera… ¡¡¡dios mío, ahora si que la hemos cagado todos de verdad!!!
Resumiendo, que cuanto más feliz sea, más felicidad proyectaré a este planeta y más le ayudaré a subir de frecuencia.
Porque, ¿no te has dado cuenta todavía?, lo que realmente quieren los oscuros (esos que nos quieren llevar al NOM de cabeza) es precisamente que tengamos mucho miedo, que estemos aterrorizados y permanentemente indignados, cabreados, desilusionados, abatidos y hundidos día y noche, pasando a ser de esta forma un transmisor y repetidor perfecto de sus bajas y tenebrosas vibraciones: Viviendo así, como ellos quieren, no tendrás oportunidad de ver y sentir el PODER que tienes como ser humano libre y consciente, el PODER para alejarte de todo eso que huele tan mal (políticos, bancos, transgénicos, religiones, vacunas, facebook y demás venenos disfrazados de beneficio para el ser humano) y empezar de una vez a ser solidario con los demás y a sacar lo mejor que tienes de ti para emplear esa maravillosa energía en CONSTRUIR un mundo nuevo y mejor, en vez de malgastarla tratando de COMBATIR el podrido sistema actual.
En definitiva, ser TÚ MISMO, esa persona honesta, valiente y amorosa que llevas dentro, que siempre has querido ser y que no te han dejado.
Es ahora o nunca… piénsatelo. Porque tengo clarísimo que todo esto va a detonar de una vez más pronto que tarde…
Pero también creo firmemente que las cosas no ocurren por azar, y que hay una especie de Inteligencia Galáctica (llámala como te de la gana) que sabe el camino que debe seguir el Universo, y que hace que tras el invierno llegue la primavera.
Y cuando crees esto, sólo hay que soltarse, relajarse y disfrutar.
Y si a alguien todo esto le parece como un poco bastante cursi, new age o lo que sea… me da exactamente lo mismo, pues diga lo que diga y haga lo que haga ese alguien, no cabe duda que tarde o temprano morirá… así que mejor que comience a pensar en algo (positivo, negativo o al dente).
¡¡¡Salud, Unidad y muchas risas!!!
Paz en la Tierra a todos los hombres. Que la Paz prevalezca en la Tierra
E P I L O G O: La vida es un juego. Yo, tú, él, el otro, el de la moto, el de más allá, los pajaritos, las ballenas, las nubes, TODOS SOMOS UNO. Lo creas o no…¡Y qué bonita es esta vida!”
Ser Humano Anónimo
DISCUSIÓN
Es posible que a muchos os moleste ese cierto tono “new age” del texto y alguna que otra referencia de carácter trascendente o espiritual.
Pero si vamos más allá de la anécdota de estos detalles, el texto refleja el sentir de todo un grupo de personas al respecto y por eso hemos decidido abordar el tema.
Hay muchos enfoques de este texto con los que concordamos plenamente.
A FAVOR
Es cierto que hay dos estadios diferentes en ese proceso de evolución personal que comúnmente se ha venido a llamar “el despertar de la conciencia”.
El primero es un despertar colectivo, centrado en enfocar los aspectos que están mal de nuestra realidad social y el segundo es un despertar de la conciencia que solo puede ser a nivel personal. Un camino individual e interior que cada uno debe recorrer por sí solo y que es la clave de todo.
También estamos de acuerdo en que una mirada positiva y centrar la mayoría de nuestras energías en aspectos “luminosos” y optimistas es esencial para poder cambiar la realidad en la que vivimos.
Es el camino que nos lleva a conectar con nuestro poder interior, nuestra libertad individual y nuestra conciencia.
Sin embargo, estar permanente inmersos en sentimientos de miedo, rencor, odio y enojo nos inmoviliza a todos e impide que seamos capaces de concebir en nuestras mentes un mundo mejor.
A nivel superficial pues, estamos completamente de acuerdo con el sentimiento que transmite este texto.
Pero hay aspectos de fondo que nos parecen mucho más discutibles.
LA FILOSOFÍA DEL “BUENROLLISMO”
El mensaje que transmite este escrito podríamos encuadrarlo en una suerte de corriente filosófica cada vez más en boga en estos últimos años y a la que podríamos calificar, de forma simplista (y que nadie se enfade, por favor), como “Buenrollismo” u “Optimismo Místico”.
Básicamente, esta corriente de pensamiento se centra en una serie de principios:
·Tu mente construye la realidad
·Atraes a tu vida aquello que deseas, proyectas o generas
·Tu mente debe ignorar todo lo malo y centrarse solo en lo bueno
De alguna forma y tal y como indica el propio texto, centrarse en los aspectos negativos de la realidad actúa como un mecanismo de refuerzo de la propia negatividad y provoca un proceso de retroalimentación.
Y en gran parte, esto es así.
Pero quizás las cosas no son tan simples como querríamos que fueran.
UN LOBO EN LA HABITACIÓN
Como hemos dicho en anteriores artículos, la situación en la que estamos es similar a la que encontraríamos si imaginamos a un grupo de personas encerradas en una gran habitación oscura en la que mora un enorme lobo hambriento, un depredador implacable que solo obedece a sus necesidades e impulsos primarios.
Entre ese grupo de personas, hay personas que pasan gran parte de su tiempo advirtiendo a los demás sobre la presencia de la fiera.
Dedican grandes esfuerzos a narrar, casi con morbosa fascinación, la maldad intrínseca de la bestia: como se esconde entre el mobiliario, como le gusta atacar por sorpresa, desgarrar la carne de sus víctimas, devorar sus vísceras y triturar sus tendones. Así pasan horas hablando de su mirada fría y asesina, de la potencia de su mandíbula, la longitud de sus colmillos y sus aviesas intenciones.
Según la corriente filosófica del “Buenrollismo”, esta gente centrada en narrar las maldades del lobo solo consigue paralizar con su miedo a sus compañeros, arrastrándolos a un estado permanente de ansiedad y desconfianza.
Y tienen razón.
Generar un clima de terror hacia la bestia no es el mejor camino para salvarse de su posible ataque. El miedo paraliza, inmoviliza y saca lo peor de todos y cada uno de nosotros.
¿Pero centrarse exclusivamente en los aspectos positivos de la habitación hace desaparecer al lobo?
¿Ser amorosos con los demás y dedicarse simplemente a observar el futuro con optimismo y una sonrisa en la cara hará que el problema se desvanezca?
¿Si imaginamos un futuro lleno de bondad y amor, el lobo se convertirá en nuestra amable mascota?
Esa es la presunción inherente a esta forma de pensamiento.
Por lo visto, para los “buenrollistas”, el depredador es un ser inerte y moldeable, un ente pasivo sometido exclusivamente a la poderosa voluntad de los “pensadores positivos”. Por lo que parece, no consideran al lobo como una fuerza generadora de decisiones, acciones y consecuencias.
Algunos podrían interpretar esto como la táctica del avestruz: “metamos la cabeza en un agujero y como no vemos al lobo, el lobo ya no está ahí”
Incluso en algunos casos (no en todos, no estamos generalizando) podría representar una invitación a la inacción, un perfecto subterfugio de carácter pseudoespiritual mediante el cual no tener que “mojarse el culo” o “ensuciarse espiritualmente”.
Nadie puede negar que obsesionándote con el lobo, solo consigues que aumente su poder sobre ti.
Pero ignorando que está ahí y centrándote en “vivir el momento positivamente”, solo consigues que campe a sus anchas sin oposición alguna.
EL NUEVO MESÍAS ABSTRACTO
Implícitamente en esta forma de razonamiento (y más explícitamente en este texto en concreto), atisbamos la existencia de un principio salvador basado en el pensamiento positivo y optimista.
Esperar que el mundo mejora solo porque sí, “porque es la era de Acuario” y que el mal desaparece simplemente porque albergamos pensamientos positivos es algo así como esperar la llegada de un mesías abstracto que vendrá a salvarnos de todo mal solo porque nosotros somos los “buenos de la película”.
Es un concepto parecido al de la justicia divina, que premia las buenas acciones y castiga las malas.
Muchos aún estamos esperando la llegada de esa justicia…debe haber pillado un atasco.
Y es que cuando alguien ve a los peores criminales de este mundo campando a sus anchas con toda placidez hasta los 100 años y con sus proyectos avanzando viento en popa a toda vela, las dudas no tardan en aparecer.
En muchos casos se les ve pletóricos, triunfales, felices y contentos, rodeados de un halo positivo en el aspecto personal, a pesar de que ellos solo generan “negatividad”, dolor y muerte a su alrededor.
Algo no encaja pues con algunas de estas creencias…
UNA DIMENSIÓN VIOLENTA
Sin duda, algunas de las personas que siguen esta forma de pensamiento positiva, nos dirán, con un cierto tonillo condescendiente de superioridad espiritual, que solo vemos los aspectos negativos de la realidad y que con ello colaboramos en la “expansión del mal”.
Nos dirán que no comprendemos nada acerca del funcionamiento del universo.
Y quizás estén en lo cierto.
Pero también es cierto que el universo en el que vivimos tiene una serie de principios de los que no podemos huir y que no podemos ignorar por más que nos molesten.
El nuestro es un universo violento y destructivo, aunque no lo queramos.
Como indicamos en el artículo “LA VERDAD SOBRE LA VIOLENCIA“, el universo se rige por el principio de conservación de la energía, aquel que nos dice que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma.
Eso implica que cada vez que necesitamos energía para hacer funcionar nuestro organismo, tenemos que arrebatársela a otro ser vivo. Nos vemos obligados a usar la violencia (aunque sea contra una planta) y causar dolor y sufrimiento a otros seres vivos de forma egoísta.
Así pues, el dolor, la violencia, el abuso de la fuerza, el egoísmo y el sufrimiento son inherentes a nuestra propia existencia, por más que nos pese.
Y con ellos, aparecen el miedo, la ira, el terror, el odio y los sentimientos de pérdida, injusticia y desprotección.
Deberíamos preguntarnos si tiene algún sentido aislarlos de la ecuación, como si fueran elementos antinaturales que debemos ignorar.
Sí, es cierto, debemos evitar que estos sentimientos dominen nuestras vidas, debemos minimizarlos tanto como sea posible. Pero también debemos aceptarlos con naturalidad, porque tienen una función.
Lo lógico pues, es mantener un equilibrio y integrar de forma armónica todos los principios de los que formamos parte, incluidos los “negativos”.
EQUILIBRIO NATURAL
Todos estamos de acuerdo en ello: expande el amor, la fraternidad, la solidaridad y elude tanto como puedas los sentimientos negativos y “las malas vibraciones”.
Perfecto.
Pero ten la espada a punto por si viene el lobo…
Si cada día el depredador aparece y te mata dos ovejas, los pensamientos positivos te serán menos útiles que el enfurecimiento y un buen cabreo, esas “malas vibraciones tan negativas que debemos evitar”.
Porque llegado el momento, éstas serán las que te impulsarán a actuar con contundencia contra el lobo.
Aunque siempre puedes escoger seguir con el “buen rollito” y quedarte sin rebaño, claro.
De la misma manera, cuando te enfrentes al lobo, te será más útil una actitud violenta, que la compasión por el precioso animalito.
Nuestra parte “negativa” también tiene una función y negarlo es actuar contra natura.
Simplemente, debemos controlarla adecuadamente e impedir que se apodere de nuestras existencias.
Y si no, observa tus propias manos.
Son maravillosas y es preferible usarlas para acariciar o para crear cosas bellas. Pero si estás en peligro, lo natural es que las conviertas en puños y golpees lo más fuerte posible. Al fin y al cabo, la mano es como es porque tiene múltiples funciones.
Si solo sirviera para acariciar, en lugar de dedos tendríamos plumas.
CONCLUSIÓN
Y es que hay un límite en el que el bondadoso se convierte en tonto y el soñador en iluso.
En este mismo blog hemos dicho que debemos dejar volar nuestra imaginación sin límites de ningún tipo, liberar nuestra mente de todas nuestras cadenas, creando nuevas realidades y concibiendo nuevos mundos.
Pero por más que dejemos volar nuestra psique, no debemos olvidar que nuestro cerebro sigue encarcelado por el cráneo.
Para crear una nueva realidad, debemos soñarla y acariciarla dentro de nuestra mente, como si ya fuera real.
Pero el camino para llegar a materializarla, deberemos recorrerlo con los pies, en el “sucio” mundo real, esquivando las piedras del camino y embarrándonos hasta las rodillas.
Es cierto, nuestros ideales deben permanecer limpios; pero nuestros pies se ensuciarán, lo queramos o no.
Ya va siendo hora pues, de que nos adaptemos a las circunstancias y usemos todos los instrumentos a nuestra disposición de forma natural, para conseguir cambiar las cosas.
Hay una maravillosa frase pacifista que dice: “Si quieres la paz, prepárate para la paz”, en contraposición a la clásica frase belicista (de Julio César o de Vegecio según la fuente): “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”
Muchas personas creen que solo la primera frase tiene auténtico sentido, mientras otras consideran que la primera es una bobada idealista y que la segunda expresa un sentido más práctico y real.
Y ahí está el problema.
¿Por qué nadie acepta de una vez por todas que las dos tienen razón? Las dos son verdad a la vez, porque vivimos en esta realidad y no en otra.
Una realidad en la que una persona intrínsecamente bondadosa sin una buena espada y sin un brazo fuerte para usarla, tiene todos los números para convertirse en una víctima potencial.
Así pues, ¿cuál es la actitud correcta que debemos tener para cambiar nuestra realidad?
¿Qué opinas tú?
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