Una serie de leyendas urbanas sobre la abstención en los procesos electorales salpican a la opinión pública. Algunas de ellas son capaces de meterse en la ideología de cientos de miles de personas como realidades palmarias.
Veamos los dichos:
ABSTENERSE FAVORECE AL PARTIDO GANADOR. Difícil, muy difícil de demostrar matemáticamente esta afirmación tan categórica. Lo cierto es que al no participar, pero apareciendo en el censo, los porcentajes se ejecutan al margen de los no votantes. El reparto de votos y escaños no tiene en cuenta ni para un lado ni para otro a los que decidieron no participar.
SI TE ABSTIENES NO TIENES DERECHO A PROTESTAR LUEGO. Suelen decir esta insensatez los que no protestan nunca, esto es, los que tienen vedado en su ideario, cualquier presencia en manifestaciones, reivindicaciones, protestas, boicots, acciones… y que recurren al voto como único medio de inmersión democrática, alertan que al no ir a votar ya pasas a ser un apátrida social.
HAY QUE VOTAR PARA ACABAR CON LAS POLÍTICAS DE DERECHAS. Y los que afirman esto se quedan tan anchos pensando que el PSOE es de izquierdas, o que la suma de siglas PSOE+IU (como en el caso de Andalucía) es casi un gobierno revolucionario, Algo así como “Todos contra el PP” para no tener que decir “todos contra el sistema” porque en él cabrían partidos y organizaciones que con el título de “progresistas” y con votos de gente bien intencionada, practican políticas de derechas, en el municipio, en la Comunidad autónoma, en el país y, por supuesto, en Europa. En un intento desesperado suelen añadir que aunque sea votemos al menos malo, en blanco o nulo.
SI TE ABSTIENES QUEDAS REGISTRADO Y TE PUEDEN SACAR LA PENSIÓN O LA PRESTACIÓN POR DESEMPLEO. Argumento esgrimido por gente mayor que ve con pánico, y consecuencias irreparables, que falte la cruz de haber votado al lado de su nombre y apellido en el censo electoral que se usa en la mesa de votación. Cualquiera sabe las consecuencias luego, dicen.
SI NO VOTAS NO CAMBIAS NADA. Un desconocimiento profundo de la historia. Un intento estúpido de demostrar que solo con las dichosas urnas se puede cambiar el curso de la historia, Se cargan de una vez las revoluciones que en el mundo han sido y la lucha de, por ejemplo, cientos de miles de anarquistas, que desde siempre han explicado que las elecciones son una forma de dominio de los poderosos.
Lo cierto es que si usted encuentra entre las 41 candidaturas que se presentan a las elecciones europeas del 25 de mayo alguna que merezca su confianza, vótela. Pero si no es el caso o piensa que el sistema se resquebraja con más rapidez con una enorme abstención, aproveche el día de primavera para cosas más útiles. Mientras, no estaría mal una reflexión sobre las razones por las que los dueños del sistema, los privilegiados, la casta política más corrupta, sus medios de desinformación masiva, tiene tantas ganas de que vayamos a las urnas y que la abstención sea lo más baja posible. ¿Una forma de legitimar su poder?
INSURGENTE
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