martes, 13 de mayo de 2014

La Casa Real recibirá ayudas estatales para ‘familias en las que ninguno de sus miembros trabaja’

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Los Servicios Sociales se hacen cargo y pondrán en marcha todos los recursos existentes a fin de evitar un nuevo caso de exclusión social

Familiares entrando cada dos por tres en los juzgados, familia numerosa, dependientes, hijas divorciadas, tíos no reconocidos, cuñados yonkis, niños con problemas de aprendizaje que llevan armas de fuego encima; y todos sin trabajo fijo.
Además, el pobre cabeza de familia tiene que ser operado de urgencia y ponerse una prótesis tras un accidente de trabajo: ¡Trabajando a sus 80 años! ¿Que dónde viven? ¿En las 3000 viviendas? No, pero casi, en una casa en la periferia de Madrid: en la Zarzuela.

Sí, este es el percal que se palpa cada día en la Casa Real. La vida en palacio tiene todos los tintes de una película rancia de cine español (las de barrio chungo, no las de guerra civil, ojo). Incluso los amigos de siempre, empresarios, le retiran al pobre padre de familia su única diversión: el yate. ¡Sinvergüenzas! Sin distracciones y con la salud endeble, sólo le queda sentarse en el sofá y ver cómo, uno a uno, sus cuñados y nietos salen por televisión metidos en líos del corazón y en la crónica judicial; y rezar por que no salgan en la crónica negra.
Por otro lado el único hijo que podía sacar adelante a la familia se ha echado una novia hipster y estirada. Una divorciada que lo tiene todo el día ahí en dique seco, con los huevos como nalgas de Kim Kardashian. Y él besando por donde pisa. Soportando conciertos de grupitos de rock desconocidos, noche tras noche. ¡Y las niñas solas en casa!
Un desolador paisaje ha hecho saltar todas las alarmas en los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Varios asistentes sociales ya han intentado hacer los primeros contactos con la familia a fin de ayudar a esta pobre gente a salir del bache.
Además, funcionarios del Ministerio de Educación se han acercado a los colegios de sus hijos para comprobar su estado. Pobres criaturas, todo el día vestidas de uniforme (¡como los nazis!). Encerradas en centros con mayoría de inmigrantes (alemanes, estadounidenses, saudíes…). Unas compañías que no auguran nada bueno para su futuro. Aunque mejor así que en casa. No sea que se junten con el nieto mayor, que ya ha pasado por más colegios que correccionales pisó El Vaquilla… Un dramón.
Aun así, los Servicios Sociales son lentos. ¿Y qué hacemos nosotros, ajenos a este dama? Nada. ¡No nos podemos permitir que otra pobre familia en la que sus miembros no trabajan caiga en desgracia! Así, desde aquí, llamamos a la conciencia social, a la agitación y a la caridad católica, apostólica y romana para abrir (que está de moda) un crowdfunding; y dar a esta pobre familia un futuro. Una nueva vida próspera, liberados de un entorno tóxico en un lugar mejor. A poder ser en el extranjero.

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