Por Pedro Echeverría
Jueves, 5 de junio de 2014
"A pesar de la “modernidad capitalista”, en España siguen predominando la cultura franquista y religiosa"
1. A pesar de la “modernidad capitalista”, en España siguen predominando la cultura franquista y religiosa –“de las buenas costumbres, buenas maneras, de los hombres de bien, de la xenofobia”- en casi todos los campos. La izquierda es terriblemente minoritaria
y la socialdemocracia (al estilo PSOE) para ganar elecciones y alcanzar
gobiernos, ha tenido que hacerse cada vez más derechista. Además de las
particularidades de España, debe reconocerse que también los demás
países –como EEUU y México- por el enorme desarrollo de las sociedades
competitivas, individualistas, consumistas y de los medios de
información, están en el conservadurismo.
2. Por ello el planteamiento de “referéndum para que el pueblo español decida entre Monarquía (feudal) y República (burguesa)”
no me parece una idea de la izquierda cuya tarea debe ser en este
momento desatar grandes movimientos de masas para liberar esa pesada
carga de franquismo y burguesía que sufre el pueblo español, sino una
consigna de los políticos centristas. Y no solo es la ideología
tradicional franco-católica, está además el continuo reforzamiento que
hacen los medios de información. Si en EEUU se hiciera un referéndum
para conservar el capitalismo o en México para despenalizar el aborto,
la izquierda sería derrotada porque la derecha ha dominado.
3.
Si no cambia radicalmente la ideología de las mayorías, si no ayudamos a
extirpar de la mente esa ideología burguesa del individualismo, de la
apropiación y acumulación capitalista, cualquier gobierno que asuma el
poder (sea por vía electoral o armada) tendrá que adecuarse al nivel del
pensamiento de la gente y a cumplir con una gran cantidad de las
necesidades (la mayoría de las veces artificiales) que le han creado.
Por ello Halloway y el zapatismo han sostenido que el problema no es la
“toma del poder” a como dé lugar, sino el desarrollo de la conciencia
crítica de las masas; conciencia que sólo se forma en las batallas
independientes contra el sistema de explotación.
4. Basta con estudiar lo que sucedió con la Guerra Civil Española de 1936-39, luego con la dictadura del general Francisco Franco
(1939-1975) y el dominio de dos partidos derechistas (1975-2014), para
comprender que en España sólo han cambiado superficialmente las cosas.
Incluso el Partido Comunista se ha derechizado y los anarquistas se han
debilitado. He leído cuanto análisis político ha llegado a mis manos y
en las pantallas de Internet, he estado además cuatro veces en ese país
–por cuestiones políticas y académicas, sobre todo durante la guerra de
agresión yanqui-inglesa-española- observando y sintiendo ese espíritu
conservador.
5.
Así como el mundo se sacudió por la gran defensa que hizo la izquierda
radical anarquista de la República Española a mediados de los años
treinta, así también nos sacudió con su cine español –sobre todo las
películas de Saura y Erice- que ayudaron mucho a transformar la
conciencia crítica en el país ibérico y en el mundo. La realidad es que
muchos nos hicimos ilusiones en que al morir Franco en 1975 en España se
iniciaría el deshielo y vendría una época del gran destape o destrampe
en búsqueda de la libertad. La realidad es que demostró ser más fuerte
la ideología franquista y clerical que ha sido imposible romper.
6. La batalla contra la monarquía española tiene que ser profunda:
no puede ser un simple referéndum (aunque éste puede aprovecharse para
desarrollar una conciencia anticapitalista entre los españoles) para que
sea extirpada de raíz; no olvidar que además hay una solidaridad de más
de 30 monarquías aún vivas en el mundo y del imperio económico mundial
que las necesitan como complemento. Los nuevos monarcas buscarán realizar algunos cambios para que todo siga igual.
Espero que los jóvenes y universitarios españoles continúen sus luchas
en las calles ayudando a que las batallas se hagan más números y grandes
en el mundo.
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