jueves, 15 de mayo de 2014

Lucha política y lucha electoral; 2009-2014.

 

Por responsabilidad y coherencia con nuestro Pueblo, no podemos apoyar algo que no tiene una actitud de correspondencia hacia nuestra trayectoria
 
En las Elecciones al Parlamento Europeo de 2009 las cosas estaban claras, el frente político de lucha para los movimientos rupturistas en el Estado Español y la alternativa electoral coincidían en un espacio, Iniciativa Internacionalista - La Solidaridad entre los Pueblos; así lo entendió el Régimen que inició una campaña de criminalización y persecución en todos los frentes incluyendo el jurídico, el mediático y hasta el propio pucherazo en el proceso electoral, cuestión esta última que reconoció el propio Tribunal Supremo en su respuesta al recurso de la candidatura II-SP sobre el recuento de votos. Así lo entendieron también un nutrido grupo de colectivos y gentes que a pesar de la brutal criminalización, que generó frases tan significativas como la de Mariano Rajoy durante la campaña llamando a votar porque una alta abstención favorecería las expectativas de II-SP, apoyaron esa candidatura-frente de lucha político, primero para conseguir su legalización (recordemos que inicialmente fue ilegalizada) y posteriormente dándole su apoyo.
Finalmente la presencia de II-SP en las Elecciones al Parlamento Europeo de 2009 supuso una significativa derrota para el Régimen español en su intento de mantener en la ilegalidad a las fuerzas de la izquierda política vasca e ir incluyendo en ese estatus a otras izquierdas de los Pueblos.

En IzCa siempre hemos considerado la participación electoral -o no- a la luz de la utilidad para la acumulación de fuerzas políticas -o no- en ese proceso de empoderamiento popular, de acumulación de fuerzas para el proceso destituyente del actual Régimen monárquico franquista que es el objetivo principal de nuestra acción política en este momento histórico.
En las Elecciones al Parlamento Europeo de 2009, la participación electoral fue nuestra opción, tal como habíamos hecho previamente en las elecciones generales de 2001, las de 2008 o las Autonómicas de 2003.
La situación es diferente en las Elecciones al Parlamento Europeo de 2014.
IzCa estuvo presente en, al menos una parte, de las conversaciones que dieron lugar a la candidatura 'Los Pueblos Deciden', pero en esta ocasión hemos considerado que la lucha política de acumulación de fuerzas y esa alternativa electoral no coinciden para el caso de nuestra tierra, Castilla. Por supuesto, las otras alternativas electorales ni siquiera han merecido nuestra consideración.

Podría haber sido de otra manera, pero el proceso de configuración de Los Pueblos Deciden no ha tenido en cuenta en la medida mínima necesaria las necesidades de la lucha popular comunera del siglo XXI y por tanto, por responsabilidad y coherencia con nuestro Pueblo, no podemos apoyar algo que no tiene una actitud de correspondencia hacia nuestra trayectoria y actualidad.
A título personal, si viviera y fuera elector en Galicia el día 25 de mayo votaría sin duda alguna al BNG y por tanto a la candidatura en la que participa, porque creo que hay un proceso de avance en sus posiciones. Si viviera y fuera elector en Euskal Herria, votaría a Los Pueblos Deciden-Bildu, por respeto a una trayectoria y por dar un margen de confianza al futuro; pero viviendo y siendo elector en Castilla y como militante comunero que soy, mi voto será a la abstención, porque estoy firmemente convencido de que ninguna de las candidaturas que se presentan al Parlamento Europeo y pueden ser votadas en Castilla ofrecen utilidad alguna para el movimiento popular de nuestra tierra.
Desde el movimiento popular castellano hemos tenido históricamente una posición de solidaridad internacionalista hacia la lucha de otros Pueblos del Estado y especialmente del Pueblo Vasco, hasta el límite de poner en riesgo nuestro propio proyecto político por las brutales campañas de criminalización realizadas hacia nosotr@s por el Estado. Curiosamente algunas individualidades tuvieron la consideración de que de esas actividades de solidaridad sacábamos algún provecho político. No nos arrepentimos en absoluto, sin duda lo volveríamos a hacer porque lo consideramos nuestro deber revolucionario, pero obviamente ha sido muy costoso para la militancia y el movimiento popular castellano en su conjunto.
Pero ahora bien, cuando se trata de articular un proyecto de confluencia, ya sea político, ya sea electoral, de diversas fuerzas de las izquierdas de los Pueblos, somos y seremos totalmente intransigentes con un trato de desigualdad hacia Castilla en relación con el trato hacia cualquier otro Pueblo del Estado y no por cuestiones de ningún tipo de chovinismo sino porque consideramos que Castilla ha empezado a jugar ya -y lo será aún más en el futuro- un papel determinante en el devenir del conjunto del Estado Español. Cuestión que por otra parte no es ninguna novedad histórica.
Las luchas por la soberanía política y social en cada Pueblo del Estado tienen un grandísimo valor para esos mismos Pueblos y para avanzar en el proceso destituyente del actual Régimen, pero la soberanía plena e institucionalizada de los Pueblos del Estado no se conseguirá si no se cambia al Estado mismo y para conseguir eso, es imprescindible la aportación de Castilla, por tanto del movimiento popular comunero del siglo XXI.


Luis Ocampo, militante comunero.

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